¡Sí que me fusilen también!
Y es que así será después de que haga público, tal y como lo estoy haciendo, mi total e irrestricto apoyo a Earle Herrera, señalando además que avalo hasta el punto final de su artículo "Una palabras antes de ser fusilado".
Y no podía de ser de otra manera, ya que habiendo sido tres veces jurado del Premio Nacional de Fotografía, muy bien sé lo que se "cuece" cada vez que se trata de otorgar un Premio, y no digo uno nacional, puesto que el "cocido" es el mismo hasta en un premio Municipal de... cualquier vaina.
No hace mucho se me dijo de todo por hacer público mi desacuerdo con el Premio Nacional de Fotografía que le fuera concedido a Antolín Sánchez, y no por no ser merecedor a ese reconocimiento, sino por el solo hecho de:
- A) No haber sido formalmente postulado para él,
- B) Por no tener 25 años desempeñándose como fotógrafo.
No habré de detenerme sobre el particular, pero para quienes deseen saber algo más al respecto, aquí les copio dos direcciones en las que hay igual números de artículos míos sobre el particular, siendo su orden "No puedo callar" y "Ni callo, ni caigo".
- http://www.analitica.com/va/arte/actualidad/4107587.asp
- http://www.analitica.com/va/arte/actualidad/9239262.asp
Por esa razón es que no pude estar de acuerdo con el alboroto que se formó a raíz del otorgamiento de los Premios Nacionales de Periodismo. Y ellos fundamentalmente por esta razón:
Cómo se va a pretender que le sea otorgado un Premio NACIONAL a un medio cuyo ámbito queda circunscrito a una pequeña zona de una ciudad.
Este criterio aplica tanto para Catia TV, como para Radio Perola. Y vamos a estar claros en algo, no estoy descalificando a ninguno de los dos medios, a los que considero merecedores de TODOS los elogios, pero en lo personal bien poco puedo opinar sobre la calidad de ambos medios, simple y llanamente porque no puedo sintonizar a ninguno de ellos, y eso a pesar de vivir en Caracas, lo que no es el caso con VIVE TV.
En cuanto a Aporrea, quién duda de que está al lado de la Revolución Bolivariana y que su trabajo en favor de ella es inestimable, pero, tal y como lo señala Earle Herrera en el artículo que les transcribo a continuación, no se lo podía otorgar el premio por el solo hecho de no haber sido postulada a él.
Por último. Lo que más me irrita de todo este asunto es que gente que se dice Revolucionaria actúe de la misma manera que lo haría un pequeño burgués "cuartorepublicano".
No hay derecho que se arme un escándalo porque no se le da el premio a un medio Revolucionario. Es más, el primero que debería salir pidiendo que se callen la boca es el responsable de ese medio, puesto que si se es Revolucionario debe saberse que lo único que importa es saber que se está sirviendo a un colectivo, que se está aportando lo mejor de cada quien para que la Revolución avance y se consolide, y no esperar retribución alguna por ello.
Dicho lo cual, espero oír el consabido: ¡Al hombro arm... apunten... fuego!, de rigor.
