En el municipio Sucre del estado Miranda la revolución perdió electoralmente. Jesse Chacón, quien realizó una campaña excelente, no pudo borrar la imagen de desidia e indiferencia dejada por José Vicente Rangel hijo en sus ocho años como alcalde.
Las derrotas en la Alcaldía Mayor y en la Gobernación de Miranda son, en parte, repercusión del resultado adverso del municipio Sucre. El pueblo pobre de Petare y otras comunidades, que mayoritariamente está con el proceso, no salió a votar; no estaba motivado y asumió la abstención como protesta y castigo.
Pero la derrota actual se inicia realmente hace ocho años, cuando en forma equivocada se escoge a José Vicente Rangel Ávalos como candidato a alcalde, a pesar de no ser un dirigente popular en el municipio ni en ninguna otra parte, ni tener una trayectoria conocida en el campo de las luchas sociales. Rangel Ávalos, a diferencia de su padre, no era un luchador político y no tenía interés en el desempeño de cargo tan importante para el futuro revolucionario. Ése fue el primer gran error de la dirección revolucionaria, incluido el presidente Chávez.
Como alcalde, Rangel no enfrentó los problemas cotidianos de la gente (agua, vivienda, seguridad, vialidad, disposición de basuras, aceras, tráfico y buhonería) ni se relacionó con las comunidades. No deja obra ninguna, como no sea un centro comercial lujoso inaugurado con Diosdado poco antes de los comicios. El patrón de votos de las tres últimas elecciones en Petare, Filas de Mariches, La Dolorita y Caucagüita demuestra que los votantes bolivarianos que se movilizaban en el pasado no lo hicieron esta vez.
Chacón incurrió en una malentendida solidaridad al no distanciarse de la gestión de Rangel Ávalos. Ha debido aceptar sus fallas e inconsecuencias y llamar a superarlas en trabajo participativo con las comunidades. Esto, aunque no le garantizaba la victoria, le habría dado mayores oportunidades de alcanzarla. Influyó también el empeño del Presidente en gobernar con la misma veintena de personas que lo han acompañado, la mayoría de las cuales han sido muy ineficaces. Hoy, el pueblo apoya al Presidente, pero ya no sigue sus directrices electorales.
Nueva enseñanza de los dos últimos comicios. Quien tenga cerebro que entienda.
Ex rector de la UCV