Igualito al año pasado

Otra vez los escuálidos de siempre salen a soliviantar los ánimos, nuevamente intentan desbocar al colectivo contra las instituciones del estado. Otra vez escuchamos la voz de Carlos Ortega desde su exilio dorado, los espasmos de Martha Colomina delirando con una salida de fuerza para Chávez, los grititos histéricos de Napoleón y la comedia de aló ciudadano, invitando a derribar todo cuanto signifique validar el estado de derecho; reconocer la fortaleza de la revolución y principalmente hacer oposición con gallardía y responsabilidad.

Que lástima, ya tenemos cinco años esperando por una clase dirigente con un proyecto alterno al nuestro, ya estamos hartos de ese eterno grupúsculo de enfermos disociados de la realidad, que repiten y repiten las mismas estupideces sin percatarse que a ellos les corresponde más que atacar a Chávez, construir un camino para todos los que legítimamente no comulgan con el gobierno. Lo lamento, porque en lo personal me siento afectado, pues tengo cinco años esperando disertar con algún interlocutor de oposición que sin gritos, ni consignas sea capaz por lo menos esbozar algunas líneas para la discusión a profundidad y no las respuestas de siempre: “Chávez vete ya, fuera”.

Es triste y a la vez curioso, triste, porque nos demuestra que la clase política derrocada en 1998, en su mayoría perdió la brújula del humanismo y se fue a favor de sus profundos complejos de superioridad, frente a un pueblo que los observaba como se enriquecían con el tesoro nacional. Curioso, porque gracias a su desespero nos han dado la posibilidad de mostrar al mundo su talante fascista, racista y contrario a todo cuanto vindique a los menos favorecidos.

Estoy seguro, que los que me están leyendo en este momento, coinciden conmigo cuando digo que la oposición venezolana, lo único bueno que ha hecho, es haber sido el mejor comando de campaña del presidente Chávez, nosotros no lo hubiéramos podido hacer mejor, y por ello reconocemos que los miembros de la CD, esos seres oscuros expertos en el arte del engaño, aunque llevan cinco años vendiendo mentiras, sembrando angustias, invocando al concierto de la naciones, imaginando escenarios de fantástico terror, no es menos cierto, que ellos trajeron a Carter para que el ex presidente comprobara el alto nivel de libertad y democracia que se practica en el país, a Gaviria, para que este no tuviera argumento alguno en la OEA y desconociera a la revolución bolivariana como un sistema democrático autentico y los representantes de los países amigos, para que vieran como un gobierno es tolerante frente a sus adversarios y en vez de plan y plomo, lo que reparte es democracia y mas democracia. Por esta razón, gracias escuálidos.




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Dr. Ángel Rafael Tortolero Leal

Profesor Investigador Titular en la UNERG, Diplomatico Ex Embajador, Analista Internacional, Miembro del Centro de Estudios Socialistas Jorge Rodríguez. Internacional Bolivariana y Miembro de la Línea de Investigación: Políticas Publicas y Pensamiento Contra Hegemónico. Militante del PSUV

 angeltortolero@gmail.com      @ANGELTORTOLERO1

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