Para comprender nuestro presente debemos recurrir inexorablemente al estudio de la historia, y así alcanzar una visión integral y objetiva de la realidad. Encontraríamos durante este recorrido una humanidad convulsionada por la lucha entre opresores y oprimidos; la concepción de una pequeña parte de la población que ha monopolizado el poder político, económico, militar y la imposición de una ideología que mercantiliza las relaciones humanas nos muestra una sociedad marcada por la violencia, de manera que los derechos y deberes son respetados y acatados según los intereses de clases.
Desde la aparición de las clases sociales la mujer ha sido sometida y discriminada, relegada de la escena pública; se le atribuyeron como únicas tareas el reproducir la especie y atender el hogar, progresivamente esta carga se duplicaría pues el esclavista, el señor feudal y ahora el capitalista, sin duda, agudizarían estas contradicciones. En tal sentido, la lucha de las mujeres, por alcanzar su reconocimiento como seres distintos y autónomos, ha estado vinculada a la lucha de los pueblos por su liberación; por ello Carlos Marx mencionaba “La mujer se ha convertido en parte activa de nuestra producción social. Alguien que sepa algo de historia sabe que son imposibles las transformaciones sociales importantes sin la agitación entre las mujeres” (C. Marx, Cartas al Dr. Kugelmann). Luego, la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) pondrá en práctica por primera vez este principio, siendo la camarada Clara Zetkin, precursora en la organización del movimiento feminista internacional, quien destacó que los intereses de las mujeres son heterogéneos.
Han sido muchos siglos de opresión sobre la mujer, una constante lucha por mejoras salariales, reducción de la jornada laboral, el ingreso a la educación, el sufragio, la eliminación de la violencia física y psicológica, el derecho a decidir sobre nuestra sexualidad y reproducción, etc. . Todo ésto en contra de una sociedad que tiene como valores, el desconocimiento de la igualdad y la equidad de todos los seres humanos. Actualmente en nuestro país se desarrolla un proceso de liberación nacional encabezado por el comandante Hugo Chávez, líder reconocido internacionalmente por todos los pueblos que se sublevan contra la agresión imperialista, hecho que llama mucho la atención pues a pesar de las fallas que por distintas razones se puedan mencionar, la connotación de clase se distingue a simple vista.
La incorporación de la mujer venezolana al proceso ha sido muy significativo, pero no podemos obviar que a pesar de los avances en materia jurídica con carácter de género, sigue arraigado el germen del machismo dentro de las filas de las y los revolucionarios y sobre todo la visión patriarcal de las relaciones humanas asumiendo aun al sexo femenino como débil, sumiso y como cualquier otro, animal domesticado recientemente, el cual no tiene derecho a decidir sobre su vida y cuerpo. Tal lo expresó el presidente Chávez el sábado 26 de Abril en un acto público desde el parque Los Caobos-Caracas “EN OTRAS PARTES APLICAN EL ABORTO, YO EN ESO, CALIFIQUENME DE CONSERVADOR PERO NO ESTOY DE ACUERDO, EL ABORTO PARA DETENER UN PARTO, SENCILLAMENTE NACIO EL NIÑO CON UN PROBLEMA AHORA HAY QUE DARLE AMOR” (Chávez, Hugo). Presidente, esa es su opinión y por lo tanto respetable, pero este es un asunto que no debería ser asumido con tanta ligereza, sobre todo cuando las mujeres juegan un papel fundamental en la transformación de la realidad, ¿Acaso la maternidad es una norma o será un derecho señor presidente? , ¿Será que la decisión de abortar es equiparable a elegir un tinte para teñirse el cabello?, ¿El hecho de que esté penalizado el aborto significa que no se practica? , Bueno comandante Hugo Chávez, reflexione sobre estas interrogantes y no reproduzca como política de Estado esa expresión de violencia contra las mujeres, dado que tomar decisiones sobre el cuerpo de otra persona ha traído consecuencias devastadoras. La ilegalidad del aborto solo perpetúa los valores y principios burgueses, dado que las afectadas y criminalizadas son las mujeres de bajos recursos, que no pudiendo acceder a una educación sexual plena y a métodos de anticoncepción seguros y gratuitos, se ven en la necesidad de recurrir a practicas abortivas insalubres, que solo generan traumas físicos, psicológicos y en muchos casos la muerte, por lo tanto EL ABORTO ES UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA, que necesita ser reconocido por la sociedad, respetando ante todo la decisión de la mujer de interrumpir o no un embarazo. Por último presidente Hugo Chávez Frías, la crítica y autocrítica fortalecen los procesos de cambio, incentive la discusión sobre este punto, pero no imponga una postura que agrede los derechos humanos y acentúa la doble explotación hacia las mujeres.
EDUCACION SEXUAL PARA DECIDIR
ANTICONCEPTIVOS SEGUROS Y GRATUITOS PARA NO ABORTAR
LEGALIZACION DEL ABORTO PARA NO MORIR.
NI UNA MUERTA MAS!!! DESPENALIZACION DEL ABORTO YA!!!
cienfuegosyfidel@hotmail.com