No quiero jactarme. Pero con suficiente anticipación fui uno, sino, el primero en advertirlo, por esta página y a pesar del poco tiempo, éste parece darme la razón.

Las Redes Sociales, además del control central que tienen, donde algunas individualidades con poder económico y gobiernos con propósitos hegemónicos las manipulan en función de intereses políticos y financieros, han sido asaltadas por individuos que sin ningún criterio ético, las utilizan para monetizarlas.

Son los piratas de siempre, los que subestiman la profesionalización, los que no se atreven a emprender ninguna iniciativa económica, los que menosprecian el trabajo digno en general, pero que tratan de utilizar la vía más fácil y expedita para obtener beneficios, sin importar del daño que causan a los demás.

Esos piratas han encontrado la vía, para llenar sus bolsillos y apetitos ególatras, las Redes Sociales.

Ahora comprendo, en parte las palabras de preocupación que manifestaba el investigador Humberto Eco sobre las Redes Sociales:

"Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad"

Quizás cortos de entendimiento, pero hábiles en manera de engatusar a los demás para lograr lo único que los motiva en la vida, obtener dinero fácil acosta de los demás.

A los que se refiere Humberto Eco, que hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, han trascendido a los que desde cómodas oficinas o desde las butacas de sus casas, se ponen al servicio de intereses políticos y reciben dinero contante y sonante para cumplir con las instrucciones que le son suministradas. Si nos ponemos a ver, no son tan tontos, saben lo que quieren, obtener dinero a como dé lugar, sin importarle, y aquí difiero de Humberto, el daño que le producen a la comunidad y la sociedad en general.

En el caso de Venezuela, donde los poderes imperiales encabezados por los Estados Unidos, su consorte Gran Bretaña y sus socios europeos, se han propuesto estigmatizar, desacreditar nuestras instituciones republicanas, desconocer el carácter democráticos de los gobiernos que el pueblo se ha dado mediante el voto y preparar las condiciones para imponer gobiernos títeres que les regalen nuestro recursos naturales, es evidente el papel que están jugando, lo que se califican como auto influencers.

La gran mayoría, son financiados por esos poderes, que los manejan a su antojo, para crear matrices de opinión contra los países que han escogido como blanco para sus ataques.

No tienen ideología propia, si Ud. los ve parece que se aprenden de memoria la cartilla que esos poderes le suministran, la repiten y la repiten, por radio, por tv, por medios impresos, por Redes Sociales, por cuanto medio existe, utilizando estrategias goebelianas, por que el propósito final, es repetir y repetir las mentiras, para construir una realidad virtual, una verdad artificial, que imponen a las grandes mayorías, que manejan con poco criterio analítico los grandes medios de comunicación y reciben y replican los mensaje de las Redes, con mentalidad poco crítica.

Para estas campañas, no sólo utilizan artistas que en alguna época gozaron de popularidad, pero que luego en su deterioro físico o alejamiento de los escenarios, buscan cualquier tabla de salvación para mantenerse a flote, a ex militantes de las propias organizaciones de izquierda ya domados y a centenas de jóvenes diestros en el manejo de las nuevas tecnologías de celulares y tablas, pero carentes de todo criterio ético y moral, para, sobre la base del dinero que les ofrecen, se pongan al servicio de estos países con intereses hegemónicos e intervencionistas.

Ese es el nuevo escenario que nos enfrentamos. Los grandes poderes han entendido el poder sobre la conciencia que pueden tener los grandes medios de comunicación, controlados y dirigidos.

Se trata de construir una realidad virtual, donde se impone el criterio de poderes fácticos que controlan el mundo o como lo llaman algunos expertos, la Posverdad:

"Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales".

Los que financian a los influencers, los que controlan los Medios y Redes Sociales, son expertos manipuladores. Son los que en la práctica se benefician de esa realidad que construyen y de la manipulación de la conciencia mundial. A ellos, les sirven los llamados influenceres y políticos apátridas que se ponen a su servicio.