Bush necesita donantes.

Mientras nosotros seguimos enfrascados en discusiones inútiles, el panorama mundial ofrece escenarios y acciones que ameritan reflexión profunda y permanente. No somos islas. Todos estamos interconectados. Cualquier suceso a escala planetaria influye, directa o indirectamente, en nuestros asuntos políticos, económicos y sociales.
Las cosas comenzaron a cambiar desde el 11 de septiembre del año pasado. Giro histórico significativo, han dicho. El derrumbe de las torres gemelas en Nueva York, abrió el camino para un nuevo tipo de enfrentamiento. El gobierno norteamericano lo ha denominado "guerra preventiva". Prevenir antes de lamentar, ha sentenciado el Mr. Bush con su pentágono y su Casa Blanca. Muchos países decidieron seguir los dictados de la gran potencia. Todavía no sabemos, con exactitud, qué organización estuvo al frente de aquellos hechos tan lamentables. Solo conocemos la identidad de algunas personas.
Sin embargo, Mr. Bush creyó conveniente eliminar cualquier foco de perturbación que le impidiera continuar avanzando en su afán por controlar todo lo humano y natural. Y, en este sentido, ha planteado su propia lucha contra al terrorismo. Si este no existe realmente ni está ubicado con precisión, lo inventamos. Ningún movimiento social, ni lucha reivindicativa, tiene posibilidades de sobre vivencia ante esta situación. Demasiados intereses económicos y estratégicos dificultan la aparición de líderes distintos con otros pensamientos, o nuevas ideologías. El gran capital obliga a borrarlos del mapa internacional. Ante la descabellada pretensión norteamericana, cualquiera puede ser catalogado como fanático, extremista, radical o terrorista.
Pero, el terrorismo no se limita solamente a actos con material explosivo, donde mueren personas inocentes. También tiene clara relación con políticas sociales o económicas excluyentes, y que solo benefician a una minoría privilegiada.
Para todos resulta conocido cuanta pobreza camina descalzada por los países menos desarrollados. Cuanta miseria concentrada en concentrada en condones urbanos o rurales. Cuantas familias sin techo propio. Cuantas niños sin asistir a la escuela. Cuanta escasez de agua. Cuanta gente muriendo sin poder ser asistida en centros de salud. Cuanto intento por privatizar empresas básicas de los Estados. Cuanta fortuna concentrada en pocas manos. Y cuanta pobreza repartida entre millones. Y esto, amigos, también es terror a nivel mundial.
Frente a esta cruel realidad, entonces, ¿qué plantean las naciones poderosas, con Norteamerica a la cabeza? Su respuesta es luchar contra el terrorismo, cuando ellas son los responsables de la exclusión que agobia a toda la humanidad. Porque si se permitiese libre acceso a los bienes y servicios, y una distribución equitativa de la riqueza, seguramente habría menos acciones violentas.
Ya sabemos como manejó el Imperio la situación en Afganistán. Bin Laden vive y todavía asusta. En Irak nunca hubo armas químicas ni material para fabricarlas. Husseim resultó mas peligroso fuera del gobierno. La ONU y su comunidad internacional, frente a la masacre perpetrada por las tropas de la coalición contra los civiles iraquíes, no ha dicho ni pío. Para esos muertos, como son pobres, no hay derechos humanos. Si Bin Laden o Husseim fueran puntas de lanza de Bush, no habría habido necesidad de invadir naciones indefensas. Al final, los ojos del mundo reconocieron cual era el interés por apoderarse de esas regiones.


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Giandoménico Puliti/noticiasenred.com

Nació en Mérida el 10 de abril de 1961. Hijo de inmigrantes italianos, de 43 años de edad para el momento de su deceso. Casado y con dos hijos. Al cumplir un año, su familia se traslada a Tovar. Su padre, Arnaldo Puliti, junto a Giustino Sciamanna y Cósimo Salvemini, funda el ?Taller Roma?; empresa metalúrgica familiar de reconocida trayectoria en el Valle del Mocotíes. Cursó todos sus estudios en Tovar. En el Ciclo Diversificado José Nucete Sardi obtuvo el título de Bachiller en Ciencias. Formó parte de la Selección Nacional Juvenil en Campeonatos Panamericanos y Mundiales de Ciclismo. Estuvo compitiendo en Italia, Colombia, República Dominicana, Uruguay y Norteamérica. En la Universidad de Los Andes obtuvo el título de Licenciado en Letras. Cursó estudios de postgrado en Literatura Iberoamericana.


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