Dice que no se la cala más. Que está a punto de estallar. Que no es posible. Esto no lo aguanta nadie. Sí, mi suegra, Franca Cusati, se va del país. Dice que no soporta al régimen del señor Chávez.
La próxima semana tiene que ir al aeropuerto a las once de la mañana, pero yo me comprometí a llevarla a los ocho de la mañana, mientras más temprano abandonen el país los enemigos del régimen del señor Chávez, es mejor.
Sus amigas de Marina de Camerota, el pueblo de Italia donde va mi suegra a vivir su exilio, han venido a la casa a hacerle la despedida. Dulces italianos. Pasta por todas partes. Regalitos. Frutas. La crisis los tiene arruinados.
Sus amigas forman parte del Círculo – todas están redondas – Antichavista por el retorno de Carlos Andrés Pérez. Mientras tragan, discuten acerca de la comisión que acompañará a la compañera Franca Cusati al aeropuerto Internacional Simón Bolívar.
- También debes ir vestida como si fueras para una marcha, Franca. Con tu bandera. Tu pito. Tus zapatos deportivos. Tu franela. Tu cacerola. Y llevar unos folletos llamando a una guarimba para que los distribuyas en el avión.
- La verdad es que voy para una marcha, porque me marcho del país.-dice mi suegra y las amigas se ríen.
- Esas son las únicas marchas que tienen éxito, porque yo estoy cansada de tanto marchar pidiendo la renuncia del tirano.- dice una.
Mi suegra pidió que cuando sus nietos terminen las clases se los mande a Italia. Dice que tiene miedo que se vuelvan chavistas. Y que no estaría dispuesta a soportar eso: “Mis nietos apoyando esa chusma”.
Dice que “espero que cuando vuelva encuentre al país viviendo en libertad. En democracia. Y ojalá que no esté en manos de esos resentidos sociales como mi yerno”.
Abraza a sus nietos -Alekos y Oriana- y dice: “No se metan a chavistas, por lo que más quieran. No le hagan caso a sus padres que son unos degenerados. ¿Cómo se les ocurre apoyar esta dictadura?. ¿En qué país van a vivir ustedes?
Unas lágrimas se acercan a sus ojos y sigue diciendo: “¿Qué tienen que ver estos muchachos con esas hordas chavistas? Voy a promover una guarimba internacional en Marina de Camerota para ver sí somos libres”.
Su grupo de amigas la ve, y de repente todas se levantan y comienzan a cantar. Se va. Se va. Se vaaa.
Sí, amigos, se va mi suegra.
Robertomalaver@cantv.net
Esta nota ha sido leída aproximadamente 5216 veces.