Los venezolanos nos preguntamos, cada vez que encendemos la televisión, quienes están detrás de tanta marcha. Vemos damas encopetadas, con vestidos de marca, joyas guindándoles del cuello, costosos sombreros, cacerolas que compraron solo para sacarlas esos días y nunca han usado; hombres bien alimentados, con pitos, cabillas forradas con cintas tricolores, caras gomas y chemises, pancartas con insultos al presidente, banderitas y banderas gigantescas, tanto de Venezuela como de los partidos que representan y globos, gorras y franelas de los mismos.
Esta es la pacífica sociedad civil que tanto nos venden dichos canales: la que no agrede, no insulta, no provoca, no miente, no anda armada, no es corrupta, la que nunca pisotea los derechos de los mas necesitados. Es decir: la mansa paloma. Entre ellos vemos a Ledezma, Marín, Borges, López, Ortega, Sago, Valero, Calderón y el de Mérida. Todos “gente de la mejor calaña”.
Como contraparte vemos gente humilde, vestir y sentir sencillos, airados porque piensan que los eternos amos del país siguen tratando de robarles el derecho a curar a sus enfermos, a alimentar y educar a sus hijos, a un techo donde cobijarse y a veces hasta los recursos con que enterrar a sus muertos. Dichos canales los llaman hordas, chusma, círculos diabólicos, no son sociedad civil; quién sabe que serán. Llevan pitos, gorras, sombreros, franelas, gomas (por supuesto de menor costo), pancartas, banderas, cabillas y los llevan y traen en buses. En fin, ambas cuestan un dineral.
Cuando AD ganaba las elecciones despedían a TODO el que no fuera adeco, pues el partido mandaba. Lo mismo sucedió con COPEI y con CONVERGENCIA. Sus militantes tenían trabajo. Tenían dinero para hacer política y financiar sus eventos
Y llegó CHAVEZ, proponiendo su revolución bonita y su democracia participativa. Para sorpresa de todos los que lo adversa, NO BOTO A NADIE. Claro está, armó un equipo con gente de su confianza y algunos resultaron ser unas joyitas (Miquilena, Alvarenga, Armas, etc.). Ellos armaron equipos propios, que no es lo mismo que “sus propios equipos” y no para los fines que persigue el proyecto liderado por el presidente. Por eso veíamos a la misma gente ganando sueldos excelentes (PDVSA), solo comparables a los obtenidos en sueños por la mayoría de los venezolanos. Además, allí no entrabas si no tenías un contacto adentro: un familiar, un gerente o su amiguita (meritocracia).
En el Zulia hay más de cincuenta organismos del gobierno nacional. La mayoría esta en manos de gente contraria a Chávez. Otros que dicen estar con él en realidad golpean a quienes lo apoyan (¿verdad Santiago?).
Allí se financia la contrarrevolución. De allí sacan dinero para financiar tanta marcha y protesta, mordiendo la mano de quién les da de comer. Mientras que los simpatizantes del gobierno mueren de mengua, esperando que algún día por equivocación les den un trabajito. Ellos son los que votan, los que se mueven en las comunidades, los que aspiran a un futuro mejor dentro del marco democrático y participativo; como se les hace cuesta arriba esa labor en tiempos de carencias, como cuesta que los escuchen. Y a grito vivo le exigen a quienes desde Caracas deciden la suerte de las regiones, que los miren de frente, para decirles que en las provincias SI EXISTE gente valiosa, cuadros de un proyecto, no de los que se cuelgan en la pared; que reflexionen, que son ELLOS con su falta de solidaridad y su inconsistencia en la toma de decisiones, quienes financian las marchas de la oposición.