La secesión como instrumento imperialista

Sigue la campañita de separar independientes al Zulia y a otros estados de Venezuela. Antes era un proceso solapado, pero al ser evidente el megafraude, al anuncio que los rasparon y tenían que reparar, Enrique Mendoza y su corte de la coordinadora oposicionista, declaran “la guarimba” y la secesión. Este proceso devela un instrumento imperialistas para los fines de sus particulares intereses.

En forma sistemática y hasta orgánica se viene desde hace algunos años haciendo una campaña para crear una corriente de opinión sobre el escenario de una virtual separación del estado Zulia como un estado independiente, como la República Independiente del Zulia. Podemos encontrar elementos que hacen relucir algunos hechos que pudieran apuntalar la mediatización para buscar un eventual desmembramiento de la región zuliana, en nuestro caso, del territorio venezolano.

Vemos desde hace algunos años “grafitos” en paredes de carreteras muy transitadas de Maracaibo que dicen “el Zulia independiente”. Pero también vemos la respuesta con otro color de pintura al pie de éstas que dicen: “con la verga”. Esto cuenta la desfachatez separatista por un lado y con el “revire” o la opinión de los miembros de la comunidad por el otro. Quién se imagina a un maracucho sacando pasaporte para ir el fin de semana para La Puerta en el estado Trujillo o a El Supí en el Estado Falcón, así sucesivamente para cualquier región de nuestra amada República Bolivariana de Venezuela.

Tienen algunos argumentos o elementos históricos y de exaltación balurda de un falso regionalismo segregacionista. Los separatistas cuentan que alguna vez, el 5 de Julio de 1811, no declaramos la independencia junto con las otras siete provincias de la Capitanía General de Venezuela, sino la bandera tuviera ocho estrellas. Además, luego de la batalla lacustre de 1824 se declara la independencia en el territorio zuliano y se dice que se asume la adhesión a la Nueva Granada. Cuenta que un gobernante en antaño declaró la independencia del territorio por pocas horas. También aducen la vanguardia de los acontecimientos históricos y recursos económicos exuberantes con aires de superioridad sobre otras regiones.

Pero uno de los elementos que quizás pudiera mellar la integridad patria es el proceso de descentralización. En ese proceso catalogado fundamental para el desarrollo regional y local, le conceden la independencia sistémica y orgánica a las instituciones públicas, con autodeterminación regional, con reporte de cuenta al gobierno nacional en forma general sin detalles de segunda o tercera línea. En el desarrollo de la descentralización hemos visto que los presupuestos se manejan al libre albedrío de cada nivel descentralizado (regional o local) desentendido totalmente de la planificación, ejecución y control de los otros niveles.

En el caso particular de Maracaibo y el Zulia se ha beneficiado en sentidas oportunidades por ser objeto de pugna política quién haga más obras. Pero los esfuerzos en reiteradas oportunidades hacen que no rindan como debería ser, abundando la multiplicación de los esfuerzos que desmejoran la eficacia, eficiencia y efectividad de los procesos públicos.

Pongamos un ejemplo. A la fecha de hoy en la comunidad de la Fundación Mendoza de esta ciudad existe profundo malestar por cuanto el ICLAM (instituto nacional) realiza trabajos para sustitución de una tubería de aguas servidas por una de mayor capacidad y para mejorar los sistemas de tratamiento de éstas, que obviamente va en beneficio del ambiente, del Lago de Maracaibo y de la colectividad de esta comunidad en particular y del Zulia y Venezuela en general. Lo malo es que el año pasado la Alcaldía de Maracaibo hizo una millonaria inversión para crear unas mejores condiciones de estas carreteras y su vialidad como parte de un plan del “Corredor Vial Los Robles” y hoy, a menos de doce meses, se ven muy afectadas aquellas inversiones debido a estos trabajos. Esto es un ejemplo de inoperatividad creada por la descentralización. En salud, como otro ejemplo, el estado va por una senda, la Alcaldía de Maracaibo, PDVSA, Barrio Adentro y el Hospital Universitario de Maracaibo van por otro.

Esto contrasta con la desconcentración con integración sistémica y orgánica de los niveles de organización, para una planificación, ejecución y control armónica que obedezca a un plan esquemático que conlleven a la potenciación de resultados con categorización de responsabilidades a cada nivel, sin deterioro de la integridad de la organización del país. Pero al sistema de dominación imperial moderno le conviene la descentralización, que aprendan a ser independiente sus potenciales operadores políticos en las regiones y si necesito los recursos de ésta y el nivel nacional entraba su obtención ventajosa, le apoyo su proceso secesionista.

Hay registros históricos que una parte de Colombia era necesaria para Estados Unidos para construir un canal. Se crearon todas las condiciones para que esa región se separara de Colombia, lográndolo y cediendo a perpetuidad la zona del canal a favor del financista de la revuelta. El Zulia tiene petróleo, Miranda no lo tiene, por lo cual se financiaría en el primero para que hagan la campaña secesionista. Es por ello que tenemos que poner atención y crear mecanismos que contrarresten este maligno instrumento de dominación.


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Elio Ríos Serrano


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