Una derrota anunciada



El llamado reafirmazó de la oposición resultó como lo habíamos pronosticado.
Otro rotundo fracaso que se suma a la serie de los que ha venido
coleccionando desde la "carmonada" de abril/02.

Era de esperarse. A nadie sorprende que haya ocurrido así. Claro, sus
voceros representados por la llamada gran prensa y las emisoras de TV y de
radio de casi todo el país, con muy honrosas excepciones, se han dado a la
tarea de decir lo contrario. Que el firmazo fue todo un éxito y que el
Presidente no se escapa del revocatorio.

Por supuesto que esos voceros nada dicen acerca de las centenas de miles de
denuncias de fraudes de todo tipo y calibre que se cometieron durante la
jornada del 28/11 al 01/12, que van desde el descaro de la falsificación de
planillas, clonación de cédulas, hasta lograr que mucha gente firmara más de
una vez y la instrumentación de una serie de mecanismos sofisticados, para
que las grandes empresas, que son muchas, pudieran llevar un control
riguroso que les garantizara que su personal firmara obligado en favor del
revocatorio en contra del Presidente Chávez, so pena de despido; así como
infinidad de argucias y atropellos a granel en muchas mesas, sobre todo de
las zonas del este de la ciudad y en algunos lugares del interior del país,
muy puntuales, como en las ciudades de Maracaibo, Valencia, Cumaná,
Barcelona-Puerto La Cruz, San Felipe y San Cristóbal, para evitar que en sus
correrías itinerantes tuvieran que verse vigilados por los testigos,
observadores del CNE y por los representantes de los partidos del
oficialismo, de donde se infiere que por allí debieron cometerse infinidad
de trapacerías.

Dos lecturas asomamos ante este firmazo de la oposición. Para la primera nos
apoyamos en las cifras de 3.8 millones dadas a conocer por el ya convertido
en el asqueroso pasquín de Puerto Escondido (El Nazi-onal) y la informada
por Salas Romer de 2.8 millones, uno de los candidados presidenciales
opositores. Ambas cantidades infieren una media de 3.3 millones, de donde se
advierte, hasta para el más indiferente, que quienes lideran la oposición de
nuevo volvieron a mentirle a sus seguidores, pues esa cifra o cualquiera de
las dos primeras, por separado, hacen evidente la falsa conseja, voceada a
los cuatro vientos de forma persistente, según la cual Chávez era adversado
por más del 70% de la población, cifra relativa ésta que traduce la "bicoca"
de 8,4 millones de venezolanos.

Para la segunda lectura, asumimos que la oposición no hizo trampa, lo cual
no pasa de ser un supuesto negado, pues ya el país todo le conoce sus mañas
y bochornosa conducta. En ese caso, repetimos, la oposición si pudo recoger
el 20% de las firmas necesarias para el revocatorio y, entonces, el CNE
deberá convocar el referéndum. Ya para ese momento, se tendría depurado todo
el proceso del firmazo, de donde podemos deducir que esa media de 3,3
millones bajaría como mínimo a 2,97 millones, asumiendo apenas el 10% de
firmas erradas.

De manera que resulta una cuenta sumamente sencilla de sacar para saber qué
pudiera ocurrir en caso de que se celebraran elecciones ya, en base a las
cifras suministradas por la oposición. Veamos:

Población electoral: 12 millones (100%);
Abstención media histórica: 4.8 millones (40%);
Firmas oposición (promedio cifras El Nacional y Salas Romer depuradas): 2,97
millones (24,75%);
Votos Chávez s/encuestadoras de la oposición: 3,9 millones (32,5%);
Votos en blanco o nulos: 330 mil (2,75%).

Estos resultados hablan por sí mismos. Chávez de nuevo volvería a ganar con
un margen, sin duda alguna, importante.

Ahora si hacemos el mismo análisis, pero considerando las cifras que ha
venido manejando el Comando Ayacucho, la situación se convierte en una
aplastante derrota para la oposición. Miremos esa cuenta:

Población electoral: 12 millones (100%);
Abstención: 4,8 millones (40%);
Firmas oposición: 2 millones (16,66%);
Votos Chávez: 5,1 millones (42,5%)
Votos en blanco o nulos: 100 mil (0,83%)

No hay que agregar ningún otro comentario. Esperemos que el CNE anuncie al
país las cifras definitivas y, entonces, hablaremos con mucha mayor
propiedad. Mientras tanto, y convencidos como lo hemos estado desde hace
mucho tiempo que la oposición continúa montada en la idea de salir de
Chávez, no importa cómo, se hace necesario que ahora más que nunca nos
mantegamos en alerta máxima, pues ya esa oposición sabe que perdió y estos
treinta días que quedan para que el Cuerpo Electoral anuncie los resultados
finales, es un lapso durante el cual esa oposición utilizará para fraguar
mil y una aventura, diseñando y perfeccionando estrategias y planes "B" u
otra "Vía" cualquiera, para ver si logra su objetivo.

No nos engañemos. La situación es sumamente clara. A la vista está que se
trabaja en la dirección de organizar e impulsar una arremetida de violencia
y terror desmedida con miras a intentar de nuevo desestabilizar el país. No
lo logrará, por supuesto, pero para los dirigentes de esa envalentonada e
irreflexiva oposición, desde hace mucho rato entendieron que de la mano de
la Constitución la única esperanza que les queda es esperar y, a lo mejor,
ni siquiera hasta las próximas elecciones, pautadas para el 2.006, sino que
tendrán que seguir esperando quien sabe hasta cuando.

Es por ello por lo que se hacen sumamente peligrosos...(!) No olvidemos que
ya mostraron sus garras, de manera que debemos estar siempre con los ojos
muy abiertos y bien preparados y apertrechados para que ni siquiera intenten
reeditar las aventuras del 2.002.













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Ivan Oliver Rugeles


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