Buenas tardes amigos, nos encontramos reunidos en el país “Disocia”, cuyo gentilicio “Disociados” ha sido adoptado por los habitantes de este increíble país. Y no es para menos, ya que en este momento el mundo se encuentra maravillado en virtud que la empresa “Fúmate” perteneciente al grupo “CD”, ha logrado crear un test 99% antifraude para todas las actividades relacionadas con la vida diaria de las personas. En efecto, un invento que al ser aplicado con la rigurosidad del caso, inmediatamente detecta el fraude que usted quiera demostrar en un evento cualquiera.
Los creadores de esta experiencia sin precedentes en la modernidad corresponde a la autoría de los siguientes expertos: Sifrina Machado, Condorito Plaz y, el non plus ultra de la comunicación, la matemática, la física cuántica, la química, con especialidad en “whiskies drinking” y “psicotic disociation”, el señor: Ricardo Mamaman; a quien inmediatamente damos la palabra: “Gracias, muchas gracias a los directivos de la empresa Fúmate por darme el honor de dirigirme a tan disociado público para explicarles con lujo de detalles la complejidad y avances de nuestro descubrimiento”.
“En primer lugar, (dice el Sr. Mamaman), el test tiene como principal novedad que una vez introducido los datos, éstos son convertidos de acuerdo con la voluntad de las personas en dos sentidos (adentro y afuera) y éstos a su vez, pueden ser dispersos en un ambiente de graduación temática y cuántica, elevados a la enésima potencia por el teorema de Pitágoras, la cual combinada con la tabla periódica permite que el doble de la teoría de la relatividad y el binomio de Newton, sean observados con claridad en la complejidad del extremo oeste y longitud norte, lo cual indica que el fraude que usted quiere ver pueda ser visto, es decir 99% de fraude en todas las direcciones”; un periodista interrumpe y pregunta: ¿qué quiere decir eso; Mr. Mamaman?; elemental mi querido Watson, réplica el experto:
“Esto quiere decir, que por ejemplo, cuando alguien haya presentado un examen en una universidad cualquiera, y en consecuencia fue reprobado porque no estudió lo suficiente, bastará aplicarle el test al profesor de la materia, para que el fraude de las preguntas de dicho examen sean descubiertas en el instante con un 99% de probabilidad”. ¡OH que maravilla!, afirmaba una beldad de la “sociedad civil”; “ya no tendré que copiarme más del necio de Washington”, susurraba al oído de su hermana. “Ahora si podré dejar en su sitio a ese sabelotodo de la facultad de Historia, ¡Ya decía yo!, que ese tipo era un verdadero fraude”, vociferaba la escultural muchacha.
Ahora bien, volvía a explicar el Sr. Mamaman: “Pero no sólo nuestro invento detecta este tipo de fraude”, también puede demostrarle a cualquier hombre cuando su mujer es infiel. ¡No puede ser!, dijo un caballero otoñal del este de la ciudad. Puede por favor, explicarme con detenimiento. Por supuesto que sí… contesta el especialista, pero primero debo hacerle unas preguntas. ¡Las que quiera! afirmó el caballero, de forma muy insistente. Muy bien, replicó Mamaman: ¿Su esposa asiste a marchas y caravanas de la oposición?... un sí se escuchó en el salón. OK decía Mamaman. ¿También su esposa va con regularidad al gimnasio sin su compañía?. Nuevamente otro sí se dejó colar entre la gente. Por último, ¿ha notado a su esposa de mal humor porque los dirigentes de la oposición, perdieron recientemente un referendo en el cual ganó el NO?; sí pero por favor, explíqueme de una vez por todas, suplicaba el hombre un poco desesperado, ¿qué debo hacer?. Muy fácil, aplique esta prueba cuando su esposa duerma en su compañía; sí la misma en un arranque de pasión comienza a decir NO, NO, NOOOOOO; pues no queda duda, ella es infiel. Por el contrario si comienza a decir SÍ, SÍ, SÍIIIIIIIIIIIIIIIII, tampoco queda duda, también es infiel, nuestro invento lo garantiza en un 99%. El caballero un poco consternado realiza una última pregunta; ¿Y si ella no dice nada?; más fácil aún, replica el experto: El fraude es usted.
He leído con atención una de la historias de realismo mágico de mis alumnos. Pidamos a Dios para que la realidad no se asemeje a esta.
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