¡Vuelvan Cara! Fue la orden que dio Páez a la caballería patriota en la escaramuza de Mucuritas (1817). Al girar grupas, una muralla de lanzas erizadas se irguió amenazadora y mortal ante el desaforo persecutorio de la tropa realista.
El ¡Vuelvan cara! es consigna que cambia la trayectoria en 180 grados. Hace cuarenta años, por ejemplo, ocurrió un significativo e interesante ¡Vuelvan caras! cuando el Papa Juan XXIII, convocó el Concilio Vaticano II con la pretensión de actualizar el catolicismo, adecuarlo a los cambios y tratar de suavizar contradicciones entre modernidad, misterio y racionalidad; papado y fe; cultura y fe; conciencia y verdad; libertad religiosa y libertad de conciencia; la iglesia universal y las iglesias particulares. En ese empeño, teólogos progresistas trataron de marcar nuevos derroteros. De ese intento quedó la abolición del latín como idioma del culto, se adoptó el idioma oficial de cada pueblo y el sacerdote, que durante siglos había oficiado la misa de espaldas a la feligresía, volvió grupas y dio la cara, en simbólico gesto.
Ese ¡Vuelvan cara! no pasó de allí, del simple gesto en la forma, porque en el fondo todo continuó igual, por cuanto una contradicción hundida en el paso de los siglos y trasladada a la actualidad: o se suaviza o se profundiza. Basta verlo en el comportamiento de la jerarquía católica o en el ”Manifiesto Comunista”, allí Marx y Engels comienzan diciendo: “Un fantasma recorre a Europa” - el fantasma de la pobreza. Ciento cincuenta años después, ¿Cuál es la situación de pobreza en el mundo? La contradicción entre pobres y ricos ¿ Ha desaparecido, ha menguado, se ha profundizado? ¿Cuál es la diferencia entre el capitalismo depredador de hace 150 años, que describe el Manifiesto Comunista, y el avasallante, globalizante capitalismo financiero y depredador del presente?
El mismo fantasma recorre el mundo. La denuncia no pierde vigencia. Durante cien años, tanto con las compañías transnacionales como en la nacionalización “chucuta”, el petróleo estuvo de espaldas al interés de las mayorías, de espaldas al país nacional y al servicio de bastardas intenciones. El saboteo ejecutado por la meritocracia petrolera, aliada a intereses foráneos, destapó la Caja de Pandora de las transacciones y negociados que cúpulas corruptas, apátridas, realizaban en un permanente y creciente saqueo de la principal fuente de riqueza nacional. Los dos meses de saboteo a la economía sirvió para estremecer la conciencia de los venezolanos y sirvió para mostrar realidades ignotas, aquello que desde tiempo atrás se había dado en llamar la “caja negra”.
La batalla que libró el pueblo junto a su Fuerza Armada, debe constituir el ¡Vuelvan caras! De la industria petrolera, para que, por fin, deje de existir de espaldas al país y pase con todo su poder económico a servir, por fin, los intereses nacionales. El ¡Vuelvan caras! de PDVSA debe dar respuesta, con hechos, a la pregunta ¿Por qué, luego de cien años de producción petrolera, las mayorías nacionales viven en la pobreza? ¿ Por qué la riqueza que mana de los pozos petroleros no ha servido para construir el bienestar de las mayorías? A un año del chantaje, el ¡Vuelvan caras! debe ser erizamiento de lanzas y encuentro venturoso de la nación y su petróleo. ¿Será posible?
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