Julio Andrés Borges, se confesó el domingo 18 de enero de 2004, en Últimas Noticias, ante la periodista Celina Carquez: "Me arrepiento profundamente de nuestra posición durante el paro".
Bien por Julio Borges, pero como diría nuestro filósofo casero, Luis Herrera Campíns: "Tarde piaste, pajarito".
Ocurre que el paro se inició el 2 de diciembre de 2002. Y el 3 de febrero de 2003, tres meses después, fue flexibilizado, que no es lo mismo a decir que terminó, es decir, que todavía continúa, porque Carlos Ortega no ha dicho nada.
Ahora, un año después, Julio Borges, dice que se arrepiente de haber participado en el paro. Quien no parece arrepentirse es Juan Fernández, que se siente orgulloso. También Albis Muñoz, dice que gracias al paro se llegó a la solicitud de referéndum revocatorio, cuando todos sabemos que eso está contemplado en la Constitución. Lo que no dice es, que gracias al paro, se quedó con la presidencia de Fedecámaras.
Enrique Mendoza tampoco se arrepiente de su participación en el paro. Por el contrario, pareciera que está dispuesto a participar en otro. Y Manuel Cova acaba de llamar a un cacerolazo a cuñazo limpio por los canales de televisión. Seguro que la CTV está pagando esa cuña.
De paso, hubiese sido más creativo, colocar la imagen de Carlos Ortega cuando, junto a Juan Fernández y Carlos Fernández, daban su parte de guerra, diciendo: "Esta noche, cacerolazo a las ocho". Y así, los seguidores de Ortega, salían en caravana a dar su cacerolazo.
De todos ellos, el único que se ha arrepentido públicamente, es Julio Andrés Borges. Y en su confesión fue más allás": "Creo que el paro fue un error, y espero que Dios nos dé la sabiduría para no dejarnos arrastrar".
Esa última parte, la de dejarnos arrastrar, confieso que todavía no logro entenderla. Sobre todo porque se está metiendo a Dios en el asunto. En eso hay que decir como dice el doctor Estrada en una de sus vallas aquí en Caracas: "Dejemos tranquilo a Dios porque él está muy ocupado".
También se sincera Julio Borges y dice a la periodista: "Te soy franco: estamos angustiados y no hay transparencia en las decisiones".
Y por último, Julio Borges dice: "Esa iniciativa de llevar los médicos a los barrios es buena y plausible".
Definitivamente, los bolivarianos tienen que estar mosca, porque parece que Borges, está a punto de saltar la talanquera hacia el chavismo.
Robertomalaver@cantv.net
