Qué debemos entender por "Patrimonio Forestal"

Existe un término que debemos estudiar detenidamente pues su adecuado entendimiento determina en buena medida la posibilidad de éxito de cualquier pretensión de desarrollo forestal efectivo, sólido y sostenido. Parece trivial pero no lo es. El cómo entendamos el término "Patrimonio Forestal" es crucial para comprender acertadamente lo que tenemos en frente: "desarrollarnos forestalmente hasta convertirnos en potencia mundial ". Los sucesivos fracasos en los intentos oficiales de activar el denominado "motor forestal" se explican en buena medida por el mal empleo de dicho término que se ha incluido en las políticas y estrategias sobre el tema. Dicho error conceptual ha quedado plasmado incluso en nuestro cuerpo legal, particularmente en el principal instrumento legal que orienta que quehacer forestal venezolano: la Ley de bosques de 2013.

Tal vez algunos ejercicios semánticos puedan ayudarme a explicar lo que quiero decir. Si yo digo "bosque", no quiero decir "sabanas". Si yo digo "nuestros bosques naturales de Imataca están siendo afectados y por tanto aplicaremos medidas conservacionistas sobre las sabanas de Cojedes" pues, nada estaremos logrando al respecto del objetivo planteado. Si se dice "vamos a producir suficiente madera aserrada para exportar" pero entonces no hacemos nada por el parque industrial y solo impulsamos el establecimiento de plantaciones, por ejemplo, tampoco estaremos dando en la diana. Esto está pasando con lo pudiésemos llamar "actual política forestal venezolana" y los intentos de nuestro Gobierno nacional para lograr el despertar del sector (aunque insisto: no tenemos una política definida clara y proclamada). A la verdad, nuestra situación forestal es peor que mis ejemplos, pues ni estamos haciendo algo por el parque industrial maderero del país, ni por nuestras sabanas ni por nuestros bosques naturales ni por nuestras plantaciones.

Nuestro Gobierno nacional insiste en impulsar el "motor forestal" basándose en nuestro portentoso "patrimonio forestal"; igual habla de conservar, proteger y recuperar dicho patrimonio. Pero ¿a qué se refiere cuando habla de "nuestro patrimonio forestal"? Pues al definido por la ley de bosques vigente, el cual está descrito muy claramente, pero de manera errónea, en el capítulo I del título V, particularmente en su artículo 42:

"El patrimonio forestal del país comprende todos los tipos de bosque naturales o plantados, los árboles fuera del bosque, otras formaciones vegetales no arbóreas asociadas o no al bosque, las tierras de vocación forestal y los productos forestales".

La ley de bosques confunde "patrimonio forestal" con "recursos forestales". El artículo 42 de esa ley lo que hace es mencionar los componentes de lo que en realidad es, o son, "recursos forestales" y no al conjunto superior de cosas que en verdad constituyen al término "patrimonio": deja por fuera del concepto toda humanidad. Grave error que no permite ver realmente la magnitud de cosas o "portentos" que posee nuestro país y sobre los cuales deberíamos aplicar apalancamiento.

"Recurso forestal" y "patrimonio forestal" no son sinónimos. Por "recursos forestales" se puede entender: conjunto de bienes y servicios naturales, elementos biológicos, formaciones ecológicas, procesos biogeoquímicos y accidentes geográficos. El término "patrimonio forestal" es mucho más amplio y complejo, y de mucha mayor utilidad a los fines de lograr nuestro desarrollo silvícola y, en general, como país.

Sobre el concepto de "Patrimonio" existen varias definiciones: conjunto de bienes y derechos pertenecientes a una persona, hacienda que alguien ha heredado de sus ascendientes, conjunto de bienes derechos y obligaciones de una empresa o persona y que constituyen los medios económicos y financieros a través de los cuales puede cumplir sus objetivos, y así cantidad de acepciones según el enfoque (jurídico, contable, biológico, coloquial, etc.)

La palabra "Patrimonio" viene del latín ("patri" "monium") que significa "recibido del padre" o "recibido por línea paterna". Este concepto tiene origen en el derecho romano que señalaba que, el "patrimonio" era familiar y no unipersonal (entendido como herencia recibida por línea paterna) sobre el cual el "pater familias" (padre o cabeza de la familia) podía disponer de él libremente, pero estaba en la obligación de preservarlo y aumentarlo en la medida de lo posible.

Al revisar la acepción al término en cuestión, me consigo con que la UNESCO tiene definido el término "patrimonio cultural" de la siguiente manera:

"Es la herencia recibida de los antepasados, y que viene a ser el testimonio de su existencia, de su visión de mundo, de sus formas de vida y de su manera de ser, y es también el legado que se deja a las generaciones futuras".

Y he aquí la sustantiva diferencia: para nuestra ley de bosques el término "patrimonio forestal" no aplica todo el conocimiento humano alcanzado, ni su fuerza. Así, cuando desde nuestro Gobierno dicen "basarnos en nuestro patrimonio forestal", hablan nada más de recursos naturales.

Por esto propongo un nuevo concepto de "Patrimonio Forestal Venezolano" para ser aceptado y aplicado a todas nuestras políticas públicas y acciones consecuentes, referentes al tema:

"Conjunto de bienes, derechos, logros y obligaciones en materia forestal-ambiental, legados a nuestra actual generación por el desenvolvimiento social y como nación de nuestros antecesores, el cual es instrumento para nuestra superación y sobre el que tenemos responsabilidad de legar a nuestros descendientes en iguales o mejores condiciones. Dicho patrimonio es de propiedad colectiva nacional, interés social y utilidad pública."

Si aceptamos que este es el concepto, entonces tenemos que decir que el término "Patrimonio Forestal" está formado por los siguientes componentes:

  • Nuestros Recursos Forestales (los descritos en el capítulo I del Título V de la Ley de bosques)

  • La institucionalidad rectora pública sobre el asunto forestal.

  • Cuerpo de políticas y legal forestal.

  • Los Convenios y Tratados Internacionales sobre la materia, suscritos por la Nación.

  • El conocimiento técnico y científico, teórico y práctico sobre la materia.

  • El conocimiento ancestral. La sabiduría popular forestal.

  • La Cátedra en materia forestal (universidades).

  • La investigación forestal nacional y sus instituciones (Centros de Investigación e investigadores).

  • El colectivo humano de artesanos, obreros, operarios, técnicos y profesionales en la materia.

  • Las Organizaciones sociales (productivas y conservacionistas) que giran en torno al asunto forestal.

  • La Industria forestal.

  • El inventario existente de elaboraciones en base a insumos forestales.

Así, cuando digamos "hemos de impulsar el desarrollo forestal nacional empleando inteligente y responsablemente nuestro patrimonio en la materia", hemos de entender que tenemos que apoyarnos no solamente en los recursos naturales que poseemos, sino también (y, sobre todo) en nuestras universidades, investigadores, trabajadores de base, profesionales y técnicos, y en las organizaciones sociales. Así, cuando se diga "vamos a proteger y hacer crecer nuestro patrimonio forestal", hablaremos de proteger y hacer crecer no solamente a nuestros recursos naturales, sino también a nuestras cátedras forestales, los centros de investigación forestal-ambiental, a nuestros trabajadores forestales, a nuestros ingenieros y técnicos forestales, a nuestros geógrafos, biólogos, botánicos, zoólogos, a nuestras organizaciones socio productivas forestales y ambientalistas.

En pocas palabras, la aceptación de este concepto permite una visión holística del tema y su adecuado abordaje, brindando oportunidad cierta de "dar en la diana": convertirnos en potencia forestal, convertirnos en un país que vive de lo forestal, convertirnos en una sociedad que vive bien, gracias a lo forestal.

De nuevo, como con el caso de la creación de una única autoridad rectora nacional en la materia, este solo asunto (reconceptualizar el término "Patrimonio Forestal") no resolverá per se nuestra situación; se requiere de un conjunto de cosas, más que de un "conjunto", de un sistema, integrado, abierto y cibernético.



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Inocencio Soto C.

Ingeniero Forestal

 ingenieroisoto@gmail.com

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