Ultimo artículo del dirigente revolucionario de Mérida

¡A reparar!

Nota de Aporrea: El lamentable asesinato de Giandomenico, quien fuera asiduo artículista de Aporrea, no ha disminuido para nada las fuerzas revolucionarias. Su incansable trabajo por la revolución nos da mayores fuerzas para seguir adelante. Este artículo me fue entregado en persona el viernes, horas antes de su muerte.

Muchas veces chocamos contra los números. Fueron épocas escolares. Plena niñez, adolescencia y juventud. Las matemáticas nos provocaban rechazo y temor. Quizás hayan sido algunos maestros con su metodología o, tal vez, nuestra propia incomprensión estudiantil.
Por culpa de aquellas operaciones extrañas fuimos, en dos o tres ocasiones, a reparación. Con dolor veíamos desaparecer las ansiadas vacaciones de agosto. Mientras muchos compañeros de clase preparaban viajes o paseos, nosotros estábamos obligados a seguir estudiando esa materia tan extraña que siempre acababa resumida en suma, resta, multiplicación y división. Aquellos podían divertirse alegremente; quien esto escribe debía prepararse para reparar en septiembre. Sueños desvanecidos por culpa de las matemáticas. Al final comprendimos cuál era nuestra principal motivación: literatura, proceso intelectual y pensamiento crítico-reflexivo.
Parte de la población adversa al gobierno actual optó, en diciembre pasado, por firmar a favor de iniciar un proceso para revocarle el mandato al legítimo Presidente de Venezuela. Fueron jornadas cívicas y democráticas. Apegadas al marco constitucional vigente. Quienes nunca habían comprendido el alcance de ese marco, decidieron hacer uso de éste para emprender la convocatoria de un eventual referéndum revocatorio presidencial. La Constitución ofrecía mecanismos y no los habían entendido. El tiempo, árbitro imparcial, daría la razón.
Como es conocido por todos, la mal llamada Coordinadora Democrática procuró montar un fraude electoral, y fueron descubiertos en abierta flagrancia. Intentaron violentar el reglamento y quedaron desenmascarados. Compraron conciencias dentro del Poder Electoral y en el interior del TSJ, y fueron sorprendidos. Pasaron los meses y montaron una cosa denominada guarimba, y les salió el tiro por la culata. Los números no cuadraron, aunque hayan invertido dólares a montones. Los medios de comunicación y el Pentágono participan directamente en este complot. Y quedan al desnudo.
Siempre negando la Constitución del 99, acaban aferrándose a ella. Cosa extraña esta oposición. Posteriormente, el CNE flexibilizó demasiado la norma del referendo y acabó validando las denominadas firmas con “caligrafía similar”. Y desde allí pretenden volver a montar otra estafa. Todos los actores vuelven a unirse en conchupancia. A futuro, prestemos atención seria a las nuevas máquinas y al convenio con CANTV.
El reparo debe hacerse. Deben asistir quienes, aún estando dentro de los firmantes válidos, han recapacitado y desean voluntariamente retirarse, porque no se reconocen en el sector contrario a Chávez; o fueron engañados en su buena fe o coaccionados en contra de su voluntad.
Una parte de la oposición no quería ir a reparos. Luego aprobaron la convocatoria. Pero a regañadientes. Si siempre estuvieron tan seguros de las firmas, ¿por qué han puesto tantos obstáculos? En junio sabremos quién tuvo la razón. Nosotros insistimos en que nunca llegaron al millón y pico de “firmas asistidas”. No olvidemos aquella conversación telefónica entre Escovar Salom y su hijo, donde afirmaban la cifra que resultaría definitiva, según súmate, una empresa más de las financiadas por el gobierno de Bush: sólo recogimos un millón novecientas mil firmas, habría dicho la sifrina.
Quienes estamos conscientes del alcance del proceso bolivariano, debemos estar alertas antes, durante y después de los reparos. No hay tiempo para hablar de candidaturas ni campañas electorales. Apartar cualquier pretensión individual. Si se activa la convocatoria, perdemos espacio político y porcentaje en las encuestas. Y sería nuestra primera derrota. Duro golpe nos asestarían.
Antes: debemos emplear todas nuestras energías físicas, mentales y materiales para ubicar y convencer a quienes, aunque hubiesen firmado, no ven representados sus intereses en esa suerte extraña de oposición. Durante: porque nos pueden aplicar la misma estrategia de las planillas itinerantes y cédulas clonadas. Necesitamos, entre otros elementos, testigos capacitados y decididos para enfrentar al adversario durante los tres días. Después: pues la oposición no reconocerá otra nueva derrota. Y la guerra informativa continuará sin misericordia. Está dicho: ¡A estudiar para reparación! Si no lo hacemos, no tendremos vacaciones en agosto.



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Giandomenico Puliti

Nació en Mérida el 10 de abril de 1961. Hijo de inmigrantes italianos, de 43 años de edad para el momento de su deceso. Casado y con dos hijos. Al cumplir un año, su familia se traslada a Tovar. Su padre, Arnaldo Puliti, junto a Giustino Sciamanna y Cósimo Salvemini, funda el ?Taller Roma?; empresa metalúrgica familiar de reconocida trayectoria en el Valle del Mocotíes. Cursó todos sus estudios en Tovar. En el Ciclo Diversificado José Nucete Sardi obtuvo el título de Bachiller en Ciencias. Formó parte de la Selección Nacional Juvenil en Campeonatos Panamericanos y Mundiales de Ciclismo. Estuvo compitiendo en Italia, Colombia, República Dominicana, Uruguay y Norteamérica. En la Universidad de Los Andes obtuvo el título de Licenciado en Letras. Cursó estudios de postgrado en Literatura Iberoamericana.


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