El negocio de la guerra y la Salud

La equidad no le conviene a las minorías que se acostumbraron a disfrutar de todo, mientras que más de la mitad de la población mundial a penas sobrevive en la miseria. La perseverante brecha entre países ricos y pobres, así como el aumento del deterioro ambiental y del gasto militar, socavan la estabilidad mundial.

Un mundo inestable que perpetua la pobreza solo conviene a las minorías que hipócritamente dicen luchar por la reducción de la misma; la pobreza creciente contribuye al desequilibrio mundial bajo la forma de terrorismo, guerras y enfermedades contagiosas, cosa que favorece a las transnacionales que comercian con las armas y las medicinas.

Es un hecho que el mundo está dividido entre unos pocos que disfrutan de alimentos abundantes, movilidad casi ilimitada, acceso a tecnología de vanguardia y otras facilidades” y una inmensa mayoría con exiguas oportunidades de superar los desvelos de la supervivencia diaria.

Las siguientes estadísticas deberían movernos a reflexionar, porque son verdades innegables:

“El gasto en defensa, que había disminuido en los años 90 tras el fin de la guerra fría, está en aumento nuevamente, en particular en Estados Unidos, que representa casi 40 por ciento del total”.

“En 2005 los gastos militares ascendieron a cerca de 1,81 trillones de dólares (en valor actual). Desde 2004 han aumentado 33.000 millones de dólares, esto es, un 3,5 % y un 34% para el periodo 1996-2005. Estados Unidos es responsable del 80% del aumento de gastos militares en 2005 y los gastos del gobierno estadounidense representan aproximadamente el 50% de los gastos militares totales de todo el planeta”.

“Las ventas de armas de las cien compañías más importantes han aumentado un 15% en 2004 (últimas cifras disponibles). Actualmente asistimos a una fuerte concentración de las industrias de armamento”.

“Entre 2001 y 2004, Rusia ocupaba el primer puesto de los exportadores de armas (26.900.000 millones de dólares) seguido de Estados Unidos (25.900.000 millones de dólares), Francia (6.300.000), Alemania (4.800.000) y Gran Bretaña (4.400.000)”.

“Y aunque los 51 países más pobres representan apenas siete por ciento del gasto total en armas, el monto aun representa el doble de su proporción del producto interno bruto mundial”.

“Otra presión sobre los pobres del mundo es el de las enfermedades infecciosas, que matan cada año al doble de personas que el cáncer. Como los que mueren de esas enfermedades suelen estar en sus años más productivos, sus familias luego tienen dificultades para sostenerse económicamente, y esto aumenta la brecha entre ricos y pobres, dentro de los países y entre éstos. Para 2010, unos 25 millones de niños habrán perdido a uno o ambos padres por el sida”

“Los Laboratorios Merck, que es una de las 3 transnacionales farmacéuticas con mayor volumen de negocios en el mundo y además con una facturación anual superior a los 16.000 millones de euros, no tardaron en manifestar que con esa medida el Gobierno de Lula tan sólo conseguiría "frenar la investigación científica".

Ante estas pocas referencias de la inmensa cantidad que existe, surge la interrogante:

¿Están verdaderamente interesadas, las minorías groseramente enriquecidas del mundo, en acabar con la pobreza y los conflictos bélicos?

Por supuesto que no. Usan hipócritamente los medios de comunicación y sus organizaciones (ONU, OEA,….) para mantener engañados a los que tuvieron la desgracia de nacer graduados de pobres. Y no nos movamos a engaño, los ejércitos con sus armas demoledoras y los oligarcas de las transnacionales siempre estarán dispuestos a alimentar la historia de muertos: de aquellos que se atrevan a desenmascararlos.

Ya es hora de comenzar a sacar de sus criptas las verdades enterradas por siglos.

enmanuel1@cantv.net


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Luis Daza


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