¡Lo que diga el pueblo, NO Nicolás!

Si todavía hay quiénes piensan que adecos y copeyanos no volverían, pues, están equivocados, hace rato que volvieron y están en funciones de gobierno. De verdad que no estoy exagerando y a los hechos me remito con el reciente eslogan rodado por el PSUV, luego de las críticas que recibió el Presidente por un sector afín a su gobierno tras el indulto otorgado a más de cien presos políticos, lo que deja bien claro, que esta respuesta propagandística viene a confirmar lo desorientado que se encuentra este partido político, que dice llamarse socialista, se define de izquierda y se autoproclama de revolucionario, sin embargo, resulta que ese partido y este gobierno están bien lejos de ser consecuentes con su definición, y con esta acción, de lo más puntofijista, están dando la razón a quiénes estamos convencidos que esto ha tenido un giro a prácticas nada revolucionarias.

Quiero aclarar que con este artículo no tengo intención alguna de reprochar la medida del indulto, ya que habían personas que no merecían estar en prisión, como el caso de los dirigentes obreros que salieron beneficiados con la medida y de algunos dirigentes políticos que fueron detenidos por la sencilla razón de pensar distinto, de hecho, hay todavía dirigentes obreros, trabajadores y campesinos tras las rejas de manera injusta, lo que ha conllevado a la organización de estos sectores para exigir la liberación de sus compañeros de clase. Por tal razón, el enfoque central de este artículo va dirigido al reciente hecho propagandístico, que considero importante ya que viene a confirmar lo que he venido planteando acerca de la tergiversación de este gobierno en mis distintos artículos.

Con este mensaje de lo más sumiso, el PSUV intenta convertir a sus seguidores en un rebaño de ovejas que se mueven tras su pastor, es la obediencia ciega en panfleto, es convertir a una organización política en una secta religiosa en donde no existe la participación, el debate, la militancia crítica sino un conjunto de feligreses subordinados a su párroco. Realmente, con esta consigna han caído en lo más bajo, pensaban hacer una gracia, pero les ha quedado bien mal, ya que buena parte de la población ha despertado y no está dispuesta a servir de borregos ante estos politiqueros de turno que nos han estafado y nos han llevado a este desastre socioeconómico presente.

Ahora, lo peligroso está en que estos dirigentes pretenden que el país se subordine a ellos como lo han logrado con su militancia, y es aquí, donde debemos dejar bien claro, que una cosa es su organización política y todo lo concerniente a ella, y otra es el resto de la población ajena a su partido político, dónde no creerán que podrán manejarnos a sus antojos y además pensar que tengamos que calarnos sus imposiciones, sus atropellos, sus mentiras, sus errores y su mal gobierno. Fíjense, que ante la irreverencia y la acción contestataria de muchos que han decidido alzar sus voces para atacar a las mafias que vienen corroyendo a la nación y otros que vienen ejerciendo la lucha reivindicativa por mejoras de las condiciones salariales, la respuesta oficial ha sido el amedrentamiento, el terror, el encarcelamiento y, peor aún, el ajusticiamiento, con esto intentan la desmovilización de ese movimiento popular que viene creciendo, que no ha mordido el chantaje de la guerra económica y que valora el agravamiento de nuestra situación producto del intervencionismo de fuerzas extranjeras, pero entiende que la crisis institucional de este país viene de tiempo atrás, en la que esta burocracia tiene un peso importante en la destrucción de nuestra calidad de vida.

De tal manera, que no nos calaremos esa consigna contrarrevolucionaria y aquí la voz cantante la debe tener la clase trabajadora organizada que sufre y lucha a diario por un mejor país, no un político que ha confundido su rol y ha olvidado que la Constitución en su artículo 2 establece que "Venezuela se constituye en un Estado democrático, social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político", es decir, acá no vivimos bajo un sistema monárquico de obediencia a un reinado, es más, la Constitución establece en su artículo 6, que "El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades que la componen es y será siempre democrático, PARTICIPATIVO, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables", que yo sepa, esta es la Constitución vigente, ya que la burocrática Asamblea Nacional Constituyente no ha elaborado una nueva Constitución y según ya no lo hará. Así que, es importante que entienda el equipo de propaganda del PSUV, que quiénes realmente somos revolucionarios jamás toleraremos ese tipo de mensajes y conductas adecos-copeyanos que nos anclan a un pasado, al que ingenuamente llegamos a pensar que lo habíamos superado. Asimismo, deben entender que este gobierno está bastante cuestionado producto de sus engaños a la población, por lo tanto, mucho menos estaremos dispuestos a recibir órdenes de quién ha perdido toda credibilidad.

Entiendan que Venezuela no es una hacienda que va a ser manejada por una persona o por un pequeño grupo a sus caprichos, por otro lado, sería bueno que empezaran por redefinir su postura política, ya que están dañando a las ideas revolucionarias con toda su inconsistencia e incoherencia en sus funciones de gobierno. Lo que diga Nicolás será respetado en su casa y en Miraflores, en Venezuela este pueblo ha decidido alzar la voz en contra de la realidad salarial de la que este gobierno ha decidido no atender, alzaremos la voz en contra de la violenta realidad económica que este gobierno avaló a través de su portal del Banco Central de Venezuela con unas cotizaciones de divisas que terminaron amparando la devaluación de este país, este pueblo no se cansará de señalar el deterioro al que llevaron a las empresas del Estado, entre ellas PDVSA, país petrolero que hoy sufre una fuerte escasez de combustible y esconden esa realidad con la pandemia al decir que no suministrarán de gasolina a las estaciones de servicio para evitar que las personas salgan de sus casas, MENTIRA, pero además las fallas en el suministro de gas doméstico que pone a las familias en una pérdida de su calidad de vida, el deterioro en CORPOELEC y de sus centrales hidroeléctricas que han conllevado a los cortes constantes del servicio de energía eléctrica en muchas partes del territorio, el deterioro de HIDROCAPITAL que mantiene a muchos hogares sin el suministro del vital líquido, el deterioro de CANTV que ha generado que muchos hogares pierdan sus líneas telefónicas y/o la conexión del servicio de internet ya que para lograr la reconexión del mismo tienes que verte en la obligación de pagar en dólares y sumas exageradas a las cuadrillas de la misma empresa, no nos cansaremos de señalar la situación deplorable de la salud pública en este país, alzaremos la voz por la pérdida de la calidad de la educación pública ya que los maestros abandonan sus funciones por la manera irrespetuosa que este gobierno valora su trabajo, no callaremos ante el vandalismo de los cuerpos de seguridad del Estado que arrugan ante el accionar y el avance de las bandas delictivas pero si son buenos para arremeter contra un pueblo desarmado, nos tendrán que cortar la lengua a todos esos revolucionarios que no bajaremos el tono ante las detenciones arbitrarias de dirigentes sindicales que luchan por condiciones más dignas, y/o dirigentes políticos que hacen frente a la negligencia política de este gobierno, y/o a los campesinos e indígenas que defienden su derecho a la tierra.

Finalmente, que no quepa la menor duda, que estos políticos nos han llevado a la informalidad, al sálvese quien pueda y nos han convertido en nómadas, al buscar en otros territorios lo que cómodamente pudiéramos obtener acá, en un país con tantas potencialidades y recursos, pero el egoísmo, la avaricia, la ambición y el poder los han convertido en seres insensatos. Así que no somos, ni seremos obedientes a nadie, y recuerden que ustedes (gobernantes) llegaron al ejercicio del poder por la voluntad popular, de tal manera, que el pueblo que les depositó su confianza lo hizo con el propósito de que generaran políticas en beneficio de la población, sobretodo de los más necesitados, por lo tanto, son ustedes los que deben someterse al pueblo NO el pueblo a sus designios. En vista de la realidad, me atrevo a gritar desde esta trinchera: ¡Lo que diga el pueblo, NO Nicolás!



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Ramón Álvarez


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