El 30 de Enero pasado fueron las elecciones en el Colegio de Venezuela. Por primera vez hubo una votación masiva del gremio más numeroso y antiguo del país. La razón de la asistencia masiva fue la eliminación del requisito de solvencia a los votantes. Los resultados ya los conoce el país. Ganó de manera abrumadora la Plancha 142 de la oposición a Chávez.
La oposición se posesionó del bastión gremial más importante del país. Y ¿cuál es la causa de la derrota del boque del cambio que apoya a Chávez representado por la Plancha 80? La plancha 142 capitalizó el 15% (19,000 votos) aproximadamente del total de los 132,000 votantes. La plancha 80 obtuvo el 6,2% (7,000 votos) del total de votantes. La abstención de 106,000 votantes superó el 75%. La gran ganadora fue la abstención. El mensaje es bien claro: los ingenieros de Venezuela son apáticos a lo que sucede en el gremio. Los ingenieros de Venezuela están descontentos con la acción gremial del C.I.V. en los últimos años, entre otras razones por ser incapaz de resolver la situación de desempleo para este importante sector de las fuerzas vivas del país. El paro empresarial y petrolero fue un duro golpe para el empleo de los ingenieros agremiados. Nunca escuchamos opinar al CIV frente a ese paro golpista y absurdo.
Los votos de la oposición fueron los miles de ingenieros que se fueron de PDVSA y que hoy están desempleados (ingenieros químicos, petroleros, mecánicos, electricistas, civiles y geólogos), más los otros miles de ingenieros que laboraban en las empresas de ingeniería que prestaban sus servicios para PDVSA bajo la modalidad del outsourcing, y más los otros miles de ingenieros de las empresas constructoras que sufrieron los efectos del nefasto paro empresarial y petrolero de Dic02-Feb-03.
Ahora, ¿qué sucedió con las postulaciones para la Junta Directiva del CIV? Nosotros los ingenieros no tuvimos información concreta sino apenas días antes de las elecciones. La campaña electoral dejó mucho que desear. No se publicitaron las planchas de manera adecuada. Todo lo relacionado con las planchas estaba en un ambiente misterioso, a pesar de existir un programa de las distintas fases para llegar a celebrar las elecciones del CIV. Supimos a última hora de las planchas postuladas: la 142 de la Coordinadora Democrática, la plancha 80 del oficialismo, de una gremialista o de los llamados ni-ni, otra de los adecos, otra de los copeyanos, pero sin definiciones precisas. Hubo diatriba entre los chavistas por seleccionar una plancha. Hubo mucho desorden e improvisación.
Desde el 2000 el Colegio de Ingenieros de Venezuela estuvo presidida por el Ingº Adolfo Miquilena hijo. A raíz de la salida de Miquilena padre del gobierno, muchos diputados que apoyaron a Chávez saltaron la talanquera y crearon un desbalance en la Asamblea Nacional. Esto se reflejó en Adolfo Miquilena hijo, quién llegó a la presidencia del CIV gracias al apoyo de Chávez, y se mantuvo allí durante dos períodos, pues no hubo elecciones el período anterior. Esto afectó negativamente su gestión. La credibilidad en el gremio decayó aún mas.
El Consejo Nacional Electoral manejó el proceso de votaciones y escrutinios. Así se convocó para el 30 de Noviembre pasado para realizar las elecciones que fueron postergadas para el 5 de Diciembre porque coincidía con la celebración de recolección de firmas para los referendos revocatorios. Después se postergaron para el 30 de Enero y ya no hubo más prórrogas. Hoy el CNE divulgó los resultados mencionados.
No hay que olvidar que para estas elecciones la Junta Electoral permitió que votaran todos los miembros activos del CIV. En elecciones pasadas solo se permitía ejercer el voto solo a los miembros de CIV solventes. Tradicionalmente los ingenieros civiles y arquitectos cumplen con esta obligación, porque les exigen la solvencia del CIV para ser contratados, por la responsabilidad decenal en la Contratación de Obras, señalado en el Art. 1637 del Código Civil de Venezuela. La mayoría de los ingenieros y afines de otras especialidades que no les exigen la solvencia del CIV, y por tanto han estado insolventes por años. La eliminación de la solvencia para el voto aumentó el espectro de los votantes a la totalidad de miembros activos del CIV.
Por fin llegó el día Viernes 30 de Enero de 2004. ¿Qué pasó? La gran afluencia de ingenieros congestionaron la Sede del CIV. Muchos no pudimos votar por la gran congestión de gente. Las colas llegaron hasta 500 metros fuera del Colegio de Ingenieros en Los Caobos. El estacionamiento estaba lleno y hubo congestión de tráfico hasta casi la Plaza Colón. Otros acontecimientos también perturbaron las elecciones del CIV. Por supuesto me refiero a la recolección de firmas para los referendos revocatorios a los diputados de la Asamblea Nacional y al Presidente de la República. La mayoría de los venezolanos ha estado más pendiente de los resultados de las firmas para convocar los referendos revocatorios que otra cosa.
El chavismo perdió uno de los gremios más importantes. El mensaje para el oficialismo es claro y fuerte: derroten el desempleo en el gremio de los ingenieros, aumenten su credibilidad. Para aumentar la credibilidad es perentorio derrotar el desempleo de los ingenieros y afines. Y para lograrlo es necesario cambios en los cuadros directivos de MINFRA (Inavi, Fundabarrios, Conavi, Fondur, etc) , MARN (Hidroven, Hidrocapital y demás hidros, etc) y Ministerio de Planificación (CVG, Corpovargas y demás corporaciones). De todos estos MINFRA y MARN son gigantes silenciosos, que requiere de cuidado por parte del Presidente Chávez. Se requieren Ministros ingenieros con experiencia. Se requieren ingenieros competentes al frente de las direcciones ejecutoras de los programas. Esos ingenieros gerentes, leales y competentes no se pueden improvisar. La clase media profesional y en especial de los ingenieros cuentan con valiosos gerentes que pertenecen al proceso de cambio que lideriza el Presidente Chávez.
La nueva Junta Directiva Nacional del CIV tiene un importante reto: hacerse sentir en todos los estamentos para que sus agremiados estén en esos puestos claves del sector público y privado. Esto significa conciliación entre oficialismo y oposición. El saboteo a la gestión gubernamental solo perjudicará al gremio. La nueva Junta Directiva del CIV tiene que "refundar" el CIV para adaptar la vieja Ley de Ejercicio Profesional del 24 de Noviembre de 1958, a las necesidades del siglo XXI. La nueva Junta Directiva del CIV debe tener como meta principal derrotar el ejercicio ilegal de la profesión, exigiendo prioridad a los miembros activos del CIV ante los ingenieros no permisados para el ejercicio profesional en Venezuela. Así ocurre en otros países con sus nacionales. ¿Por qué aquí en Venezuela no podemos exigirlo y hacerlo cumplir?
Superado el paro empresarial y petrolero del año pasado, se requiere acometer planes de desarrollo agresivos. Para reactivar la construcción hace falta entre otras cosas que el gobierno resuelva con efectividad el problema del elevado costo del cemento, manejado por un cartel que especula con actuaciones monopolistas. También hace falta el abaratar y democratizar el crédito bancario para la construcción y el crédito hipotecario para los adquirientes de viviendas. De esta manera tanto el sector público como el sector privado serán estimulados para operar con mejores condiciones que las actuales.
La participación del CIV en las juntas de licitación es importante. Hasta hoy brilla por su ausencia. Revolución significa poner orden en el caos. Esa revolución significa acabar con las comisiones escandalosas de algunos funcionarios públicos. Esa revolución significa otorgar justicia para el sector petrolero endógeno y sector construcción endógeno, para reactivarlo y así reducir el desempleo en el gremio.
Participando el CIV en estos procesos aumentará su credibilidad y este es el mayor reto de la nueva Junta Directiva, que durará dos años en su gestión. Veremos que tan competente pueda ser. La abstención será la primera derrotada en las próximas elecciones si el CIV aumenta su credibilidad con resultados concretos. Necesitamos una Junta Directiva Nacional y Juntas Regionales más participativa y democrática, sin discriminaciones de ninguna índole. La JD contará con fondos suficientes para prestar un mejor servicio gremial obligando a todos a pagar los pírricos 36,000 bolívares anuales. Háganlo, todos esperamos que así sea. Venezuela lo necesita.
(*) Ingeniero Civil UCV
Magíster Scientiarum UCV
C.I.V. No. 8.511
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