En 1908 el general Juan Vicente Gómez, apoyado por Estados Unidos, da un golpe de Estado contra el presidente Cipriano Castro. Los tribunales no encuentran responsables, y condenan al depuesto Castro por oponerse al golpista Gómez.
En 1948 los coroneles Marcos Pérez Jiménez, Carlos Delgado Chalbaud y Llovera Páez dan un golpe contra el presidente legítimamente electo Rómulo Gallegos. Los tribunales no encuentran responsables.
En 1951 el presidente de la Junta de Gobierno, coronel Delgado Chalbaud, es asesinado por un ejecutor que muere al ser detenido, y ocupa la Presidencia el coronel Marcos Pérez Jiménez. Los tribunales no encuentran responsables.
Durante las décadas inmediatas, la sociedad es conmocionada por los casos de un sacerdote presunto asesino de su hermana, de un militar presunto homicida de su esposa y de varios mozalbetes de buena familia supuestos secuestradores de un amigo. Los tribunales no encuentran responsables.
Durante los años cincuenta y sesenta, un célebre abogado saquea establecimientos comerciales haciendo pasar a sus empleados por jueces que practican embargos. Los tribunales no encuentran responsables.
En 1962 el presidente Betancourt obtiene la mayoría parlamentaria ilegalizando a los partidos de oposición y encarcelando a los congresistas opositores en violación flagrante de la inmunidad parlamentaria constitucional. Los tribunales no encuentran responsables.
Hacia esa época, un juez encarcela al humorista Aníbal Nazoa por señalar que el togado violó una norma gramatical. Los tribunales superiores no encuentran responsables.
A principios de los sesenta aparece el cadáver del profesor Alberto Lovera con indicios de tortura y la investigación de José Vicente Rangel arroja evidencias en contra de los cuerpos represivos. Los tribunales no encuentran responsables.
En 1966, la Dirección General de Policía detiene al periodista Fabricio Ojeda, miembro de la Junta Patriótica que derrocó la dictadura de Pérez Jiménez, y el detenido fallece ahorcado con una media atada a un lavamanos. Los tribunales no encuentran responsables.
Durante la década de los sesenta, unos dos millares de venezolanos son secuestrados, torturados y muertos por los organismos armados del Estado. Los tribunales no encuentran responsables.
Efraín Labana Cordero es secuestrado por la Dirección General de Policía, conducido a un Teatro de Operaciones, torturado, quemado con hierros candentes, enterrado vivo e inconstitucionalmente exiliado. Los tribunales no encuentran responsables.
En los años setenta, el abogado Carmona amenaza con denunciar negociados de corrupción, y es ultimado por un sicario. Los tribunales no encuentran responsables.
A finales de los setenta la Disip secuestra al dirigente Jorge Rodríguez y lo tortura hasta la muerte. Los tribunales no encuentran responsables.
En 1977 el candidato presidencial Renny Ottolina aborda una avioneta que se estrella en circunstancias misteriosas y el periodista Jorge Olavarría da a conocer una cinta grabada en la cual Carlos Andrés Pérez y Diego Arria confiesan tener conocimiento anticipado del vuelo. Los tribunales no encuentran responsables.
A finales de los setenta, un gerente cultural estafa a la sociedad venezolana mediante el fraude en cadena llamado pirámide. Los tribunales no encuentran responsables.
El presidente Lusinchi, su gabinete y millares de corruptos perpetran el latrocinio colosal de otorgar y adquirir ilegítimamente dólares subsidiados en virtud del Régimen de Cambio Preferencial. Salvo el chino de Recadi, los tribunales no encuentran responsables.
Poco después perime la instancia de los juicios por corrupción contra Lusinchi y sus cómplices porque los funcionarios encargados de proseguirlos no cumplen con su deber. Los tribunales no encuentran responsables.
A principios de los años ochenta el ejército tortura y ejecuta con tiros de gracia a varias decenas de ciudadanos en Cantaura y Yumare. A pesar de la minuciosa investigación de varios parlamentarios, los tribunales no encuentran responsables.
Ruth Capriles compila tres voluminosos tomos de un Diccionario de la Corrupción con centenares de casos de enriquecimiento ilícito. Los tribunales no encuentran responsables.
En 1989, cuerpos represivos asesinan a más de dos millares de venezolanos durante el Caracazo. Los tribunales no encuentran responsables.
En 1993, millares de urnas electorales repletas de votos a favor de La Causa R aparecen arrojadas en el basurero de La Bonanza. Los tribunales no encuentran responsables.
En 1993 una camarilla de banqueros roba los ahorros de los venezolanos por un monto que alcanza a la mitad del circulante del país. Los tribunales no encuentran responsables.
El único banquero ladrón que cumple sentencia lo hace en Estados Unidos. Una vez que pudo regresar a Venezuela, en pocas horas lo pone en libertad un tribunal que no encuentra responsables.
En 1997 el periodista William Ojeda denuncia que tribus judiciales venden las sentencias a los bufetes que les regalan sus nombramientos. Los tribunales no encuentran responsables, y encarcelan al denunciante.
En jueves 11 de abril de 2002 oficiales se declaran en rebelión militar contra el Presidente legítimamente electo, dan un golpe de Estado, lo secuestran y nombran a dedo un dictador que disuelve todos los poderes.
El tribunal disuelto por el dictador no encuentra responsables de rebelión, con lo cual declara legítimo al dictador y válido el decreto que disuelve a dicho tribunal y por consiguiente nula la sentencia que no encuentra responsables.
Los responsables de encontrar responsables de que los tribunales no encuentren responsables no encuentran responsables.
Esta nota ha sido leída aproximadamente 4062 veces.