Vestido elegantemente, y sonriendo a las tribunas, llegó a la sede del Consejo Nacional Electoral – CNE- el embajador de Estados Unidos en Venezuela. Delante, como debe ser, iba el presentador, quien una vez que estuvo al frente de la junta directiva del Consejo dijo:
- Ladies and gentlemen, this is, Mr. Sapiro.
El embajador dobló su cuerpo diplomático, y saludó a los directores del CNE, y después expuso su plan en perfecto español:
- Estoy aquí para celebrar con ustedes el hecho de que al fin tenemos CNE. Nosotros somos muy serios y muy vigilantes de la democracia en todas partes del mundo, y hoy creemos que hay que celebrar, porque ustedes se lo merecen.
Los directivos mostraron su complacencia y agradecieron el gesto del embajador Shapiro. Y el hombre siguió hablando:
- Para esta celebración, he decidido darles todo mi apoyo. Y los que han estado en mi residencia, saben que nuestras fiestas de celebración son en grande, y se hacen con toda la seriedad del caso.
La gente que caminaba por el lugar se acercó a la oficina de los directivos del CNE para ver de cerca al embajador que estaba dando todo su apoyo al recién nombrado cuerpo directivo.
- Como ustedes saben, yo tengo unos amigos que pueden hoy mismo presentar un show para divertirnos en grande, les garantizo que todos nos vamos a morir de la risa…
El embajador Shapiro vio a su alrededor con un movimiento muy sobrio y protocolar, y luego empezó a llamar:
- Marta. Marta. Marta.
Y en ese momento apareció el cómico que ya estuvo en la residencia del embajador celebrando el día de la prensa. El hombre, haciendo de Marta Colomina se fue encima del siquiatra Jorge Rodríguez, quien con un rápido movimiento de izquierda, logró esquivarla.
El público comenzó a gritar “Uh, ah, Shapiro ya se va”, y mientras tanto el hombre que hacia de Marta Colomina sacó un muñeco parecido al presidente Hugo Chávez Frías, y cuando estaba a punto de hablar, el embajador intervino nuevamente.
-Este acto ha gustado mucho y queremos repetirlo hoy gratuitamente para todos ustedes. ¿Are you ready, Ms Colomina?
Fue en ese momento, cuando se escuchó un grito en el salón:
- ¡Auxilio! Shapiro nos quiere ayudar.
Robertomalaver@cantv.net