El triunfo arrollador del Comandante Hugo Chávez Frías en las elecciones de
1.998 como Presidente de todos los venezolanos, y con ello la aniquilación
absoluta de los partidos Acción Democrática y Copey, han devenido en
esperanzas reales y concretas en la dirección de enrrumbar a nuestra patria
hacia derroteros donde la justicia social deje de ser una utopía.
Ha habido desde entonces cambios de suma importancia en la reconstrucción de
un país concebido históricamente para el beneficio de unos pocos, cuyo
recuento nos ocuparía muchísimo espacio. Sin embargo, intentaremos
relacionar los que, en nuestro criterio, pudieran reflejar con mayor acierto
la naturaleza real y concreta de esas esperanzas posibles, así como las
estrategias que ha puesto en práctica el gobierno de Chávez para garantizar
la preservación y realización de esos sueños, en el marco de una absoluta
libertad y respeto por los derechos humanos.
En primer término, ocupa puesto preeminente la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, aprobada en referéndum consultivo por el pueblo en
1.999, debido a su carácter fundamentalmente democrático, en donde ese
término dejó allí de ser un concepto abstracto y sin contenido trascendente,
utilizado únicamente para el engaño y para preservar privilegios de
grupúsculos en detrimento de la vida de las grandes mayorías, a quienes se
les había venido vendiendo la idea de que el derecho que tenían a elegir
cada ciertos lapsos a unos equipos o dirigentes para que los gobernaran y
les administraran los bienes y recursos del colectivo, es decir de la Nación
toda, era lo fundamental.
La propaganda sistemática de vendernos a esa dirigencia como cualquier
producto y, por supuesto el mejor, sin duda alguna mantuvo la idea de que
esa democracia era la mayor y más cara herencia que nos habían dejado los
griegos y quienes inspiraron la revolución francesa, así como quienes
idearon los regímenes parlamentarios y liberales de la post guerra y
bla...bla...bla....(!) Hasta allí nos enrostraban en la cara esa fórmula
inigualable de hacernos ver que con esa democracia representativa éramos
todos iguales, con los mismos derechos, lo cual jamás fue cierto. Hay un
ejemplo singular de esa terrible desigualdad que nos dejó esa farsa
impulsada por adecos y copeyanos por más de 40 años y que se advierte sólo
con un simple ejemplo: todo el que viva o pase por Caracas al voltear la
vista hacia cualquiera de sus vientos, verá con un dejo de tristeza y, por
qué no decirlo, de rabia incontenible, los ranchos y la marginalidad en
magnitudes realmente asombrosas que cercan la ciudad por casi todos sus
costados, lo cual nada de eso era así cuando aparecieron en 1.958, a la
caída de Pérez Jiménez, esos farsantes con esa democracia falsa de bajo del
brazo.
Paralelamente a la proliferación de esa miseria que fue acordonando no
solamente a la capital, sino a todas las grandes ciudades del país, el campo
se fue quedando sin campesinos. Y lo curioso es que dictaron una fulana ley
de reforma agraria por allá a comienzos de la década de los años sesenta,
que lo único que produjo fue el abandono de los campos, cuyos campesinos
optaron por instalar sus corotos en ranchos insalubres a las márgenes de las
ciudades, creando los llamados cordones de miseria y que igualmente llevó a
la quiebra a centeneras de miles de pequeños y medianos productores, a
quienes se les obligó a vender sus tierras productivas por presión de una
deshonesta dirigencia agraria disfrazada de campesina, la cual no era otra
cosa que grupos de bandas adecas organizadas para apoderarse de las mejoras
tierras con la fulana excusa de esa falsa reforma del medio rural que se
hacía para el beneficio de las capas campesinas irredentas. El tiempo, no
muy largo por cierto, se encargó de poner en evidencia de que ese fue el
primer engaño, bien planificado, de una casta que no venía a gobernar para
hacer justicia a un pueblo explotado y humillado por años, sino a seguir los
dictados de las capas de la oligarquía económica criolla y a satisfacer las
apetencias de las grandes corporaciones internacionales.
Abandonado el campo, la producción de alimentos de todo tipo bajo a niveles
nunca antes visto en el país, de la cual, por tradición, habíamos vivido
siempre. Venezuela fue país exportador en grande de productos diversos,
como: cacao, café, tabaco, azúcar, maíz, plátano, ganado en general
(mayormente de estos, los derivados de su cría, como los cueros y grasas),
asi como otros muchos. Los venezolanos no sólo comenzaron en esos momentos
a tener que aceptar sin mayor capacidad de protesta una política que venía
aupándose en detrimento de la producción nacional y que tuvo sus detractores
a hombres de la talla de Arturo Uslar Pietri, la cual planteaba y de hecho
se acordó con su imposición, sustituir la producción nacional por la masiva
importanción de productos agroalimentarios de todo género. De esa manera, la
dirigencia política cumplía así sus compromisos con los peores intereses
nacionales. Un ejemplo de ello lo tenemos en un caso emblemático, con la
decisión de esconder en los archivos muertos, durante el primer gobierno de
la llamada era democrática (1.959), presidido por Rómulo Betancourt, el
vasto y audaz plan ferrocarrilero elaborado y listo para su ejecución por
Pérez Jiménez, en cuyo diseño estaba prevista una línea férrea en el
proyecto del puente sobre el Lago de Maracaibo. Claro, a la General Motors y
a las demás corporaciones de la competencia en la fabricación de vehículos
de motor, nada de eso les convenía. El interés de esos poderosos grupos
económicos estuvo centrado y en eso fueron ampliamente complacidos, con la
inauguración de vías y autopistas por doquier para que los autos, camiones y
gandolas pudieran tener un mercado que realmente resultara altamente
productivo, como efectivamente ocurrió.
Con la nueva realidad que se respira en el país, la cual abre inmensas
posibilidades de rescatar a su gente que ha vivido al margen de las
oportunidades de lograr que esa necesidad de vivir lo sea con dignidad y que
constituye la inmensa mayoría, no abrigamos ninguna duda de que Venezuela
entró al siglo XXI con pie seguro, hacia mejores destinos en todos los
órdenes imaginables. El importante conjunto de leyes habilitantes referidas
a asuntos vitales para la transformación del país aprobadas en el 2.001,
entre las cuales destacamos la Ley de Tierrras y Desarrollo Social; la Ley
Especial de Asociaciones Cooperativas; la Ley del Fondo Unico Social; la Ley
orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación; la Ley de Pesca y Acuicultura;
la Ley de Hidrocarburos; la Reforma a la Ley de Protección al Consumidor y
al Usuario; la Ley de Zonas Costeras; la Ley de Crédito para el Sector
Agrícola; la Ley para la Promoción y Desarrollo de la Pequeña y Mediana
Industria; la Ley de Creación, Estímulo, Promoción y Desarrollo del Sistema
Microfinanciero; la Ley de Turismo y la Ley de Cajas de Ahorros y Fondos de
Ahorro, son expresiones muy claras y concretas de que el Comandante Hugo
Chávez Frías, quien llegó al poder en libérrimas elecciones, lo hizo para
gobernar sin vasallajes y compromisos de índole alguna, en favor de la
Venezuela que, en primer lugar, quiere ser libre y soberana y,
paralelamente, convertirse en un país que está dispuesto a rescatar y
dignificar a las grandes mayorías que han estado abandonadas a su suerte y
mantenidas al margen de las grandes decisiones que, en todos los campos, han
sido tomadas en Venezuela desde su propia constitución como país
independiente de la corona española.
A ese cuerpo normativo que hemos relacionado, habría que agregarle otras
muchas disposiciones que tienen que ver con la seguridad y defensa del
territorio y de los ciudadanos, así como sobre otros aspectos igualmente
trascendentes. Viéndolo en su conjunto es entramado de leyes, se hace
palpable la voluntad de transformación de un país que siempre estuvo
controlado por las mafias del capital nacional, en connivencia con los
grandes consorcios extranjeros, el cual quiere, definitivamente, ser libre y
soberano.
Con la puesta en práctica de esas normas legales, se han venido llevando a
cabo exitosos programas de carácter social y económico, en donde esas
grandes mayorías preteridas han venido siendo incorporadas al desarrollo de
la Venezuela productiva que queremos para el bienestar de todos, a través de
acciones como:
a) La promoción y creación de cooperativas en todos los campos posibles del
acontecer económico y social;
b) La entrega de microcréditos y créditos a centenares de miles de
compatriotas, con la debida asistencia organizativa y de planeación
supervisada, como nunca antes había ocurrido;
c) La puesta en marcha de numerosos planes sociales en el campo de la
sistencia médica preventiva y curativa, los cuales se han venido extendiendo
de manera acelerada por la barriadas más humildes, con la desinteresada
cooperación de la hermana República de Cuba;
d) La entrega de tierras a miles de campesiones que siempre vivieron
arrimados y tratados casi como exclavos, igualmente con la asistencia
crediticia y técnica necesaria, así como, además, dentro de un concepto
colectivista de pequeños grupos, a quienes se les garantiza el hábitat
apropiado, donde puedan mantener cerca a sus familias, con acceso a los
servicios generales esenciales, como los centros de abastecimiento, esquemas
de transportación de sus productos a los mercados, escuelas y liceos,
ambulatorios, etcétera.
e) El desarrollo de interesantes proyectos habitaciones sobre la base de
viviendas dignas, dotadas de todos los servicios esenciales tanto de
infraestructura como vecinales y comunales, dentro de estrategias que
apuntan a incrementar y acelerar la cantidad de unidades que pudieran
superar las casi 250 mil en los próximos dos años, con aportes especiales
provenientes de los ingresos del petróleo y sus derivados;
f) La puesta en marcha de acciones muy claras en el área educativa, a todos
los nieveles, que ha incluído la construcción y remodelación de centenares
de escuelas bolivarias, en donde los niños reciben además de la educación
formal, las tres comidas diarias y la atención médica y odontológica
necesarias, así como el rescate y construcción de nuevos centros de
educación media y superior, como los denominados institutos universitarios y
las universidades, a lo largo y ancho de toda nuestra extensa geografía, con
lo cual una cantidad incalculable de compatriotas que no tenían acceso a la
educación, se les abre con certeza la oportunidad de que puedan salir de la
oscuridad y educarse para el trabajo productivo y adecuadamente remunerado.
En estas políticas educativas, obviamente, no podían quedar excluídos los
iletrados, para los cuales se inició hace pocas semanas un programa de
alfabetización, al cual se le dió el nombre de "Samuel Robinson", en
homenaje al maestro y filósofo Simón Rodríguez, igualmente con la
cooperación de Cuba, basado en un novedoso y exitoso diseño de enseñanza
puesto en práctica en otros países y que la UNESCO le otorgó un importante
premio por su calidad y efectividad, con el cual se espera que antes de
concluir el presente año, más de un millón de venezolanos aprenderán a leer
y a escribir;
h) La inquebrantable decisión de nuestro máximo dirigente de hacer de los
postulados de nuestro Libertador Simón Bolívar una inspiración permanente en
los esfuerzos por hacer de Venezuela un patria libre, amante de la paz,
propulsora de la unión efectiva de los pueblos del tercer mundo y solidaria
en el esfuerzo por constuir un mundo donde brille la justicia y la paz
verdadera y permanente; y, finalmente,
i) La intensa y muy plausible capacidad que ha demostrado el mismo
Presidente Chávez de mantener con su pueblo un contacto directo y
persistente, en el marco de una muy clara política que propicia la
participación y el protagosnismo ciudadano que contempla nuestra Carta
Fundamental, en términos del mayor respeto y solidaridad, como valores
esenciales de vida civilizada y que constituye, a nuestro modo de ver, un
ejemplo para que las decenas de miles de compatriotas que tienen a su cargo
responsabilidades políticas y de dirección y de gerencia administrativa en
las instituciones gubernamentales a lo largo y ancho del país, hagan lo
propio, con el mismo calor y fuerza como lo hace el primer mandatario de
manera incansable.
No sería posible para un artículo de este tipo, intentar relacionar todos y
cada uno de los pasos y avances hacia el progreso real de sus gentes que se
están dando en esta Venezuela bajo el liderato del Comandante Chávez Frías.
Algunas cifras recientes de organismos internaciones, como la OMS, la
UNESCO, la FAO y la UNICEF, muestran signos evidentes de ciertos progresos
en algunos aspectos de la salud, como la esperanza de vida y la mortalidad
infantil, los extensivos programas agroalimentarios, así como los logros
obtenidos en la educación, con la decisión gubernamental de elevar de forma
sustancial la inversión pública en el área del 2,75% a casi el 6% del PIB,
lo cual ha permitido que se incremente sustancialmente la matricula y mejore
la calidad educativa, son evidentes demostraciones de que, efectivamente,
Venezuela avanza de manera indetenible hacia opciones de vida de mayor
provecho para todos su pueblo. Es de otra parte muy interesante apreciar que
a pesar de las acciones vandálicas y terroristas de la oposición venezolana
durante todo el año 2.002 y comienzos del actual, ha habido esos avances,
muy pequeños todavía que nos reportan dichos organismos internaciones, pero
que tienen la significación de haber sido el producto de esfuerzos supremos,
pues no podemos olvidar que esas acciones, las cuales tuvieron como único
objetivo el derrumbamiento del orden constitucional establecido, afectaron
sustancialmente las finanzas del Estado y a centenares de pequeños y
medianos comerciantes e industriales, muchos de los cuales fueron a la
quiebra, generándose con todo ello una sustancial disminución del dinero en
manos del público, un crecimiento desmedido en la tasa de desempleo y una
disminución del consumo.
De manera que a la vista tenemos que el gobierno ha sabido gerenciar esa
crisis creada artificialmente por una irreflexiva postura de una oposición
que no cesa de continuar en su empeño por salir de Chávez como sea y al
precio que sea. Hasta la fecha le han resultado infructuosos los intentos
por lograr ese objetivo, pero la tozudez y la obsesión la lleva a cometer
errores tras errores. Este último que tuvo con la solicitud de revocatoria
del mandato a Chávez que intrujo ante el Cuerpo Electoral y que éste lo
declaró inadmisible, es ya una demostración mayúscula de que sus esfuerzos
por interrumpir el actual gobierno terminarán en nada, pues parece que cada
día que transcurre, sus estratagemas por lograr un consenso que satisfaga
los requerimientos normativos para revocarle el mandato al Presidente por la
vía de las trampas, clonando y falsificando firmas, ya no será muy fácil
lograrlo ante un organismo electoral integrado por gente que muestra
seriedad y muy alta honorabilidad, el cual no se prestará a sus jugadas,
como si estaban dispuestos a complacerlos los miembros del anterior Consejo
Nacional Electoral (CNE).
Todo cuanto hemos sostenido en esta nota lo avala una realidad que está a la
vista de propios y extraños. Estos avances y progresos irritan a la
oposición en general y en particular, en grado extremo, a quienes tuvieron
el poder en sus manos por más de cuatro décadas y lo único que hicieron fue
volver al país añicos y robarse y despilfarrar el equivalente a seis planes
Marshall, como el escritor ya fallecido, Dr. Uslar Pietri nos lo aseveró en
más de una ocasión.
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