Mientras el poder económico sea la maquinaria que gobierna por un sin número de mecanismos por lo general completamente ilegales son muy pocas las posibilidades que tenemos de conquistar un mundo de libertad. Ese poder económico se maneja como un poder oscuro auspiciado por los poderes constituidos, lo que nos lleva a un profundo autoritarismo y un modelo plenamente antidemocrático. Es nuestra situación sin duda, pero no somos los únicos, lo sucedido en Turquía donde un potencial candidato y ganador en las próximas elecciones al ir preso justo antes de ellas, mas de mil presos kurdos en sus fiestas del newov y por las mismas razones que atacan aquí a personajes como Maria Alejandra Díaz sin prueba de ningún alguna y sin concederle ningún tipo de salvoconducto estando asilada en embajada, correspondiente a lo que viene sucediendo en la embajada argentina, todo esto nos habla de lo difícil que es la conquista de la libertad.

El mundo retrocede y empieza de nuevo a llenarse de guerras, siendo siempre la manipulación religiosa las causas de una libertad imposible. En definitiva la edad media vuelve a regresar sobre nosotros pero en este caso atrofiados por una tecnología que podría ser estupenda para acelerar el conocimiento pero a la final termina siendo un instrumento de control social y como ya decíamos aunque parezca mentira una garantía para conservar la ignorancia.

La libertad es el poder hacer por la dignidad humana sin ningún tipo de limitaciones, quien es libre es porque las condiciones concretas donde se desarrolla una vida lo permiten. Por tal condición el ser humano ha luchado por siglos, pero hay algo curioso en el ego de nuestra existencia que no permiten la expansión de ese poder hacer que no sea para destruir al que se ve como enemigo o en la condición política como opositor. El poder por si mismo termina siendo el nutriente del contexto y no la luchada libertad. Es lo que vivimos y en la medida que pasa el tiempo este retroceso se hace mas profundo y difícil de luchar contra él. Las estrategias de la resistencia se hacen mas y mas complejas frente a la consolidación de los poderes de facto que no respetan derecho alguno.

La razón y la filosofía, la antropología y el descubrimiento de las raíces humanas han tratado han tratado de superar las manipulaciones religiosas pero sufrimos el movimiento inverso. Las creencias religiosas deístas o simplemente metafísicas mas bien se imponen sobre nosotros, creando bajo creencias que pueden o no ser absurdas, sin embargo establecen las condiciones de una guerra global y permanente .Es lo que Antonio Negri llamo la guerra civil global. Bajo estas condiciones es muy difícil cualquier forma de libertad. Lograrla supondrá romper dogmatismos que ya están sembrados en la humanidad. El regreso al anarquismo, el quiebre real de todas las formas de cohesión de poder, empezando por nosotros mismos que somos posiblemente el peor ejemplo de esta libertad que solo se ha convertido en una metáfora y como todo dogmatismo religioso en este caso el evangélico se afianza la imposición de poderes. Ciertamente no estamos claros y no terminamos de descifrar la estrategia posible para quebrar el fascismo que nos gobierno, independientemente de las retoricas antimperialistas que solo sirven de escusa, igual. No contemos con las fuerzas armadas que ellas mismas proceden a enredarse en sus altos mandos sobre ese punto de corrupción y dogmatismo. Aquí es donde se hace valer el principio de solo el pueblo salva al pueblo.