El gobierno colombiano dice, se desdice y se contradice. Pareciera que cada vez que abren la boca meten la pata. Por lo visto no hay una comunicación clara o no la hay del todo entre Uribe y sus funcionarios.
Sólo hay que analizar las diversas declaraciones y hechos, desde el momento del supuesto rescate de 15 rehenes hasta la fecha de hoy.
El día de la liberación, todos vimos y oímos por televisión al Presidente Álvaro Uribe preguntar con cierta insistencia a la recién liberada Ingrid Betancourt si ella vio o no emblemas de la Cruz Roja y la respuesta fue que “no vio emblemas.” ¿Se acuerdan?
Con el pasar de los días el Sr. Rodolfo Ríos, abogado de los dos guerrilleros capturados, declaró ante una reportera de Caracol TV que alias César y Gafas fueron engañados. El ejército colombiano no sólo había interceptado las comunicaciones entre el Secretariado de las FARC y alias César, si no también se hicieron pasar por el Secretariado en dichas comunicaciones.
Según el abogado Ríos, otro de los engaños a los guerrilleros fueron los evidentes emblemas de la Cruz Roja Internacional que hizo que los insurgentes sintieran confianza y se subieran al helicóptero. Helicóptero que por cierto fue pintado de la misma forma que los helicópteros de la Cruz Roja, usados en las dos previas liberaciones de rehenes entregados al Presidente Chávez.
Dos días después el canal Telesur entrevistó a Ríos quien manifestó que otro de los engaños a los guerrilleros fue que en el helicóptero había un reportero de este canal.
Dos semanas después del supuesto rescate, vimos al Presidente Uribe admitir que su ejército utilizó emblemas de la Cruz Roja Internacional. El mandatario colombiano aseguró que "por nerviosismo", un oficial del Ejército usó los emblemas, (¿¿??) ¿por nerviosismo?
Las declaraciones de Uribe causaron una respuesta pública inmediata por parte del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Este organismo emitió este miércoles un comunicado en el cual pide a Colombia "respeto en todas las circunstancias" a su emblema.
Conclusión: el gobierno colombiano dice mentiras, mentiras y más mentiras, y ellas tienen patas cortas. Tarde o temprano la verdad sale a la luz y entonces los mentirosos andan buscando huecos donde enterrar sus cabezas como los avestruces.
¿No hay una comunicación clara entre Uribe y sus funcionarios?, ¿sufren éstos del síndrome de pinocho, o nos van a decir que Uribe no sabe de las andanzas de Santos? Bueno, hasta eso es posible, pues según “some people say,” Santos sería el próximo dedopresidente de Colombia, escogido evidentemente por el Departamento de Genocidas de Estado.
Para finalizar, hace pocos minutos renunció el canciller colombiano.
Ahí se las dejo
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