En uno de los programas Aló Presidente, escuché decir a este líder continental de América Latina, o quizá de todos los pueblos del mundo que luchan por su soberanía económica, su dignidad i vigencia histórica, estar leyendo una biografía del Gral. Rafael Urdaneta, el máximo héroe zuliano de la epopeya libertadora más bella del mundo. Como, en mi condición de intelectual, incursiono la historia i la biografía, soi un ferviente admirador i biógrafo de dos zulianos geniales como Urdaneta i el científico Fernández Morán. De Urdaneta he escrito una biografía, novelada en el sentido de presentarlo vivo, (viendo su tiempo como Fabricio del Duongo, vio el suyo en La Cartuja de Parma) con diálogos i actividades fundadas en la historia, desde aquel primer encuentro entre Bolívar i Urdaneta, antes de la Campaña Admirable; no en Cúcuta como frecuentemente se decía, sino en San Cayetano, un pueblito a orillas del río Zulia, aunque es en Cúcuta cuando le dice al futuro Libertador: –General, si con dos hombres bastan para libertar a la patria, pronto estoi a seguirle.
Desde entonces comienza a formarse esa trinidad heroica, que formaron en nuestra Independencia: Bolívar, Sucre i Urdaneta. Bolívar, la cabeza de los milagros; Sucre, el futuro Gran Mariscal de Ayacucho i, Urdaneta, el Brillante, el más noble i leal soldado del Ejército Libertador. De mi biografía, fundada principalmente en la obra del historiador zuliano Adolfo Romero Luengo i varios autores colombianos, he publicado un tomo, patrocinado en el Bicentenario por el Ejecutivo Regional i Maraven para aquellos tiempos; tengo inédito un segundo tomo i material para un tercero, puesto que además de biografía, incorporo reflexiones en relación a la Filosofía de la Historia. Empero, no he tenido apoyo ni para éstas ni para otras publicaciones de libros que, permanecen inéditos.
Escuché al presidente, entonces, decir algo de lo que leía respecto a Urdaneta i confesar que no conocía su obra; pero estoi seguro que ya debe haberla conocido bien, pues pese a su dinamismo presidencial, es un excelente lector. Sin embargo en esa ocasión le hubiera agregado que, Urdaneta, además de su gesta guerrera, retiradas grandes, heroísmo extremo en el Sitio de Valencia, cumpliendo el mandato de Bolívar, “defenderéis a Valencia hasta morir”, el sitio de Puerto Cabello i, sobre todo, en la parte logística del ejército en movilización, especialmente en la denominada Campaña del Sur que culminó en Ayacucho i, muchos otros hechos, Urdaneta termina siendo el presidente del Congreso de la Gran Colombia, desea fusilar a Santander, etc. i ya concluida la gesta libertadora i desaparecido el Sol de América, Urdaneta crea o funda la Sociedad Bolivariana que, luego se multiplicará para conservar la memoria del héroe, i ya retirado, dedicado a la agricultura, vuelve a ponerse su traje militar de Ministro de la Defensa que fue, para traer junto a José María Vargas, los restos mortales del Libertador, a su patria.
Además, pese a que algunos historiadores le quieren endilgar anécdotas de jugador ocasional, Urdaneta es paradigma de honestidad, reconocida por el Libertador. I finalmente, ya viejo i enfermo, sale en Misión Diplomática para España, a consolidar en Madrid los documentos que reconocen nuestra liberación de la corona española. Grave en Londres, no quiere operarse pues su afán es llegar a su destino para cumplir su misión; pero fallece en París, i pese a que en esos días declara que solamente deja una viuda i 11 hijos en la mayor pobreza, hace que sus familiares devuelvan los viáticos de París a Madrid, puesto que la muerte le impedía cumplir. Un ejemplo supremo de honestidad, honor a su personalidad i de anticorrupción.
Por esto, celebrando las magníficas misiones que se desarrollan para beneficio i felicidad de nuestro pueblo, deseo proponerle una Misión de recia envergadura, como es la Misión de Organización del Poder Judicial i el Ministerio Público, preocupación que tuve desde mi condición de Constituyente, trabajando en la Comisión de Administración de Justicia i en la del Poder Moral, luego Poder Ciudadano. Sería una misión anticorrupción, ya que precisamente, el Talón de Aquiles de esta Revolución Pacífica i genuinamente bolivariana, es el Poder Judicial contaminado de IV República i la triste impunidad de graves delitos, propiciador de mucho de los grandes conflictos políticos que han entorpecido la obra de gobierno. Esa misión de características complejas i difíciles, debería llamarse Misión Urdaneta, el leal i brillante soldado que, como Bolívar, también fue el hombre de la dificultades, pero que las supo superar con constancia, recato i valentía.
Parodiando a Urdaneta en Cúcuta, el pueblo venezolano debería expresar en una sola voz: presidente, si un pueblo heroico basta para liberar económica, social i éticamente a la patria, pronto estoi a seguirle. Una trilogía heroica, nos alumbra el camino.
********
PD. Hago llegar este menaje i lo dedico, a la extraordinaria página APORREA, único postigo que tiene mi voz i mis ideas.