En la perspectiva de las elecciones para Gobernadores que se realizarán el próximo 16 de Diciembre, me correspondió como militante revolucionario del PSUV, acompañar a la candidata Nicia Maldonado, en el esfuerzo político por recuperar para la Revolución Bolivariana la gobernación del estado Amazonas.
Debo reconocer que no soy un especialista en el tema indígena, pero todo Bolivariano tiene en esta agenda razones políticas, culturales y emocionales para abrazarla, hacerla suya y trabajarla reconociendo que se aprende transformando. Cuánto aprendí en estas semanas de los pueblos indígenas, de su humildad, dignidad y rebeldía amorosa, de sus territorios y de su candidata.
En cada lugar que visitamos conseguíamos también a nuestras Fuerzas Armadas Bolivarianas desplegadas para apoyar la resolución de los problemas de las comunidades indígenas, ratificando con hechos concretos que esta Revolución es posible sólo y gracias a la alianza cívico-militar.
Estuve en La Esmeralda, en la humilde casa en la cual creció Nicia, donde se forjó su espíritu rebelde y donde se templó su decisión de luchar por los pueblos originarios de Venezuela. Con la sencillez de quien sabe que la lucha es larga, Nicia, maestra indígena como lo es, le explicaba a Yekuanas, Yanomami, Yara y los otros pueblos por qué tenían que sobreponerse a la traición del actual gobernador y continuar la senda de la dignificación de los pueblos indígenas delineada en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Nicia les hablaba en sus lenguas originarias y usaba los ejemplos de sus vivencias por esta selva bendita, para ratificarles que ella mandaría obedeciendo. Los rostros esperanzados de los hombres y mujeres indígenas acompañaban su discurso. Nicia es la candidata de la Revolución, la única candidata a la gobernación de Amazonas auténticamente indigenista, orgullo para los Bolivarianos que soñamos y trabajamos para erradicar las injusticias sociales.
En Manapiare, Rio Negro, San Fernando de Atabapo, Puerto Ayacucho, en cada lugar que visitamos el espíritu se sacudía al compartir cara a cara con la resistencia hecha alma popular, hecha rostro ancestral y desafío para los socialistas del siglo XXI. Cuánto nos queda aún por hacer en esta región, tarea que sólo una revolucionaria indígena como Nicia puede liderar en la actual coyuntura.
La agenda de transformación revolucionaria del estado Amazonas fue construida de manera participativa y sólo Nicia Maldonado puede llevarla adelante, desarrollarla y proponer novedosos desafíos. Adelante camarada y hermana, cuente usted con este humilde aprendiz en sus futuras batallas.
El autor es el Director dela Revista COMUNA: pensamiento crítico en la revolución
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