POSICION DEL FRENTE NACIONAL COMUNAL SIMON BOLIVAR FNCSB- Y DEL FRENTE NACIONAL CAMPESINO EZEQUIEL ZAMORA –FNCEZ- ANTE LA POLITICA ECONOMICA DEL GOBIERNO NACIONAL.
Este viernes en rueda de prensa desde el Salón Río Lama del Hotel el Conde de Caracas, Oscar Contreras y Orlando Zambrano voceros del Frente Nacional Comunal Simón Bolívar (FNCSB) y del Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora (FNCEZ) respectivamente, fijaron posición ante las medidas económicas implementadas por el Gobierno Nacional en lo que se ha denominado ”la alianza Productiva”. Estas organizaciones sociales presentaron un documento cuyo contenido expresa en primer lugar, lo que califican como un apoyo critico a las mencionadas medidas y a su vez proponen líneas para desarrollar una política económica que garantice la transición hacia un modelo productivo Socialista. A continuación el texto completo del documento:
“Antes que todo queremos resaltar nuestro firme apoyo pero crítico a la vez al conjunto de medidas económicas que actualmente implementa el Gobierno Revolucionario del Comandante-Presidente Hugo Chávez, por considerarlas estratégicamente correctas y tácticamente necesarias en la actual etapa de transición hacia el Socialismo Bolivariano. Decimos esto sin complejos principistas, y soportados en el análisis del período actual del proceso revolucionario bolivariano, de la comprensión de sus contradicciones, de las limitaciones del aparato productivo como del mercado interno, determinado esto por el atraso en el desarrollo de las fuerzas productivas del País, cuya superación es imprescindible para crear las condiciones materiales, técnicas y espirituales que permitan la superación de las relaciones de producción capitalista.
Nosotros, el FNCSB y el FNCEZ somos parte de una corriente revolucionaria que emerge desde el Pueblo Pobre, y desde nuestra realidad histórica concreta, entendemos que el Socialismo es un proceso planificado del desarrollo de las fuerzas productivas, como de un torrente cultural, y emocional que vincula las subjetividades de la gente común, a las realidades objetivas. Frente al liderazgo del Comandante-Presidente Hugo Chávez, no albergamos ninguna duda de su integridad ética, y de la fortaleza moral de su compromiso tanto ideológico como estratégico con el Socialismo.
En la fase actual del proceso revolucionario, es imprescindible superar el carácter rentista petrolero de nuestro particular desarrollo capitalista, para avanzar a uno de carácter productivo y socialista, que aún debemos descubrir y realizar. El primero se agota junto con la existencia de recursos fósiles, y sus reservas y potencial deben ser la garantía para la inversión productiva y la distribución justa y equitativa de la riqueza nacional, priorizando siempre por los eternamente excluidos y explotados. Sólo el segundo, aparejado de innovación tecnológica y capacitación permanente de la fuerza de trabajo, y de una nueva distribución de los ingresos, son la garantía del futuro de la Patria , y de la humanidad.
En este sentido, consideramos absolutamente valedera y necesaria la alianza con el Capital Productivo Nacional, quien debe jugar un papel patriótico en la construcción del nuevo modelo económico para el crecimiento y el desarrollo. Sólo así podremos avanzar en el ensanchamiento del mercado interno, mediante la ampliación del aparato productivo y la Revolución agraria. Sin embargo, insistimos, tanto el Estado en “tránsito revolucionario” como el Pueblo organizado debemos mantener una vigilancia permanente, puesto que estos sectores tenderán siempre por su condición de clase a favorecer sus intereses particulares por encima de los interés generales del País. Buscarán evitar controles, evadir impuestos, especular, en fin, toda la lógica perversa del capitalismo, que impuso en esta clase. La ambición desmedida. Sabemos de los riesgos que acechan, propios de la lucha de clases y por lo tanto de fuerzas con contradicciones históricamente antagónicas.
Consideramos entonces, el llamado a construir esta “Alianza Productiva” como necesaria y perfectamente posible, siempre y cuando, desde la Revolución tengamos claro que el tema de la hegemonía popular y de la dirección estratégica del proceso no se negocia, no se cede, no se hipoteca. Sin duda, que desde los sectores económicos burgueses en alianza con sectores claramente reformistas enquistados en el alto gobierno, intentarán desviar el curso estratégico de la revolución, procurando alcanzar la hegemonía ideológica y política, copar espacios de Poder, tales como, Ministerios, Alcaldías Gobernaciones, Asamblea Nacional y otros., para desde allí ahogar los impulsos revolucionarios del Pueblo, del Presidente y del PROYECTO NACIONAL SIMON BOLIVAR.
En esta Alianza urge poner en la mesa el papel protagónico y protagonista del Pueblo organizado y desechar el pacto Social, Gobierno-Capital Nacional, como pretenden algunos conspicuos voceros del área económica del gabinete. Nuestro rol activo es imprescindible, y sabemos que la relación con los sectores productivos nacionales, se desenvolverá en el medio del recrudecimiento de la batalla Reforma v/s Revolución que se libra en el seno de del proceso bolivariano, paralelo a la contradicción hasta ahora fundamental: Imperialismo v/s Liberación Nacional.
La corriente patriótica, popular y revolucionaria debe asumir este reto con madurez y altura, con los pies en la tierra, sin ingenuidad y con mucha claridad frente al “que hacer” para continuar acumulando y construyendo fuerzas, disputando con mayor decisión la hegemonía, haciendo del Poder Popular Socialista la piedra angular del proceso revolucionario, y esto sólo se logrará profundizando la educación, conciencia, la organización, y movilización de las bases populares, en la lucha diaria por el Socialismo. Son estos, como siempre, tiempos de actuar desde abajo, desde la microfísica del Poder, desde los Consejos Comunales, desde los Colectivos de Trabajadores de nuevo cuño, de las Agrupaciones Estudiantiles apasionadas por la transformación de la vieja realidad, desde los noveles y aún “verdes” batallones del PSUV, desde el heroico Movimiento Campesino, desde lo honestos Trabajadores Intelectuales, desde la Cultura y el Arte, desde la decencia ética y moral, desde la Intransigencia Popular , prepararse para la Defensa Integral de la Nación , que no es otra cosa que la Defensa Integral de la Revolución en una coyuntura particularmente peligrosa, los últimos meses de George W. Bush en el gobierno de los EEUU., los dramas del laberinto del narco-paramilitar Álvaro Uribe, que queda sin amo conocido y en el oscuro anochecer de la Narco-Para -Política, en fin, días de acoso, días de riesgos e incertidumbres, los que forjan el acero militante, la madurez estratégica, la habilidad táctica. Una vez más decimos: “Al César lo que es del César, al Pueblo llano, lo que es del Pueblo: su Revolución Bolivariana.”
Para finalizar y en la misma dirección:
Al convocar a este “Pacto Productivo”, desde el Ejecutivo Nacional, no puede soslayarse la presencia activa del Pueblo organizado y sus movimientos de vanguardia. No se trata del clásico “Pacto Social” que renuncie o posponga las demandas reivindicativas de los trabajadores en particular y del Pueblo Pobre en general, por el contrario, es la única manera de garantizar la defensa de sus derechos y avanzar decididamente en la profundización de los mismos y la distribución equitativa de la riqueza. En este sentido notamos aun debilidad estructural y ética en la política actual. Los movimientos sociales y populares no han sido tomados en cuenta más que para informales lo determinado, convirtiéndolos en mero receptores pasivos, o para peor aún, como en nuestro caso, quedar en un salón como invitados de piedra, bien atrasito y de pie, mientras los Mendoza, los Escotet, los Cisneros, y sus compinches, sonreían en primera fila, sentaditos al frente del Ministro. La “Alianza Productiva” que apoyamos y en la cual creemos debe concebirse entre el Pueblo Pobre organizado, el Estado “en transición revolucionaria” y el Capital Productivo Nacional.
Si bien apoyamos como queda claro la actual orientación económica del gobierno nos permitimos hacer algunas consideraciones puntuales para aportar a este debate:
1.- Para la realidad popular el tema del aumento descontrolado de la inflación es un problema y peligro cotidiano e inmediato. Esto lo saben quienes conspiran en contra de la Revolución bolivariana. La lucha contra la inflación debe enfrentarse como un todo y simultáneamente las causas que la generan. El carácter petrolero y rentístico de nuestra economía favorece altos índices inflacionarios, por la alta recepción de divisas que ella conlleva. Sin duda, que la expansión de la producción para equilibrar la oferta con la demanda, es uno de los elementos esenciales de cualquier política anti-inflacionaria, sin embargo, en el caso venezolano subyacen otras causas que hay que denunciar y develar, nos referimos puntualmente a la actividad sediciosa de sectores de la burguesía y la contrarrevolución. A los ataques mediáticos que buscan generar terror y zozobra en la población, a la actividad especulativa del comercio y en la distribución de alimentos, los planes desestabilizadores y de operaciones psicológicas de organismos de inteligencia extranjeros, todo lo anterior exige una actividad de control mucho más activa por parte del Estado, que legitime su capacidad de coerción, y la capacidad protagónica y disuasiva por parte del Pueblo Pobre organizado.
2.- Consideramos como principal sector de la burguesía anti-nacional a confrontar a la oligarquía financiera. Esta fracción con fuertes relaciones transnacionales, ha sido la mayor beneficiaria del crecimiento y desarrollo económico alcanzado por la Revolución bolivariana en los últimos cinco años. Sin embargo, continúa no sólo funcionando sin control suficiente por parte del Estado (SUDEBAN-superintendencia de bancos, luce pintada de concubina), sino que alimenta la fuga de capitales, aún bajo control cambiario, sustenta el mercado negro de divisas, está exenta de pago de impuesto, traslada como en el caso del ITF, el impuesto a los clientes, especula con los bonos y las notas estructuradas, superando mediante perversos artilugios las normas legales, es beneficiaria por adjudicación, no por subastas de los mismos, en fin una tramoya anti-patriótica y lacaya que atenta todos los días en contra del presente y futuro de la Revolución bolivariana.
Convocamos al Comandante-Presidente Hugo Chávez Frías y a su gabinete económico, por sobre todo, a disciplinar a la oligarquía financiera, a meterla en cintura, por las buenas o por las malas. Allí se encuentra hoy el principal enemigo del proceso revolucionario, el que tiene los reales para conspirar y financiar la conspiración, y como está demostrado para cooptar ex -cuadros de las filas revolucionarias.
3.- La Revolución Agraria debe ser un eje fundamental del Nuevo Modelo Productivo Socialista, por lo que se debe buscar la manera de acelerar la transformación del modelo agrícola actual improductivo y deficiente, con un grado creciente de “Socialismo rentístico” (Fundos Zamoranos, créditos blandos, otros) hacia un modelo de desarrollo agrícola revolucionario, de corte socialista, que apunte a un proceso planificado y dirigido de sustitución de importaciones, de industrialización agrícola, de innovación tecnológica rural, de fortalecimiento de las comunidades campesinas, de recuperación histórico-cultural, de vialidad y vías de comunicación adecuadas, en fin, todo lo que garantice el logro de la Soberanía Alimentaria y el desarrollo armonioso con el hábitat.
4.- La política tributaria debe avanzar en el corto y mediano plazo a convertirse en un elemento esencial para la generación de recursos públicos, ello impone que los que tienen más paguen más (impuesto a la riqueza, a las ganancias del sistema financiero) y los que tienen menos paguen menos. La actual política tributaria es en esencia neoliberal y por lo tanto injusta pues los contribuyentes de ingresos medianos y pequeños, tributan más en su conjunto que aquellos que disfrutan grandes ingresos, el salario en el actual sistema tributario es gravado como renta cosa que es una perversidad, pues los mismos no pueden ser clasificados como renta, el sistema financiero que percibe descomunales ganancias prácticamente no paga impuestos así mismo los impuesto como el IVA se cargan sobre las mayorías por el impacto en los precios.
Para finalizar y retornando al tema político, es fundamental enfrentar el debate ideológico en el seno de los que apoyan al proceso. La lucha en contra del reformismo, es no sólo necesaria, sino que un proceso natural de la lucha de clases. Esta es sana, cuando los actores están plenamente identificados con sus respectivas propuestas tácticas y estratégicas. El problema, sin embargo, es que en nuestro seno cohabita el oportunismo, que sólo pretende enriquecerse y ocupar posiciones de Poder, camuflajeándose de rojo-rojito. Para ellos, este proceso representa la oportunidad de ascender socialmente y convertirse en casta dominante. De allí la irresponsabilidad para encarar los temas económicos, ideológicos y políticos que encierra la acción del Poder formal. Si no comprendemos esto, no podríamos asimilar el nivel de desarrollo alcanzado por la conspiración en áreas como la financiera (Bancos y seguros), las disputas electorales en el ámbito de los gobiernos regionales o locales, el desbocamiento de la corrupción, o el desprecio en muchos casos por el papel del Pueblo Pobre Organizado en la mayor parte de los funcionarios que ocupan cargos en el alto gobierno”.
Viva Bolívar y Zamora….
Viva la Revolución Bolivariana …
Viva el Comandante Hugo Chávez….
Patria, Socialismo o muerte… Venceremos…
fncsb@yahoo.es