En un tiempo atrás, Eduardo Fernández, terminando uno de sus discursos en el Congreso, dijo: “El pueblo está arrecho. Gloria al bravo pueblo”. Ya, en otro tiempo atrás -en el pasado, donde siempre está Fernández-, este hombre como candidato había pasado una noche tan linda como esa en un cerro caraqueño. De allí bajó en estado de shock y dijo que la gente comía perrarina y tomaba koolaid.
Más adelante –pero siempre en el pasado- Eduardo salió corriendo detrás de Carlos Andrés Pérez a Venevisión para darle su apoyo cuando el golpe inconcluso de 1992. Eso lo marcó. El dijo que no salió a darle su apoyo a Pérez, “salí a defender la democracia”.
Fernández, en 1988, estaba confiado en ser el candidato de COPEI, y entonces, para dar un ejemplo de democracia en el partido, llamó a unas elecciones primarias donde todos –copeyanos o no- podían votar para elegir al candidato, y Alvarez Paz -ese que ahora está llamando a la guerra- le ganó esas elecciones un 25 de abril.
Y después de estos escarceos –confieso que no me atrevo a llamarlos fracasos-, Fernández volvió a la presidencia de COPEI, en una elecciones donde todavía no recuerdo con cuántos votos ganó. Antes la presidente de COPEI era Rosana Ordóñez, esa periodista a la que Lusinchi, con una llamada a Marcel Granier, sacó del aire, gracias a le ley mordaza que aplican los dueños de los medios.
Ya como presidente de su partido, Fernández estuvo presente en El Petarazo. Fue el primer orador. Y ya, gracias a los medios, nos enteramos de una noticia que todos sabíamos que iba a pasar: 17 heridos y serios encontronazos entre la Policía Metropolitana y la sociedad civil –no justamente la de Elías Santana-.
Sin embargo, la otra noticia, la de los oradores del Petarazo –que a pesar de los heridos fue considerado otro exitazo, como el firmazo-, no fue ampliamente reseñada. Allí, en la tarima, Eduardo Fernández volvió a decir que “el pueblo está arrecho”.
Después de Fernández tomaron la palabra: Henry Ramos Allup, William Ojeda, Juan Fernández, Carlos Ocariz, Rafael Alfonso, y para cerrar –cosa que le encanta a este hombre, recuerden lo del canal ocho- el gobernador Enrique Mendoza.
La verdad es que por primera vez Eduardo Fernández tiene razón: El pueblo está arrecho. Es cierto, el pueblo está arrecho con todos ellos.
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