Se sigue rompiendo la derecha boliviana y Evo podría obtener una victoria sin precedentes


Ya las cosas venían mal, desde que Oscar Ortiz, presidente del Senado Boliviano (gracias a la deserción de un senador del MAS que se pasó a la derecha), sorprendió a las filas de su propio partido PODEMOS, aprobando el referendo revocatorio de mandato popular para presidente, vice y ocho prefectos. Los podemistas de los departamentos pusieron el grito en el cielo y hablaron de traición. Es que la aprobación de la Ley del Revocatorio se hizo en el medio del fragor de los referendos autonomistas y les quitaron prota-GONISMO exclusivo. Además, todo el despilfarro de dinero de los cuatro estatutos solo sirvió para confirmar que al menos la mitad de la llamada "media-luna" (por favor, empecemos a llamarla "oriente boliviano" como se merece) no aprobaba (con su abstención y NO) dichos reglamentos autonomistas (separatistas). En el caso de Pando y Tarija la aceptación no llegó al 50% y en Santa Cruz y Beni apenas rasguñó ese porcentaje (todo según datos oficiales de las cortes departamentales desacatadas).

Estos últimos días, donde la oposición cívica tomó cuatro aeropuertos para impedir que llegue el presidente o sus ministros a los departamentos de oriente, la derecha evidenció o malmostró su poder: unas cuantas docenas de fanáticos, eso sí, dispuestos a todo.

Hace unos días, nos desayunamos con un nuevo capítulo de esta novela política: El diputado suplente Walter Arrázola, los constituyentes, Javier Limpias y Manfredo Bravo, presentaron su renuncia pública a Podemos debido a que las decisiones en esta agrupación ciudadanas son tomadas sólo por una "rosca" desde la ciudad de La Paz. Los tres podemistas hicieron manifiesta su decisión en una carta abierta publicada en los periódicos de circulación nacional, en los que argumentan que las decisiones que se asumen en Podemos vienen desde la sede de Gobierno y que son tomadas, sólo por el líder de esta agrupación, Jorge Quiroga, y los parlamentarios Luis Vásquez Villamor, Carlos Börth y Walter Guiteras, quienes no consultan con el resto de los integrantes.
Hoy, aparece en los medios nacionales de desinformación una nueva pelea matrimonial, esta vez entre PODEMOS y UN: El diputado de Unidad Nacional (UN), Alejandro Colanzi, denunció que hubo intereses económicos de por medio entre la opositora agrupación ciudadana Poder Democrático y Social (Podemos) y el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) para viabilizar la aprobación de la Ley del Referendo Revocatorio de Mandato Popular en el Senado.

Es decir, denuncian que el partido PODEMOS tiene un pacto secreto con el MAS para desalojar a los prefectos de sus cargos este domingo.

No sé si existe ese pacto, pero creo que muchos funcionarios y legisladores de PODEMOS aprobaron el revocatorio para desalojar a los prefectos que estaban teniendo un protagonismo alto, y que les impedía postularse para reemplazarlos.

Como somos gente grande, nadie puede llorar. Ni el Evo por Sabina Cuellar ni PODEMOS por Ortiz. La victoria tiene muchios padres, la derrota ninguno. La nube negra que se viene sobre prefectos, cívicos y partidos de la oposición el próximo domingo 10 de agosto, los tiene desesperados; y no sorprendería que algunos de ellos estuvieran tratando de negociar con los funcionarios de Evo Morales algún acuerdo que les permita sobrevivir a los procesos judiciales que se vendrían la misma noche del domingo, o a más tardar el lunes




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