En toda investigación, sea académica, científica o criminal, los datos analizados conjuntamente con la manera como estos son recolectados son dos factores fundamentales para salvaguardar la integridad y la credibilidad de los resultados. Hombres de ciencia e investigadores en general recomiendan que la recolección de datos sea hecha por el mismo investigador, esto por ser él supuestamente la parte mas interesada en la confiabilidad de los mismos. Por otro lado, la identificación plena y la presentación de las credenciales que califican a los participantes en la investigación le dan a esta no solo veracidad sino también poder de convencimiento.
Todos estos elementos fueron violados en el trabajo pseudo científico de Ricardo Hausmann y Roberto Rigobon. Los datos que se tomaron para hacer el estudio estadístico sobre el fraude electoral durante el referéndum presidencial estaban, para ponerlo en una palabra, "contaminados". La parte interesada en el estudio fue la organización Súmate la cual fue la misma que recolecto los datos para llevarlo a cabo. ¿Conflicto de intereses? ¡Por supuesto!
Para aquellos que todavía se encuentran buscando el "cisne negro" de Ricardo Hausmann y Roberto Rigobon, este lo pueden encontrar en el mismo reporte "Análisis de la evidencia estadística sobre fraude electoral en Venezuela" escrito por este par de..., "eminencias". Allí mismo en la introducción del escrito se leen claramente las fallas de un alegato que nunca ha tenido fundamento ético y mucho menos científico.
Lo expresado en el reporte también parece indicar que para llevarlo a cabo fue necesario violar algún reglamento institucional. No todos los participantes y colaboradores en el estudio fueron plenamente identificados. La identidad de uno de ellos permanece anónima "por razones institucionales".
En la misma introducción del reporte "En busca del cisne negro: Análisis de la evidencia estadística sobre fraude electoral en Venezuela" se lee:
"Este estudio fue solicitado por Súmate quien además nos preparó las bases de datos que utilizamos. Agradecemos el muy importante esfuerzo de recolección de información que esto representó para dicha organización. Igualmente estamos muy en deuda con un asiduo colaborador quien por razones institucionales debe permanecer anónimo. Además agradecemos a Andrés Velasco por muy útiles comentarios. Las opiniones emitidas en este reporte y los errores que hayamos podido cometer son nuestra responsabilidad y no comprometen ni a Súmate ni a las instituciones universitarias a las que pertenecemos."
Algunos "bloggers" de la oposición se han querido referir a este reporte como "El Reporte de Harvard y MIT" arriesgando aun más las posiciones como profesores que Hausmann y Rigobon tienen en estas instituciones. Estas dos universidades han conservado sus altos niveles en educación por mantener en su cuerpo de catedráticos no solo a individuos del mas alto nivel académicos sino también, y quizás más importante, individuos de altos niveles éticos.
No seria una sorpresa ver a dos "expertos" mas de la oposición perder sus trabajos. Estos al menos serian bienvenidos de vuelta al IESA o a alguna otra institución de educación superior privada en Venezuela donde por seguro todavía tienen muchos amigos.
En el reporte de Hausmann y Rigobon se define fraude como "la diferencia entre la intención del votante y lo que registra el sistema electoral como resultado de su decisión." En otras palabras,
Votos = Intención - Fraude
¿Quién hubiese podido pensar esto antes?
Solo un genio de la IV República...
Elio Cequea
elio@vheadline.com