Cuando hablamos de aborto son muchos los elementos que se deben tocar, un tema tan polémico en sociedades como las nuestras merece un cuidadoso estudio. Primero hay que empezar a asumir al aborto como una REALIDAD cercana a cada un@ de nosotr@s, ¿Quién de nosotr@s no supo alguna vez de una mujer cercana que pensó en practicarse uno?, ¿Son los embarazos no deseados situaciones alejadas a la realidad de la mujer venezolana?, ¿Cuántas de nosotras hemos tenido alguna vez que practicarnos un aborto en la clandestinidad?, son éstas algunas de las preguntas que debemos respondernos al comenzar a tratar este tema. Sin duda alguna constantemente nos estamos enterando que a nuestro alrededor surgen en mujeres conocidas embarazos no deseados, la mayoría de ellas las más jóvenes, las que carecían de experiencia, y las que por su condición de pobres estuvieron alejadas de una educación sexual de calidad y de métodos anticonceptivos, ¿Qué pasa con esas mujeres pobres que quedan embarazadas cuando no lo desean?, con el aborto penalizado como se encuentra en estos momentos SE VEN OBLIGADAS A ENCARGARSE DE OTRA VIDA CUANDO NO LO DESEAN, tener hij@s no se trata de comprar muñec@s, se trata de las generaciones que nos reemplazarán, se trata de quienes se encargarán de este país y de este mundo, y cuando sus madres no están en condiciones para brindarle una educación de calidad, una buena alimentación, un hábitat digno y/o no se sienten preparadas psicosocialmente para encargarse de otra vida entonces el futuro de esa nueva generación no será el mejor.
Al sistema capitalista, fiel aliado del patriarcado, le interesa que las mujeres pobres se reproduzcan todo lo posible en medio de su pobreza, los beneficios que el capitalismo obtiene no son poca cosa, nada menos que futura mano de obra barata, sumergir a las mujeres en la producción de las fábricas y en la producción del hogar, obteniendo al mismo tiempo mantenerlas sumisas a sus intereses, sin que jamás puedan ver la verdadera causa de sus miserias.
Una sociedad socialista debe llevar inevitablemente integrada a su lucha la búsqueda de la emancipación de la mujer, para ser un(a) verdader@ socialista se debe ser, incondicionalmente, feminista. Comprendiendo que la lucha feminista no es en contra de nuestros compañeros hombres, es en contra del patriarcado, esa opresión universal histórica a la que es sometida la mujer, sólo por la condición de su sexo es menospreciada, maltratada en todos los aspectos, pisoteada, silenciada, dirigida. Nuestra lucha –en el feminismo de clase- es en contra del sistema capitalista, que nos somete a una doble explotación cuando nos obliga a encargarnos de la producción del hogar que no es reconocida, y mucho menos remunerada, y al mismo tiempo a mantener la producción en la fábrica para recibir un salario que nos ayude a sustentarnos. Es por esto que en la transición al sistema socialista a la mujer se le deben empezar a garantizar los derechos más elementales por los que siempre ha luchado y que le ha negado el capitalismo, y empezar a trabajar así por su liberación.
El aborto es uno de esos derechos elementales, pero no sólo basta con eso, se deben dirigir políticas para garantizarle a la población una buena salud sexual y reproductiva, el aborto debe ser el último método en la escala para evitar tener hij@s no desead@s, para esto se debe generar una excelente educación sexual a l@s niños, niñas y adolescentes, se debe abastecer masiva y gratuitamente anticonceptivos a toda la población, se debe garantizar acceso a consultas médicas en las distintas especialidades referentes al sexo y la reproducción para toda la población sin costo alguno, y se debe finalmente prestar de manera segura y gratuita en los centros de salud pública la práctica de abortos.
El aborto clandestino existe, y son muchas las consecuencias que genera. Es espeluznante que mueran tantas mujeres pobres por las prácticas inseguras, y por demás precarias, que se realizan, ya que su situación económica no les permite pagar los altísimos precios que cobran las mafias médicas por realizárselos de manera segura –a quienes les interesa mantener el aborto penalizado para seguir enriqueciéndose con sus altos precios-, en casos también trágicos muchas quedan con terribles daños en sus sistemas reproductivos. ¿No les importan éstas vidas a quienes tienen la tan nombrada posición “pro-vida”?, ¿Es acaso un feto con menos de doce semanas de gestación más vida humana que la de la mujer?, nosotros pedimos la despenalización del aborto hasta las doce semanas de gestación cuando el feto no se considera biológicamente aún vida humana, no ha desarrollado sus sentidos, no razona, está en formación, pero no está formado, además la mujer no corre con grandes riesgos, y el aborto puede ser realizado de manera segura.
Es por esto que hoy las mujeres venezolanas exigimos la despenalización del aborto, una buena educación sexual para prevenir, anticonceptivos de calidad y gratuitos para no abortar, y ABORTO SEGURO PARA NO MORIR. Es la clase trabajadora la única perjudicada, es la mujer la principal víctima, es el sistema capitalista el único beneficiado con la penalización del aborto. ¡Ni una muerta más!, ¡La mujer decide, el Estado garantiza, la sociedad respeta y la iglesia se calla y no se mete!
¡Mujeres por el socialismo, CREANDO PODER POPULAR!
Eglims Peñuela – Integrante del Frente Mujer Joven y de la Juventud Comunista de Venezuela
peglimsimgle@hotmail.com