Para nadie es secreto que soy ateo (¡no puedo ser perfecto Lil!). Y ateo de una rama del ateismo diferente a la de Luis Buñuel; esa que plantea: "Gracias a dios, soy ateo". Yo soy ateo gracias a los representates de dios en la tierra. De no haber existido representantes plenipotenciarios de la calaña de los que tenemos en el planeta, es decir en la creación, o sea en la evolución, yo simplemente dudaría para luego luego, muy mexicanamente, existir.
No se entienda por esto que no respeto a la gente que cree. ¡Faltaría mas! Si usted es creyente y su religión, su creencia, se queda con usted, no solo me merece respeto, sino que le admiraría por ser usted de los pocos que ha entendido de que va la religión como filosofia de vida: el yo con el yo. Muy diferente a la religión como arma de distracción masiva, como arma de control. Hagamos un trato: yo no le impongo mi ateismo en tanto usted no me toque a la puerta para imponerme su creencia.
Pero religiosidades aparte, la existencia misma de dios da lugar a un ejercicio intelectual que puede hacer usted desde su casa, amigo creyente. No hace falta el respaldo de la Academia Bostoniana, y mucho menos estudios universitarios. Es cosa de cacumen que -ya sabemos- no regala Salamanca. Primero, póngase usted en el lugar del que no cree, del ateo: dios no existe. Trate de probar usted que dios no existe. Usted se dará por vencido en la primeras 15-20 páginas del informe donde
planea demostrar la inexistencia de dios y de allí en adelante lo que viene es gamelote puro; no se convence usted y mucho menos convenzara a un furtivo lector que se precie de leer y entender lo que lee. Pero no desespere, natura le dió el cacumen que Salamanca no regala. Se le prenderá el incandescente de Edison.
¡Anja!¿ Qué le parece la bolada? No puede demostrar la inexistencia de dios, entonces sin lugar a dudas es 100% probable que dios exista. Aquí no cabe esa preñez a medias de ser golpista y democrático a un mismo tiempo. Conclusión: Existe dios. Pero recuerde que usted esta ahora en el lugar del ateo y un ateo sabe que dios no existe porque sencillamente no existe. Entonces, ¿Quién tiene que zanjar el dilema milenario? ¡¡¡Idea!!! Aquel que cree en dios. Que sea el creyente el que demuestre,
sin lugar a dudas, que dios existe. Y de paso nos saca de dudas a todos. ¡Maravilloso! Cabe preguntarse como hace un creyente para demostrar que dios existe, si la sola intención ya es, de por si, dudar de su existencia.
¿Qué me dice? ¿Muy complicado? ¿Muy metafísico para sus gustos? Entonces no entiendo como hace usted para colgarse de esa brocha de plumas de cisne negro que anda por allí que concluye que, en la imposibilidad de demostrar que no hubo Frrrraude electoral, entonces hubo Frrraude. Y que les falto poco para decir que el Frrrraude tiene que ser demostrado por la gente que piensa que no hubo Frrrrraude. Y todo, chico, porque los expertos que desean que haya Frrrrraude no pueden demostrar que lo hubo, porque sencillamente no lo hubo.
Yo, mi apreciado amig@, sugiero que para su sanidad mental lo intente usted por su cuenta. Métale física. No deje que se lo cuenten los expertos. Busque usted mism@ los resultados de su centro de votación. Nadie mejor que usted para conocer su entorno. Pídale a Súmate el resultado del "exit poll" que ellos hicieron en su centro de votación (moradores de Gramovén y El Manteco, Edo. Bolívar, por dar ejemplos, favor abstenerse). No pida interpretaciones, coteje usted mismo los resultados. Si consigue discrepancias, aunque sea con borrones, escríbame. Yo le acompaño a protestar y a defender el voto que le robaron.
Ahora, después de tanta perorata déjeme que le interprete aquella canción que cantaba Juan del Avila que decía: "Un cisne mas blanco que un copo de nieve..."
Musica maestro, que algo queda...
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