Esta es una historia que merece ser contada, ha ocurrido hoy y necesariamente debemos reflexionarla.
Esta tarde llovió en Caracas de una forma tan fuerte, que mientras cada gota se desprendía, no podíamos dejar de pensar en aquella otra historia que se conformó en Vargas en 1999.
En el Teatro Municipal, el partido de gobierno tenía su acto de Juramentación de nuevas autoridades. El Presidente también estaba presente. El Grupo Madera cantaba y allí se bailaba.
En Caracas llovía y ¡Ay! Cómo llovía.
Como casi todos los días y ya de una manera que todos podemos predecir, hubo la cadena, radios y televisoras en una misma señal, porque Chávez iba a hablar.
Esta vez estaba reflexivo, sereno, analítico, evaluando en la escena política la importancia de ser demócratas..... y seguía lloviendo.......
De pronto, su índice y pulgar se posaron como de costumbre en su lado izquierdo de la frente y dijo: “Miren, hasta aquí llevamos la cadena para todos, que vuelvan los medios a su programación y nosotros seguimos aquí analizando...”
Chávez sólo había permitido una cadena de 17 minutos....una cadena que comenzó a las 6:43 de la tarde y culminó en un tris....
¿Por qué si la señal del canal 8, ese del 2% de audiencia no tenía interferencia?
¿Por qué si no estaba molesto ni nada parecía resultar inadecuado?
¿ Por qué Chávez cortaba tan pronto una cadena? ¿ Qué estaba pasando realmente para una decisión semejante?.
Chávez es un hombre que sabe utilizar los escenarios, no los desperdicia y menos lo haría en este momento, cuando el rumor que corre como la lluvia dice, que hay quienes quieren volver con eso de la inestabilidad, las intentonas, el verbo derrocar y en fin, esas fases de la conspiración a la que lamentablemente nos tienen desde hace año y medio.
¿Por qué un hombre como Chávez interrumpe tan rápido su propia cadena?
Luego viendo la televisión comprendimos la razón, él terminó de hablar y entraron las terribles escenas del este Caracas, decenas de carros montados unos encima de otros, caos, lluvia, en resumen: Tragedia.
Los reportes indicaban que una persona había fallecido, otros tantos heridos y numerosos lloraban las pérdidas de sus vehículos.
Pasamos de un canal a otro, por supuesto, el de las noticias de las 24 horas, nos horrorizó más que los demás, vimos muchas cosas, algunas nos sobresaltaron, otras nos ofendieron. ¿Cómo es eso que la política fue culpable de la tragedia?.
En verdad no lo entendimos, pero el exacerbado locutor lo repetía y repetía. Como él no apoya el gobierno, se apoyó en la naturaleza, la manipuló mediaticamente y construyó la otra historia: El Fanatismo político de la lluvia.
Dijo cosas tan espantosas para el televidente común como:
“Chávez no quiso que informáramos de la tragedia, por eso hizo la cadena”
“La tragedia fue en Chacao, pero la culpa de lo que ocurrió no es de ese Alcalde sino del Alcalde de Petare Rangel Avalos”.
“El Alcalde de Chacao limpió su quebrada y el de Petare no y esa basura tapó todo”.
¿Hasta dónde llega la paranoia de una persona que no comulga políticamente con otra?. Obviamente hasta el infinito de la locura.
Chávez es un Presidente, no un telépata, mago o adivino. ¿Cómo podía saber a cuenta de Presidente que la lluvia de esta tarde, no sería como la lluvia de la tarde de ayer o de antier, o de hace una semana?
El Locutor sabe como todos nosotros, que estamos en temporada de lluvia, sabe que hace 15 días a media noche hubo una ráfaga de aguacero fuerte y que los medios a favor o en contra anunciaron que esas tormentas continuarían.
Está lloviendo desde hace días, no había pasado nada. ¿ Cómo predecir políticamente la crecida de un río?.
Entonces entendí la decisión del Presidente.
Obviamente le avisaron lo que ocurría y decidió, valorizó o jerarquizó como dicen los periodistas: la noticia. La de él era buena noticia, pero lo que estaba comenzando a suceder en el este de Caracas, tenía mayor interés en ese momento para el colectivo.
Por eso nada más los 17 minutos.
Le podían estar cocinando en ese momento un golpe, podía ser políticamente perfecto hablar de su partido y de cómo se juramentaron, podían ocurrir mil cosas partidistas, pero la noticia era otra, mucha gente estaba sufriendo mucho en otro escenario, porque la lluvia les empapó el cuerpo, los ojos y el alma y otra gente los estaba ayudando.
Así entendí la decisión de un presidente. Así entendí también, que mejor cambiaba de canal, porque no se puede engañar informando a partir del regocijo de una tragedia, para desprestigiar políticamente a un adversario
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