Lo que fue una revolución hecha de esperanza y entusiasmo popular el madurismo lo convirtió en una revolución virtual. La revolución de Maduro solo se conoce a través de sus sitios web, que definen organismos "decretados", con la vana imagen mental de que solo basta con la fuerza de la palabra para hacer reales las ideas, instituciones virtuales que no afectan la realidad ni se alimenta de ella, que no existen en ninguna práctica política, a menos que sea la policía y la acción policial o el cobro de impuestos, o la recolección de votos en época de elecciones. Hoy día, ni siquiera las viejas instituciones, como los servicios públicos, la salud pública, la educación… tienen una expresión viva de lo que las define, de su función en la sociedad. La anarquía es la primera dama del gobierno madurista, y luego está Maduro, que vive para parir en su mente lo que no puede hacer (o no se puede hacer) en la realidad.
Es el caso del poder popular, los consejos comunales, las comunas, etc. El poder popular que en un principio Chávez lo pensó como una alternativa de poder de cara al Estado burgués, en sus desvíos hacia el capitalismo maduro lo ha ido convirtiendo en "agentes del egoísmo capitalista". Su política de inclusión se torció en su sentido hacia el financiamiento de emprendimientos sin objetivos sociales claros, sin planificación estratégica; entregar una cuota miserable de la renta petrolera a su clientela electoral y ya, convirtiéndolo en un simple aparato electoral, obediente e inquisidor. Un poder popular que no critica, no participa ni protagoniza las políticas del gobierno, donde nada de lo que hace tiene que ver con la elaboración de sus políticas, ni puede debatir con autonomía sobre ellas, a riesgo de ser acusados de traidores.
Resulta tragicómica esa ridícula manía de exponer la demagogia en forma de cábala: tres, cinco, siete; entre impulsos, reimpulsos, motores y transformaciones. Es vergonzoso estar supeditado a un gobierno tan improvisado, incapaz de sostener ningún plan coherente, pero tampoco aquellos seudo planes dispersos, sea cual sea el "adjetivo estimulante" que anticipe la lista de vaguedades que maduro suele establecer como mandato, cada vez que hay una crisis electoral o cuando va repartir dinero a empresarios y burócratas.
El capitalismo se lo traga todo, porque la meta del capitalismo es muy clara: ganar mucho, es el lucro, y su estímulo muy espiritual, la codicia y el egoísmo. De ahí que los seudo "planes" de Maduro, que aparecen entrecortados casi todos los años, comprometidos hasta los "teque teque" con el capitalismo, , sean tan vagos, astutamente ambivalentes, y que cuando tocan temas sociales sean tan difícil de compaginar con el socialismo, porque el capitalismo y su lógica obliga a que así sea, tanto a las "instituciones" que inventa, como a sus normas,… o a la ausencia de normas.
En el socialismo se requiere un esfuerzo humano extraordinario – que en este siglo Chávez lo expresó con su vida, en su liderazgo y vocación pedagógica revolucionaria – porque sus objetivos van contra corriente de los estimulantes capitalistas. Cambiar la lógica del capital en una sociedad educada en sus valores es tarea para una verdadera revolución, y para una vanguardia heroica y corajuda.
La misma "virtualidad" con la cual pretende el madurismo sustituir la realidad la tiene el partido PSUV secuestrado por los hipócritas.
Estos son los principios que definen al PSUV, según el "Nuevo libro rojo del PSUV"
Anticapitalista y Antiimperialista • Anticorrupción • Socialista • Marxista • Bolivariano • Comprometido con los intereses de la clase trabajadora y el pueblo • Humanista • Internacionalista • Patriótico • Unitario • Ético y con moral revolucionaria • Defensor de los derechos de la madre tierra • Defensor de la igualdad y equidad de género • Defensor de los derechos de las personas con discapacidad • Defensor de la democracia participativa y protagónica en la sociedad • Como vanguardia política del proceso revolucionario • Original y creativo
No vemos contradicciones en ellos. La gran contradicción está entre esos principios y sus realizaciones y las acciones de la "vanguardia política del proceso revolucionaria", la cual se supone nace del partido. Pero la "vanguardia política" del PSUV trabaja para la ideología capitalista (Maduro, los Rodríguez, Diosdado, etc.), lo que hace imposible que no tuerza los principios fundacionales del partido SOCIALISTA para darle algún sentido lógico a sus políticas económicas, vendidas al capitalismo nacional e internacional. Esto solo es posible hacer si la falsa revolución solo existe en una página web y se "afirma", de tanto en tanto, en "congresos" y eventos supervisados por el mismo presidente o uno de sus compinches cercanos.
Todo es virtual y torcido. La única fórmula para combatir el desvío político ideológico del partido y del gobierno es a través de la contraloría popular, de la crítica y el debate, con el protagonismo real, con la participación real de la base en las decisiones que involucran sus intereses de clase. Pero en el PSUV, secuestrado por maduro y Diosdado, eso es calificado de traición; Torquemada activa su tribunal y aplica sus castigos y correctivos. Basta leer los textos que sirven de base doctrinaria para sus militantes (no pasan de ser eso), no sirven para elaborar políticas revolucionarias, para la acción política. Al contrario, son doctrinas abstractas que solo las interpreta el presidente y sus Jesús Farías, que hacen de tribunal inquisitivo y censor… el que entrega el país a los capitalistas es quien interpreta la doctrina que debe obedecer sin protestar el partido socialista de los socialistas, ¡mundo al revés!.
Las contradicciones han sido tan evidentes que se han visto en la necesidad de fundar su propio partido desinfectado de socialismo, "Somos Venezuela", el cual evoca una unidad irreal dentro de una sociedad profundamente desigual. Sin embargo en época de elecciones siempre se visten de socialista radicales… ¡hasta ahora!, ¡que nadie les cree!… ¡las contradicciones son muy evidentes!
¡QUE EL PSUV RENAZCA DESDE SUS PRINCIPIOS FUNDACIONALES!
¡VIVA CHÁVEZ, MARXISTA Y BOLIVARIANO!