26 de agosto 2007. - Durante el programa José Vicente Hoy, trasmitido este domingo a través de Televen, Jośe Vicente Rangel acusó a la oposición venezolana de no merecerse llamarse oposición.
Rangel inició su programa dominical haciendo un comentario sobre la Reforma Constitucional. "Yo creo que el aspecto más complejo de la situación, no se plantea propiamente por la propuesta de Reforma de la Constitución propuesta por el Presidente Chávez, sino con la imposibilidad de debatir con una oposición responsable. En cualquier país democrático del mundo, debatir sobre un tema por más delicado que sea es algo absolutamente normal. En Venezuela no es así debido a la irracionalidad que caracteriza a la oposición que tenemos, esto no lo digo con el ánimo de hechas sombras sobre la oposición. Estoy consciente como ésta oposición que tenemos de viva falta de apoyo popular, para ser más claro, reacciona con el síndrome de Sansón, llegando incluso arremeter contra la propia institución del sufragio".
"En cuanto a la propuesta de Reforma propuesta por el Presidente Chávez, la oposición incurre en el error, en primer término, satanizando el proyecto, sin siquiera conocerlo y estudiarlo, que como queda demostrado con la lectura del texto en estos momentos, ya que esta no contiene los aspectos antidemocráticos, expropiatorios, liquidadores de la propiedad privada, de la patria potestad, de la enseñanza religiosa y demás fantasmas con los que se pretendió sembrar terror en la población. Es una reforma para profundizar sencillamente la democracia, para ampliar el campo social y la participación del ciudadano, que incluso fortalece el derecho de propiedad al concebirlos a través de nuevas modalidades o sea que la oposición insiste en la torpeza de no captar los avances sociales y políticos del país que recoge el proyecto." dijo Rangel
"En segundo término, parte de la oposición ya acordó embestir contra el sistema electoral con lo cual renuncia a participar en el referéndum aprobatorio y por ende en cualquier otra prueba comicial. Otro sector más consciente y realista, discrepa de esa actitud suicida y anuncia, con toda razón, que no renuncia al camino electoral."
"Pero el daño desde luego ya esta hecho, porque otra vez se impone la división en las filas de la oposición. ¿Qué arguye el sector abstencionista? : Que las elecciones son un mecanismo perverso mediante el cual Chávez pretende perpetuarse en el poder. El argumento es el que siempre emplea la oposición cuando se siente incapaz de competir, incurriendo en una gruesa contradicción, de paso. Porque la oposición sostiene a diario que Chávez es minoría y que ella es mayoría, manipulando encuestas y el apoyo de algunos medios obsesivamente antichavistas, siempre trata de colocar en el mercado de la imbecilidad la versión de que puede salir de Chávez. Pero yo pregunto sí esto es así porque entonces deciden abstenerse y renunciar a una victoria. En esa inexplicable conducta de la oposición está la razón de ser de su actitud frente al sufragio. ¿Por qué la oposición no concurre unida al referéndum aprobatorio o a cualquier otra elección y aprovecha la oportunidad para reconstruirse como alternativa? ¿Por qué por ej, sí creen que la vía es la Constituyente, no recogen entonces las firmas necesarias para su convocatoria?. Una de dos, o la oposición acaricia la ilusión de que abstenerse deslegitima a Chávez –ya lo hizo en las parlamentarias del 2005- o piensa en el golpe o la insurrección popular, así de sencillo." finalizó Rangel
Pero la única verdad es que la oposición está consciente de que Chávez es imbatible en las urnas electorales y como carece de coraje cívico y de voluntad para constituirse en alternativa: trabajando en el seno del pueblo, entonces asume esas actitudes. Cito por cierto ejemplos, que deben hacer reflexionar a los actuales dirigentes de la oposición, porque esos ejemplos condenan esa actitud :
Primero, la convocatoria a elecciones para una Asamblea Constituyente en 1952, durante la dictadura de Pérez Jiménez, las condiciones para participar entonces no podían ser peores: represión generalizada, miles de presos políticos, exiliados, torturados, censura de los medios entre otros. Tal era el clima de terror, que 39 días antes de la fecha fijada para la elección - 30 de noviembre del 52 - el 21 de Octubre de ese mismo año fue asesinado el líder de la resistencia, Leonardo Ruiz Pineda en las calles de Caracas. En ese clima y en esas condiciones, Jóvito Villalba de Unión Republicana Democrática (URD) y Rafael Caldera de COPEI, decidieron participar. Acción Democrática estaba en la clandestinidad y Rómulo Betancourt giró desde el exilio la orden de abstenerse, no así el partido comunista también ilegalizado, pero que acordó participar. El resultado fue la aplastante derrota de la dictadura y de los mandos adecos abstencionistas. El episodio deslegitimó la dictadura y a partir de ese momento, ésta renunció al manejo de la política y se hundió en el pantano de la represión.
Segundo, otro proceso importante fue la participación de Chávez en el proceso electoral de 1998. En condiciones totalmente adversas, compitiendo con una estructura electoral corrupta, experta en trucos para imponer candidatos del sistema. Desde sectores de izquierda se criticó la participación de Chávez y fue el pueblo quien le dio la razón al otorgarle la victoria electoral.
Las actuales condiciones son incomparables a las que imperaban en el 52 y en el 98. Lo que movió a Villalba a Caldera y luego a Chávez a participar, fue la voluntad de trazar un camino y no sucumbir al derrotismo y sobre todo a confiar en el pueblo que en último término es quien decide. Para eso se requiere claridad de propósito y también bastante de aquello, la oposición que tenemos que renuncia a la vía electoral pretextando ventajismo, que sede ante las dificultades cuando cuenta con plenas garantías, no merece llamarse oposición, es otra cosa, pero jamás lo que los venezolanos entendemos por oposición, concepto que a lo largo de nuestra historia tiene un valor ético y personal incuestionable.