Un buen escuálido no puede caer en provocaciones. Debe mantener su elegancia, su discurso, su inteligencia. Siempre por encima de las hordas, de la chusma, de los "pataenelsuelo", de los tierrúos. Que se note que es pura distancia y categoría.
Hoy el buen escuálido está como al acecho. Irritado. Bravucón pero decente. Y para evitar que la situación política del país termine por socavar la buena conducta del escuálido, en la Coordinadora Democrática hemos decidido publicar estas normas para fortalecer su democracia corporal.
1.- Cuando usted ve que los pobres se están beneficiando del gobierno, critique pero con elegancia. Diga frases como: "La Misión Robinson es buena, pero está montada sobre paradigmas sintagmáticos que no proyectan conductas acordes con el gentilicio de nuestra gente".
2.- Sí hay médicos cubanos que vienen a cuidar la salud de los pobres en la Misión Barrio Adentro, usted dice: "La intervención castro-comunista-chino-chavista es evidente. Se apoyan en lo social para adoctrinar a la población, pero no vamos a permitir el avance del comunismo. Porque la dialéctica russoniana implica situaciones tangenciales paranormales que dejan mucho qué desear".
3.- Cuando vea que le están dando oportunidad para que sigan sus estudios universitarios a los bachilleres que no pudieron estudiar, usted, debe siempre subir la ceja derecha y con el índice tocarse el mentón y decir: "El estudio es importante. Pero sucede que la oportunidad que le brindan a esa gente, luce descabellada, porque se establece en un instante asimétrico coyuntural, que pretende imponer al régimen más allá de más nunca".
4.- Si usted tiene un programa de televisión, y ve que hay dos marchas: Oposicionista y bolivariana. Si la bolivariana tiene más gente, usted, dice: "Como siempre, para llenar la ciudad, los oficialistas cargaron gente de toda Venezuela, cinco mil bolívares el kilo de persona traída en autobús".
5.- Si usted es un medio/líder, y tiene que ir a una marcha, pero se encuentra que sólo está allí su familia, usted, decentemente, dice: "Esta marcha no fue convocada a tiempo; sin embargo, es notorio que la gente quiere venir pero no puede. Somos pocos pero somos mejores, porque la inteligencia está con nosotros".
Lo importante es que usted, como buen escuálido, no pierda los estribos; es decir, lo último que le queda por perder.
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