Comandante Ali Primera contamos con los fusiles de tu canción

Nota de Aporrea: Este artículo fue publicado el 24/09/03 por ADITAL, dedicado al cantautor del pueblo Alí Primera, quién junto a la gran mayoría del pueblo venezolano esta presto a la defensa del proceso bolivariano.

"Ante la agresión sistemática, ante la intriga perenne, ante la amenaza manifiesta a Venezuela por parte de los EE.UU, los revolucionarios (as) venezolanos, los revolucionarios (as) latinoamericanos y caribeños ya tenemos encendida nuestra conciencia con los ideales de Simón Bolívar, y nuestros fusiles, seguro, están repletos de canciones de Alí Primera".
24 de eptiembre/2003 - Venezuela - El canto popular de Alí Primera1 representa para los venezolanos y las venezolanas un nuevo tipo de relación humana, ya que concreta en el campo real de la vida una relación de diálogo fraterno y de cooperación solidaria.

Valiéndose casi constantemente de una notable intuición, de un cierto buen gusto, cuando no de una buena dosis de audacia al golpear la guitarra o el cuatro, el cantor del pueblo venezolano se las ingenió para componer sus melodías, siempre manteniendo como soporte un poema para llamarnos al combate. ¿En nombre de quién? Del Pueblo, respondemos inmediatamente.

Sus canciones, en principio, no se oyeron por la radio. Fue mucho después que comenzó a ser difundida una que otra música suya; y cuando esto sucedió, ya el pueblo las había tarareado hacía un largo rato; la televisión, por ejemplo, nunca lo presentó en sus programas estelares; sencillamente, estaba vetado por los amos de la imagen; una vez desaparecido, Alí pudo vérsele por este medio, claro está, cuando refirieron su muerte.

Hoy su canto unifica al pueblo venezolano en la búsqueda de soluciones a los conflictos, los cuales ahora se llaman problemas; y lo estimula a participar en la palabra, en la decisión y en la acción colectiva.

Resumir la desventura de los pobres en una canción o en una poesía, era un ejercicio normal que Alí Primera compartía con sus hermanos.

Recordemos aquí que el pueblo expresa lo mejor de sí mismo, mediante el canto y la poesía popular, lo cual es algo verdaderamente creativo. De allí que con este nuevo tipo de relación humana y con la nueva conciencia que el pueblo ha tomado de sí mismo y de su propia realidad, las cosas en Venezuela tienen que comenzar a caminar y a transformarse. Porque a la par de haberse desplegado en todo el país un movimiento político-social en torno al canto de Alí Primera; al mismo tiempo, se ha desarrollado entre nosotros una conciencia inédita, la conciencia critica.

Me han dicho que el pueblo/se encuentra indefenso/y que se encuentra inerme/como la edad ante el tiempo.

Como un anciano herido/como un niño de pecho/y a mí me habla la historia/no me han echado el cuento.

Me han dicho que el pueblo/se encuentra indefenso/y cabalgan su espalda/como en el medioevo/cazadores de brujas/con látigos modernos/que dejan moretones/en la dignidad del pueblo.

La historia no tiene derechos de autor

Estamos de acuerdo en que la canción de Alí Primera, no solamente ha despertado la historia, sino que, además, le ha hecho comprender al pueblo que debe ser él el autor de su propia historia; por eso debemos considerarla liberadora.

De la misma forma, la canción testimonio de Alí Primera, cumplió con creces su destino libertario; precisamente, el día 13 de abril de 2002, y lo hizo al pie de la letra y con una eficiencia que no dejó lugar a dudas: "Si hay once habrá trece".

Sin duda que fue el pueblo el gran protagonista de su obra, el mismo que siempre paga los platos rotos de tantas cosas; por eso le fue fácil hacerla suya, y la sigue cantando una y mil veces, no solamente para apaciguar sus penas, sino para armarse y defenderse de las permanentes agresiones de la clase dominante y de las constantes amenazas del imperialismo estadounidense:

Y le gusta la guerra Don Samuel/porque le sobran balas/y soldados no le faltan/además, son valientes, Don Samuel,/a fuerza de lavados de heroína/y marihuana, Don Samuel.

El pueblo venezolano aprendió en medio del sufrir que las canciones de Alí Primera crean las condiciones para mantenerse de pie y así poder transformar la amarga realidad en que se encuentra "más del 80% en situación de pobreza".

Es cierto, entrañablemente cierto: una canción no transforma nada, proporciona, eso sí, infraestructuras para una transformación:

Pero creo en tu fuerza/porque el trigo germina/y llegará el día pueblo mío/en que se unan tus hijos/para lavar tu frente/que si estás indefenso/no será para siempre.

La canción de Ali versus los amos del poder

En el contexto actual, en el mediodía de la Revolución Bolivariana, los venezolanos y las venezolanas seguimos recibiendo los patrones de dominación-explotación; de allí que se haga necesaria y urgente la tarea liberadora pendiente; una tarea que pasa por el estudio y la comprensión por parte del pueblo de la estructura social aún existente.

Es el tiempo de que el pueblo - pobre entienda con precisión los tipos de relaciones que se han establecido históricamente en Venezuela y que ahora mismo llevan a la existencia de clases sociales dominantes y clases sociales dominadas; es el momento de darle aplicación a todo lo consagrado en la nueva Constitución, de profundizar la Revolución Bolivariana, pero, eso sí, junto con el pueblo. Mañana será tarde:

- 20% clase dominante y sectores intermediarios.

- 80% clases subalternas oprimidas.

El simple hecho de que la sociedad venezolana esté organizada en una estructura, tiene consecuencias muy decisivas. No estoy descubriendo el agua tibia. Una de ellas es la generación de una ideología dominante, que no es otra cosa que el conjunto de percepciones de la realidad, las valoraciones y relaciones características de las clases dominantes; lo cual se contrapone a la nueva conciencia que impulsa el proceso bolivariano.

La oligarquía insistirá en imponer su doctrina a través de los aparatos ideológicos que mayoritariamente controla; para legitimar así su dominación y asegurarse con ello el control del poder y mantener de esta forma los privilegios de ayer y de hoy.

Por cierto, Alí Primera, escribió una canción titulada "Esclavos de esclavos", donde da cuenta acerca de lo que venimos diciendo, que no es otra cosa que la alienación "escatológica" de la clase dominante:

Sutil es la esclavitud/ya no sentimos el látigo/que nos resuena en la espalda/es la nueva esclavitud.

Busco a alguien que me diga/si él no se siente esclavo/al ver el hambre en los rostros/al ver un niño pringoso/al ver un hombre sin casa.

Bote el suyo, compre el nuestro/me refiero al pensamiento,/cómprese un televisor/que viva a lo moderno/no le dé importancia amigo,/dormir no halla puesto.

Que mi canto no se pierda

Alí Primera, con su canción-protesta sigue marcando en el contexto actual de desigualdades sociales, una alternativa para que el venezolano vaya revolucionando sus formas de relación comunicativa, en la medida en que, al desarrollar su nivel de conciencia de sus relaciones con el género, considere al otro como un medio, no como un fin:

Lo que digo en éste canto/es la historia de un encuentro/que tuve con un anciano/y mi antigua poesía/las dos rosas de sus manos.

Me dijo llegar temprano/es ver las cosas de frente/y, además, te queda tiempo,/para mirarlas dos veces.

Al ver al viejo descalzo/quise darle mis zapatos/y me dijo no hace falta/lo que importa es tu conciencia/no es importante el ropaje/sino distinguir a fondo/los que van comiendo Dioses/y defecando demonios.

Identificarse con el pueblo, fue el compromiso que adquirió Ali Primera, cuando asumió una postura distinta de la que ha predominado en nuestra cultura dominante. Alí, supo valorar, asumir y entrar en la cultura del pueblo, no como han hecho tantos artistas de la "cultura popular", que van al pueblo para extraer de él los argumentos de sus canciones y no le dan nada a cambio; ni como quien va a estudiar al pueblo para sus propios fines, sin devolverle beneficio alguno. Alí Primera sí asumió los valores del pueblo, su forma de vivir, de amar, de tratar a los niños, de ser solidario; y del mismo modo, festejó y celebró con él su fe y su fiesta:

Pare primo la canoa,/que me parece que llora/la chinita a1lá en la orilla/que no es una pesadilla/despierta, tú puedes ver/que somos nosotros/los que lo están matando, sí,/¡Qué molleja, primo!/tan cristalino que estaba el lago ayer/no es el palafito/lo que está matando todo lo que hay en él.

Pare primo la canoa/que me parece que llora/el pescador allá en la orilla/si te matan la semilla/¡Quién la vida le dará?/No hay flores en la ribera/sólo peces muertos hay/¡Qué molleja, primo!/tan cristalino que estaba el lago ayer/no es el palafito/lo que está matando, todo lo que hay en él.

La guitarra enamorada de armando/llorando su cocotero/cuando en la rada/se puso negro el lago/estando azulito el cielo/la inocencia no mata al pueblo,/pero tampoco lo salva/lo salvará su conciencia/y en eso me apuesto el alma.

La causa y las luchas del pueblo también fueron suyas: la causa del pueblo es la vida, los medios de vida, la justicia eternamente negada, la escuela siempre insuficiente; Alí Primera, invariablemente, entendió que el pueblo quiere cambiar, quiere otra sociedad más humanitaria, en la que pueda tener hijos a los que ame y trabajar con honradez junto a los demás.

Comprendió, además, que identificarse con el pueblo, es también asumir sus luchas; generalmente denostadas por los grandes medios de comunicación como subversión, desorden y amenaza a la propiedad privada:

Será panfletaria/mi canción no tiene nombre/le voy cantando a los hombres,/perdónenme que les diga/que el que llena la barriga/se olvida del que no come.

La canción liberadora de Alí Primera es expresión del pueblo. A través de ella podrá descubrir, quien tenga responsabilidad de trabajar con la comunicación, cómo colaborar en el proceso comunicacional concientizador, captando los problemas fundamentales del pueblo; los cuales está obligado a formular con claridad desde dentro mismo del caos de las tensiones y de las tendencias y divisiones dentro de la sociedad.

Así mismo, le tocará favorecer la unión del pueblo a partir del pueblo, y no sólo a partir de los líderes, haciendo que la organización y la movilización lleguen a los diversos grupos.

No olvidemos que el pueblo se encuentra en marcha y en lucha desde hace siglos, lo único que hacemos nosotros es incorporarnos a sus luchas.

Con la canción-compromiso de Alí Primera, hemos comprendido que nuestro amor al pueblo debe ser un amor critico; y que nuestro aprecio por él debe ser capaz de discernir la presencia del opresor dentro y fuera del gobierno bolivariano; descubrirlo y enfrentarlo donde quiera que se encuentre, incluso, desaparecer tales elementos hasta en las expresiones populares; debe ser nuestra obligación, igualmente, es nuestra responsabilidad, ayudar al pueblo a identificar a los sectarios y a los oportunistas, tanto de izquierda como de derecha y que le hacen más daño que bien al proceso.

Baila brincando, bríncalo/al cascabel/picaíta, pica, pícalo/con ají chirel...

Bueno, después de todo, lo que pretendemos hacer aquí con la canción de Alí Primera, es situarla en un lugar que llame la atención sobre determinados problemas a cierta gente que niega tozudamente los poderes creadores del pueblo; a esos que jamás han tenido la posibilidad de pensar en que la gran enfermedad de nuestro tiempo, contagiosa por cierto, que es la indiferencia, la negativa a caminar, a luchar, a arriesgarse por el pueblo-pobre.

A manera de conclusión

Puede comprobarse, naturalmente, que no basta irse unos pocos minutos para registrar un fenómeno informativo, esbozar una teoría, buscarse una noticia que puede o no resultar; pero es muy fácil atribuir el éxito a la preparación del cantautor, a su talento, así como al grado de sensibilidad y atención de quien lo oye:

Los que mueren por la vida/no pueden llamarse muertos/y a partir de este momento/es prohibido llorarlos/que se callen los redobles/en todos los campanarios/vamos cumpa carajo/que para amanecer no hacen falta gallinas/sino cantar de gallos.

Ellos no serán banderas para abrazarnos con ellas,y el que no la pueda alzar/que abandone la pelea/no es tiempo de recular, no de vivir de leyendas.

La expresión "Canción liberadora" que hemos usado en el presente texto, es sólo parte de la acción salvadora del hombre, que traducida a realidades concretas, significa luchar por la transformación de una sociedad que permite y favorece relaciones humanas injustas, opresivas; y permite y favorece el mantenimiento de una conciencia individualista y negadora del otro.

Hay en el canto popular, en las fiestas, danzas, teatro, reuniones informales, etc., plenos de valor simbólico, posibilidades para que el comunicador de hoy, identificado y comprometido con el pueblo las aproveche, y para que a través de una comunicación democrática inicie las transformaciones radicales que el pueblo esté reclamando.

Es vigente aún la idea de que lo popular es hoy lo masivo-heterogéneo, por eso el comunicador popular ha de centrar sus esfuerzos no sólo y principalmente en salvaguardar el patrimonio cultural del pasado; le deberá dar, igualmente, importancia a lo popular-indígena-campesino; y asimismo, deberá leer los valores culturales del presente: lo popular-urbano-masivo.

El comunicador popular ha de hacer tal lectura desde la experiencia viva de las masas, desde la situación y óptica de éstas. Lo contrario, sería continuar atrapado en las redes de la ideología dominante.

Sin temor a equívocos, Alí Primera, fue y sigue siendo, un extraordinario Comunicador Popular:

No dejaremos que cierren/la linda puerta que siempre/ha estado abierta a la vida/Yo no me quedo en la casa/pues al combate me voy/voy a defender la puerta/en el Valle del Momboy.


Ante la agresión sistemática, ante la intriga perenne, ante la amenaza manifiesta a Venezuela por parte de los EE.UU, los revolucionarios (as) venezolanos, los revolucionarios (as) latinoamericanos y caribeños ya tenemos encendida nuestra conciencia con los ideales de Simón Bolívar, y nuestros fusiles, seguro, están repletos de canciones de Alí Primera.
Remember Cuba, Vietnam, Somalia, Irak/Si los muchachos regresan a casa/mutilados, medios locos,/con aroma a mierda,/usted lo arregla todo, Don Samuel,/nadita de nada se le escapa/de desempleados les da un carnet/y una medalla/y la libertad, sobre todo la libertad/de matar carajitos negros en Atlanta.

*Abogado y periodista venezolano.

1. Alí Rafael Primera Rosell, nació en Coro, estado Falcón, Venezuela el 31 de octubre de 1942. Su etapa de compositor y cantante la inicia paralelamente con sus estudios universitarios. Sus primeras composiciones "Humanidad" y "No Basta rezar" fueron de gran éxito, con esta última participó en el festival de la Canción de Protesta en la Universidad de Los Andes, dando así a conocer su potente voz. El 16 de febrero de 1986 un fatal "accidente" terminó con su vida.


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Isrrael Sotillo* - ADITAL / Rebelion


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