INTROITO
Por allá, a finales de los 60 e inicios de los 70, en la calle Vuelvan Caras de Cumaná, en el sector “El Salao”, mientras nos tomábamos las respectivas y obligatorias cerbatanas, escuchábamos música. De la radio por supuesto. No había rial pa’ picó. Mucho menos pa’ un lonplei. Pero la perilla del radio no se estaba quieta ¡Cambia esa vaina! gritábamos al que estuviera más cerca. Y éste muy diligentemente giraba la perilla: radio sucre, radio cumaná, radio margarita. Cuando anochecía lográbamos sintonizar a radio rumbos y a radio continente. Más nada. Pero gozábamos una bola y parte de la otra. Y siempre llegaba algún sifrino con ideas nuevas ¿ustedes saben quién es mai yaguer? Ni idea. (..éste si tiene bolas, pensábamos). Coño vale, cómo es eso que ustedes no saben quienes son los rolin eston? Insistía el sifrinito. Y yo pa’ jodelo le decía “...escribelo...” Por supuesto no tenía la puta idea. Pero levantaba carajitas y nosotros no.
THE ROLLING STONES
Ese mismo sábado el carajo logró sintonizar al grupo roquero. Cantaba Mick Jagger “Simpatía por el Diablo” (según dijo el sifrinito y corroboró posteriormente el locutor). El ritmo y la melodía super vergatarios. De la letra ninguno de nosotros entendió un carajo (por supuesto). Pero hasta Edgar Decenas se paró y que bailó (yo creo que es la única vez que Edgar bailó en su vida. Rascao por supuesto). Después supimos que los curas de la iglesia Altagracia habían prohibido terminantemente escuchar tal blasfemia: SIMPATÍA por el innombrable. Dígame eso.
MOVIMIENTO AL SOCIALISMO
Todos éramos Masistas. Casi todo veníamos de la Juventud Comunista, menos Edgar Decenas que venía de la Izquierda Cristiana. Y mientras escuchábamos a los Rolling Stones nos automojoneábamos con Pompeyo y Teodoro. “...somos poquitos pero somos los mejores...”. Sobre todo admirábamos mucho a Teodoro. Sin apellido. Y nos sentíamos orgullosos, extremamente orgullosos, excesivamente orgullosos, de pertenecer al MAS y de tener como líderes a Teodoro y a Pompeyo. Y por ellos nos resteamos y dimos todo lo que pudimos. Pero, coño, qué vaina, nunca lográbamos sacar más de 5% en las elecciones. Pero pa’ lante es que brinca el sapo, decíamos. Y Teodoro nos visitaba. Y otra vez a hacer campaña.
GAINESVILLE
Éste es la ciudad sede de la Universidad de Florida (USA). Allí aprendí por casualidad lo que es simpatía en inglés. La esposa de mi asesor se metió un tiro. Y como yo no sabía que hacer con el pésame (los gringos son muy jodios. Tienen sus propios protocolos), le pregunté a un brasilero y él me dijo “...envíale una tarjeta de pésame.... Fui a la librería y me cansé de buscar una tarjeta de pésame (negra, gris, con una cruz o un cristo, etc.), pero tuve que preguntar a la dependiente. Para mi sorpresa las tarjetas de pésame gringas son de colores (serios, pero colores al fin), muy vistosas, con ramos de flores, y la palabra “Sympathy” (dolor, pesar, aflicción). Y allí mismo me vino a la mente Mick Jagger y los Rolling Stones. Y claro. Mick Jagger se refería a esta “sympathy” en su canción con el Diablo. Pesar por el Diablo. Dolor por el Diablo. Pero algún coño e’ madre tradujo prácticamente de manera literal. Simpatía. Que en español no se aplica al sufrimiento (en su acepción más común, que ustedes saben cuál es).
A LO QUE HA LLEGADO TEODORO
El lunes en la noche lo vi en TV. CMT. Por casualidad. Una pobre cacatúa y vieja pa’ más vaina. De aquel excelso orador lo que quedó fue un pobre viejo divagando, divariando, puro gesto, nervioso (cagao, dirían en Cumaná). Contradiciéndose. Descaradamente deshonesto y manipulador. Y me acordé de Tobías Nóbrega y de su descarga contra este pobre hombre. Pobre Teodoro. En la sima (con “s”). Y se me llenó el pecho de simpatía por Teodoro. Pero no de la simpatía que ustedes conocen. No. De la “sympahty” de Mick Jagger y su Diablo. Pesar por Teodoro. Lástima por Teodoro. Aflicción por Teodoro.
¿Tendrá chance Teodoro de colearse en las listas electorales de la Coordinadora SeudoDemocrática? ¿Cuántos votos sacará?. Pobre Teodoro. Pa’ lo que quedaste Teodoro. El recoge mierda de los fascistas.
Luis Rivero Badaracco.
Maturín, 6 de Agosto del 2003.
