Esta mañana, junto a unos vecinos del Sector La Cañada de la Parroquia 23 de Enero, nos dimos una vuelta por la parte lateral que va del Bloque 15 al Bloque 21. Lo hicimos molestos por el hedor putrefacto que por más de dos semanas viene impregnando este poblado sector. Allí, pegado al cerro y en forma de L hay un sistema de canalización de aguas de lluvia, ahora también de aguas negras por la construcción de barrios entre nuestra zona y La Central, que está totalmente obstruido. Producto de la falta de limpieza de este sistema de canalización, de la cotidianidad de las lluvias y del acumulado de desperdicios, maleza y chatarras, la obstrucción de las aguas convierte la situación en grave, y sin querer alarmar, a punto de epidemia.
Aparte de los 7 bloques grandes de 150 apartamentos cada uno y los 5 bloques pequeños pegados a ese cerro lateral, también están dos (2) escuelas: la Vargas y la Luis Enrique Mármol, además de una Piscina, donde estudian y hacen recreación niños y adultos de otros sectores de la parroquia.
Ustedes saben que aquí en el 23 de Enero las posiciones políticas casi están cristalizadas y hay una masa abstencionista que es nuestro trabajo movilizarla para que haga efectivo su voto. Ese es nuestro trabajo, el de ustedes como Alcaldes y el de nosotros como militantes de los Batallones Socialistas del PSUV. Tengan la plena seguridad que aquí en La Cañada ha habido y hay un esfuerzo sistemático en esa tarea. Sabemos igual del esfuerzo de ustedes y esto se debe, independientemente de los errores que nos puedan achacar, de la comprensión que tenemos de este proceso: de su origen, su transito y perspectivas.
Que nadie se moleste por esta solicitud pública que le hacemos. Faltan dos semanas y sí este artículo lo llega a leer, además de ustedes, el resto de gobernadores y alcaldes del país que se inscriben en el proceso y, que por supuesto, también están lleno de exigencias: que no se paren, que nunca es tarde.