El miércoles 18 de abril del año en curso, en la página 39 del diario Últimas Noticias, se publica una nota en la que se dice que en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se ha prohibido distribuir la revista Zeta, el semanario La Razón y el diario Reporte de la Economía.
La orden emana de la ciudadana magistrada Luisa Estela Morales Lamuño, presidenta del TSJ, y el periodista que escribe la nota añade, transcribo:
La Oficina de Información y Comunicaciones le informó a los 32 magistrados del Alto Tribunal que "por instrucciones de la presidenta del TSJ, las publicaciones `Reporte de la Economía’, `La Razón’ y la revista `Zeta’, no serán distribuidas por esta dependencia desde la presente fecha… El memo fue girado el 12-04-07 y no esboza razones que motivan la ordenada prohibición; pero ofrece disculpa a los magistrados "por las molestias que esta situación pudiera causarles.”
No se crea que con este artículo pretendo salir a defender esas publicaciones, ¡dios me libre!, ya que ni siquiera las ojeo, no vaya a ser que la basura, (hoy no quiero ser vulgar y prefiero decir basura que no…bueno ya saben ustedes qué) que en ellos hay me infecte los ojos o cualquier otra parte de mi anatomía.
Ya sabemos de lo que son capaces los Poleo & Cía. y no es necesario andar por allí pasando calenteras por lo que en esos medios se publica. Pero esto es algo que hago yo como individuo, como ciudadano, como dueño de mis lecturas y de mis apetencias, y que por lo demás tengo todo el derecho de hacerlo. Pero…otra cosa es que un órgano del Estado venezolano, como lo es el Tribunal Supremo de Justicia, se ponga a prohibir la circulación de un medio cualquiera, y por cualquier razón. Tanto más que ese órgano del Estado está en la obligación de estar enterado de todo lo bueno y de todo lo malo que se dice de él, y de investigar cualquier denuncia, por mal intencionada (lo cierto es que me sorprende el elegante, y conveniente, lenguaje que hoy estoy utilizando), que ella pudiera ser.
Si bien el “instructivo” emanado de la Presidencia del TSJ no señala razones, bien pudiera ser que una de ellas fuera que la semana pasada “Zeta” publicó en su portada una fotografía de la Presidenta del TSJ con un título que reza “MAFIOSA”. ¡Y ojo! No es que haya comprado esa inmundicia, nada de eso, es que así lo señala el artículo que comento. Así como también pudieran ser otras razones, las opiniones que emiten algunos columnistas de esos medios que, a decir de abogados amigos míos, son basura pura.
En último extremo hasta pudiera justificar que se hubiese dado una orden para no comprar esos pasquines, pero ese no es el caso, puesto que los ejemplares que llegan al TSJ son los de cortesía, o sea, que al TSJ no le cuestan un céntimo esas publicaciones.
Dicho todo esto no me queda más que afirmar que me parece un abuso lo decidido por la Presidenta del TSJ, a la cual muy humildemente, y en mi condición de ex abogado en ejercicio, le recomendaría que ella, así como todos los demás magistrados, y magistradas, agredidos, y agredidas, por esos medios, les metiesen una demanda para partirles el…alma, tanto más que en Venezuela nadie puede andar por allí violentando los derechos humanos del ciudadano, y aún menos atentando impunemente contra la dignidad del ser humano.
Ya es hora de que en el país se comiencen a hacer respetar las leyes, de cualquier jerarquía, y a exigir que el ciudadano, sin excepción alguna, responda de sus hechos y de sus dichos.
De ser así no nos veríamos obligados a comentar abusos de autoridad como el que da lugar a este escrito.
Caracas 18 de abril de 2007.
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