El estimado profesor, hombre de letras, y comunicador, Tomás Eloy Martínez, acaba de publicar un desafortunado articulo (en el Espectador de Colombia del pasado miércoles) acerca de la situación que atraviesa Venezuela, en él, nuestro escritor comete algunos errores de apreciación cuando trata de aproximarse a la realidad Venezolana.
Primeramente en el mencionado articulo dice nuestra destellante estrella latinoamericana que el Presidente Chávez a llevado acabo un milagro, el de dividir el país en dos partes irreconciliables. Quien fuera periodista y viviera ocho años en Venezuela (como bien ha señalado en su articulo) comete una ligereza al obviar el hecho de que Venezuela ya estaba dividida desde mucho antes que apareciera Chávez en la escena política. Será que el escritor de Santa Evita ha olvidado la mordacidad, la irreverencia, la denuncia y desesperada critica social que ponía en su columna llamada “País Según Cabrujas” nuestro desaparecido José Ignacio Cabrujas, todos los domingos, en el Diario de Caracas. Se acordara que este diario (para el cual él trabajo) fue cerrado en diferentes ocasiones y además sufrió los rigores de la censura que democráticamente sé establecía en aquellos años. ¿Acaso en esos artículos de Cabrujas no quedaba claro el cansancio, hastió, repugnancia y división social que había producido tanto derroche de felicidad. Déjenme recordar algunos títulos memorables de aquella picante columna. ¿qué sucede en el cerebro del diputado Yánez, cada vez que el diputado Yánez emite una idea? ¿El retrato de Paulina sentada en una silla? ¿Pequeña biografía de Pastor Heydra? De cómo hacer para sentirse Caldera. Carta a un bolsa. Una incursión en Miraflores. Si es Pérez que no estoy. De verdad a Pérez. Mensaje al adeco oprimido. Estos son algunos títulos de aquella memorable columna que domingo a domingo nos liberaban a todos (sin ánimos de ser dramaturgo) los que angustiosamente buscábamos un escape de aquel paraíso bipartidista. En realidad de aquel pacto satánico.
Sí, estimado profesor, Venezuela estaba dividida, por que seguro estoy que recordara que el 4 de febrero de 1992, cuando se produce el golpe de estado dirigido por el actual presidente venezolano, nadie salió de las zonas populares a defender a Pérez. Nadie bajo de los cordones de miseria para defender tanta bienaventuranza bipartidista. La gente sencillamente festejo. Por fin alguien le había dado un susto a aquellos harapos, a esos guiñapos extranjerizantes del ta’ barato dame dos. Pero fíjese que diferente es la historia, años después, el 11 de Abril del 2002 esa clase rancia que había atiborrado de felicidad los rostros de los venezolanos que usted, y solamente usted, vio en su viaje gratuito por toda Venezuela, se encontró que miles de personas bajaron de sus casas hacinadas. Se encontró que miles de personas ponían lo único que tenían al frente, su integridad física, sus pechos inflados de coraje e indignación para defender la democracia que usted no conoce. Se encontraron con una incontenible ola represada por cuarenta años de amor y felicidad. Los resultados están allí, después de 48 horas el presidente Chávez vuelve al poder. ¿A usted no le parece que este hecho marca un hito en la historia latinoamericana? ¿o es usted de los que cree que en Venezuela no hubo un golpe de estado? Un golpe de estado, un sabotaje petrolero ¿no es acaso obstruir al gobierno? ¿o es que hay golpes y sabotajes permisibles?
Probablemente usted nunca llegó a ver la otra mitad de la población que estaba creciendo vertiginosamente. Esa que nunca recibió los dólares, esa que nunca fue a Miami, esa que no viajaba en avioneta por todo el país como usted lo hizo. Esa que ha llegado a casi un 80 por ciento.
Desgraciadamente pareciera que usted sufre de alguna especie de amnesia. ¿Cómo es posible no recordar las cantidades de muertos semanales que ocurrían en Caracas? O es que usted cree que el problema del hampa surgió cuando Chávez llego al poder. Por que en vez de presagiar el ardid que de alguna manga desconocida va a sacar el presidente venezolano el 15 de agosto, para impedir el referéndum, no denuncio el golpe de estado. ¿Por qué no denuncio la autocensura de los medios de comunicación durante el golpe de estado? ¿Por qué no denuncio al déspota de Carmona Estanga quien se auto proclamara presidente de Venezuela con la bendición de uno de los gobiernos más corruptos y rapaces que ha tenido los Estados Unidos? ¿Qué fuente de extraordinario alce tiene el señor Martínez cuando señala los supuestos nexos del gobierno Venezolano con la guerrilla Colombiana?
Estimado profesor su imaginación lo ha llevado a los vericuetos que produce la realidad virtual. Usted seguramente hubiera encontrado las tan cacareadas armas de destrucción masiva en la antigua Babilonia ¿Por qué usted no trabaja para la administración Bush?¿Le haría un gran favor al Pentágono y a la CIA si le facilitara esas remarcables fuentes que comprueban la vinculación de nuestro gobierno con la guerrilla Colombiana para que de una vez por todas nos puedan bloquear económicamente y quizás finalmente invadir tal como lo han hecho en Irak? Por supuesto que usted no sufrirá las consecuencias de semejantes acciones, usted estaría en su pueblerino Brunswick, escuchando el concierto numero 2 de Rachmaninov, o quizás a Ravel, o quizás escuchando la comparsita interpretada por José Basso, o alguna pieza de Enrique Cadicamo, tal vez disfrutando de la música de Anibal Triolo y su orquesta.
¿Será que no es violencia la desinformación y guerra sicológica a la cual a sido sometida la población venezolana por parte de esos medio que usted defiende? ¿por que usted habla de la violencia en una sola dirección y no menciona lo catastrófico que ha sido para Venezuela esta seuda oposición que no termina a desacostumbrase al poder? ¿Usted invertiría en país donde constantemente hay amenazas de golpe de estado a través de los democráticos medios de comunicación? Lo dudo. Díganos señor Martínez cuales son las señales del despotismo chavista que ve después de seis años de gobierno. ¿Dónde están los periodistas presos? ¿Los canales de televisión censurados o cerrados? ¿Dónde están los desaparecidos?
Recuerda la inolvidable expresión que utilizara el Señor Carmelo Lauria, cuando se acabo el dinero de las reservas de la nación. “Se rasparon la holla” y quien se la raspo, quien dio la orden, a donde se llevaron lo rapado. Estas preguntas nunca fueron respondidas, por cuarenta años estuvieron raspando la holla y ahora gritan, sabotean, y dan golpes de estado, por que no pueden seguir raspando la tesorería de la nación. Usted señala que de manera sospechosa no se sabe a donde se esta yendo el dinero de la renta petrolera, déjeme decirle que Venezuela tiene una deuda externa, una deuda interna y toda una infraestructuras que fue descuidada. Además de eso hoy somos 23 millones de almas y no 15 millones como lo fuimos en su época de bonanza petrolera, en la cual no había deuda, y hay que añadir que el poder adquisitivo ha bajado en todas partes señor Martínez, incluso aquí en los Estados Unidos. Hablar de lo poco que a crecido la economía Venezolana sin mencionar el sabotaje petrolero, donde el gobierno Venezolano perdió más de 10 billones de dólares, es indudablemente una mal intencionada omisión.
Para nosotros es violento mentir. Es violento que los periodistas no estén cumpliendo con el sagrado deber de informar, por lo menos justamente y es violento que personas como usted no se dediquen a escribir libros, para incursionar de manera neófita y obtusa en la política.