Periodismo en Venezuela: ¡Pónchame a la que no tiene dientes!

¿Qué es un periodista? Un ser humano como cualquier otro, con un micrófono, un lápiz o un grabador, como medios para transmitir noticias, no llegar a transmitir su ego.

He visto a un periodista (Pedro Guerrero de RCTV) llegar a cubrir un suceso (protestas en contra de Primero Justicia y AD el sábado 08/06/02) mirando a las personas por encima del hombro, haciendo preguntas y contestándolas con sus propios razonamientos, mirando a sus entrevistados con todo el odio que pueda albergar en su corazón, regocijarse con el mal de su prójimo. ¿Es esto periodismo? ¿Es esto lo que enseñan las universidades hoy en día?

He oído a este periodista decir "pónchame a aquella que no tiene dientes" y es evidente que no lo hizo para diferenciarla de quienes sí teníamos dientes, sino para humillar a esa persona ante todo un país, para endiosarse por unos instantes, para compararse con alguien "inferior" y sentirse superior, para seguir afianzando una matriz de opinión con respecto a la inferioridad de los seguidores del presidente Hugo Chávez Frías ante la superioridad de los de la oposición.

Esto es mediocridad, porque es evidente que un gran número de periodistas de 1os canales privados venezolanos, en realidad, deberían cubrir únicamente la fuente de farándula y sociales porque allí sí saciarán sus ganas de figurar. Cubrir la fuente política, sucesos, etc., no es para todo el mundo, se requiere fuerza psicológica y mucha moral y eso no lo entienden estos lleva y trae de la comunicación.

Periodistas como Pedro Guerrero de RCTV no han sabido entender que, por encima de sus posturas ideológicas, la carrera que "estudiaron", no se fundó con el fin de que estos profesionales se convirtieran en las estrellas de la noticia, sino en personas que hacen un claro aporte social.

Transmitir realidades manipuladas como "pónchame a la que no tiene dientes" no es una función social, sino una clara demostración de la maldad que algunos seres humanos aún llevan en su corazón.

Es claro que hay periodistas que no están siendo obligados por los dueños de los medios de comunicación para cometer las atrocidades que transmiten día a día. Es claro que pseudo periodistas como Pedro Guerrero tienen un gran interés de ser reconocidos, no por el público venezolano, sino por Marcel Granier. Siempre me ha parecido detestable un ser humano que haga lo posible y lo imposible para ser "reconocido" por su jefe. Este ser debe haber sido de aquellos que estudiando, le ofrecían a los profesores irle a comprar café para ganarse unos puntos extras. Son las personas para quienes el esfuerzo propio no vale nada, al contrario de la cantidad de alabanzas que se le da a quien tiene por encima.

Cuando periodistas como Pedro Guerrero dejen de destilar odio, dejen de humillar al prójimo, dejen de sembrar la separación, dejen de sentirse superiores aunque tenga sangre, huesos, piel etc., igual que cualquier ser humano, entonces, volverán a tener credibilidad, aunque lo veo muy difícil.

Pedro Guerrero, cuando entiendas que nadie es superior a nadie, independientemente de lo que crea, cuando entiendas que el ser que se cree superior por aparecer en televisión, por tener 4 lochas en un banco, por tener una dentadura con 32 dientes, por vivir en una zona y no en otra, por tener una profesión, al final demuestra ser poco. Poco porque lo que llevas en el corazón es lo que te hace como ser humano, porque tu boca dice lo que llevas adentro.

Jesús dijo: "Por sus frutos los conocerás". Los venezolanos ya sabemos discernir y el fruto del árbol llamado Pedro Guerrero fue "Pónchame a la que no tiene dientes", y gracias a ese fruto, ya lo conocemos. Esto es lo que hace que me agradezca a mi misma haber borrado estos canales del control remoto del televisor.

Creer en Dios no es ir a la iglesia y tomar la ostia de manos de un cardenal muy reconocido, es poner en practica su palabra, es llevar el amor, incluso a quien no comparte nuestras ideas, es ponerse en el lugar de nuestro semejante y sentir de antemano lo que esa persona pueda sentir con nuestro acto malévolo.

Pedro Guerrero, espero que, aunque te importe menos que ir donde Marcel y Eladio a contarle la última humillación que proferiste a un chavista, leas un poco las palabras de Jesús que, evidentemente, te hacen mucha falta. Analízalas y aplícalas a tu conducta cada vez que vayas a actuar, sea quien sea. Amar al prójimo tal como nos amamos a nosotros mismos es difícil, pero no imposible.

NO HAGAS A OTROS LO QUE NO QUIERES QUE TE HAGAN A TI.



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