Con la propuesta de ENMIENDA a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, planteada por la Asamblea Nacional con el apoyo de la mayoría de la población, se ha generado en la sociedad venezolana un intenso debate que a todas luces presenta un gran desequilibrio en cuanto a argumentos se refiere.
Por un lado un grupo minoritario, que se identifica como oposición al Gobierno Nacional, se ha dedicado a una campaña irracional, sin argumentos, sosa y poco seria. Sólo realizan acciones que rayan en la violencia física y en la agresión verbal permanente a las autoridades e instituciones legítimas y, mucho más lastimoso, a las autoridades del CNE, árbitro de los procesos electorales en nuestro país, que ha demostrado hasta el cansancio su imparcialidad y eficiencia en la realización de procesos electorales anteriores.
Por otro lado la inmensa mayoría de la población venezolana, que tradicionalmente estuvo marginada y ausente de la atención de los gobiernos cuartorepublicanos, se ha decidido de manera positiva por el apoyo a la propuesta de Enmienda a la Constitución Nacional, para permitir que quienes ocupen cargos de elección popular, puedan ser postulados de forma contínua para participar en elecciones sucesivas por la misma posición y, si el voto popular los favorece, continuar en dicho cargo.
Ante el negativismo y violencia de quienes se dicen oposición al Gobierno Bolivariano, que sólo ofrecen retrotraernos a épocas pasadas, se antepone la conciencia de un colectivo que crece en voluntad democrática, solidaridad, alegría y claridad política.
Sectores reaccionarios, enemigos de nuestra nacionalidad, de nuestros símbolos patrios y de nuestras raíces históricas presentan argumentos banales, sin sentido, que dejan mucho que pensar de su inteligencia o de sus verdaderos intereses. Aquello de “reelección indefinida”, o de “reelección perpetua” o lo de “violación del principio de la alternabilidad” sólo existe en sus mentes llenas de odio e irracionalidad que se alimentan del veneno mediático que diariamente se dejan inyectar por algunos medios de comunicación, claramente al servicio de intereses foráneos, enemigos de Venezuela.
Por su parte y de manera clara y transparente sectores campesinos, estudiantiles, obreros, intelectuales y en general la gran mayoría nacional, entiende y defiende la propuesta de ENMIENDA por considerarla una ampliación a sus derechos políticos, como en efecto lo es, que les permitirá profundizar los derechos democráticos y mantener al frente de los cargos de elección popular a quienes, ejecutada una gestión positiva, merecen continuar en funciones de buen gobierno, para llevar a feliz término los proyectos, trabajos y obras en desarrollo.
De manera incomprensible algunos entrevistados de la llamada oposición venezolana manifiestan que ellos también desean ser presidentes y que Chávez les niega esa oportunidad y ser él, el único candidato. Ante tamaña ignorancia, se puede deducir que desconocen que pueden ser postulados a cualquier cargo de elección popular (incluido el de Presidente) por cualquiera de sus partidos que forman parte del espectro político nacional, a menos que:
-Deseen pertenecer al PSUV para ser candidatos presidenciales con opción de triunfo, en cuyo caso deben hacer su trabajo a favor de la Revolución Bolivariana y convencer a los militantes del PSUV, que pueden hacer una mejor gestión que la realizada por el Presidente Chávez.
-Duden que sus partidos políticos opositores tengan la fortaleza para ganar limpiamente elecciones con el voto popular.
Estén convencidos que Hugo Chávez, como contrincante en un proceso electoral serio y transparenre, es inderrotable,
Como ven, estimados venezolanos, veamos la cuestión en positivo, lo negativo es dañino, es volver al pasado nefasto de la IV República.
Un SI rotundo, sincero, alegre a la nueva Patria Socialista, es la solución.!!!
SI a la ENMIENDA!!! SI a VENEZUELA !!!
*Cónsul General de la República Bolivariana de Venezuela. Frankfurt Main.