Estimado Manuel:
De entrada, quiero decirte que estoy viendo con mucha preocupación tu actuación en la política venezolana. Tengo la sensación de que estás tentado a quedarte con la presidencia de la gloriosa e histórica Confederación de Trabajadores de Venezuela –CTV-. Y esa vaina no te la voy a permitir.
A mi no me vas a hacer lo mismo que le hicieron al pendejo de Carlos Fernándes. Así, que no te la des de Albis Muñoz. Que a ti no te queda bien ese papelito.
Es verdad que el paro a mi se me fue de las manos, pero te garantizo que la presidencia de la CTV no se me va a ir. Porque todos los trabajadores nacionales e internacionales (esta carta me la está escribiendo Elías Santana, como en los viejos tiempos del paro, y tengo que soportarle que me ponga aquí un montón de cosas con las que no estoy de acuerdo) conocen de mi larga y heroica lucha por sus reivindicaciones en todos los niveles.
Quiero recordarte, amigo Manuel, para que después no digas que no te lo dije, que yo me la jugué en la clandestinidad porque este régimen del señor Chávez me quería matar. Y ahora estoy jugándomela también en el exilio. Esperando ansioso la hora y el momento en que todo el pueblo venezolano reclame el concurso de mis conocimientos para estar allí, al lado de nuestra heroica clase obrera.
No creas que me estoy descuidando. Yo sé que algunos líderes de Acción Democrática te están calentando la oreja para que me des un golpe de estado. ¡Quién lo diría, darme un golpe de estado a mí!. Y yo conozco muy bien a Acción Democrática y sé que allí nadie juega limpio.
También quiero decirte que no creas en todo lo que te están diciendo en estos momentos. Tú sabes bien que esa gente no quiero nada con negros. Ahí tienes al negro Claudio Fermín, no lo pueden ver ni en pintura.
Así que, quédate sentado donde estás, Cova, que ahí estás bien, y no pretendas alzarte con la presidencia de mi empresa, perdón, de mi gloriosa Confederación de Trabajadores.
No te olvides que yo sé muy bien que a ti te llamaban el negrito del Batey, porque el trabajo para ti es un castigo.
Por cierto, aquí entre nos, cuídate de Timoteo Zambrano, recuerda lo que le hizo al compañero Canache Mata, cuando se quedó con los pasajes para ir a París a la reunión de la Internacional Socialista. Ese hombre no es de confiar, amigo Cova.
Por último, quiero hacerte una pregunta, ¿qué tal si suspendemos otra vez la navidad?
Y no te olvides que te estoy cazando, Covita, Ayer vi un aviso donde le dabas la bienvenida a Lula Da Silva. Déjate de pendejadas y no estés buscando lo que no se te ha perdido.
Saludos.
Carlos Ortega.
Robertomalaver@cantv.net