Caracas, 10 de enero de 2007.- A juicio de Miguel Ángel Hernández, docente de la escuela de Sociología de la UCV y dirigente nacional del proyectado Partido de los Trabajadores, la decisión presidencial de amnistiar los delitos relacionados con el golpe de Estado y el paro sabotaje a la industria petrolera del año 2002, constituye un duro golpe al proceso revolucionario.
Así lo hizo saber en un panel realizado este miércoles 9 de enero en los Altos Mirandinos, a donde acudió para exponer la posición de los socialistas revolucionarios y del Movimiento por un Partido de los Trabajadores.
“El sólo hecho de que aún, a esta fecha, no se hubiesen enjuiciado y castigado severamente a los fascistas que promovieron el golpe del 11 de abril y el paro sabotaje a nuestra principal industria, ya era motivo de preocupación por la descarada impunidad reinante en el país. Pero la decisión unilateral del presidente Chávez de amnistiar esos delitos, se constituye en un fuerte golpe al proceso revolucionario que vive el país, por cuanto legitima la contrarrevolución y desarticula la lucha que los organismos sindicales y populares, como la Asociación de Víctimas del Golpe del 2002, veníamos desarrollando, exigiendo castigo a los responsables de los crímenes de lesa humanidad cometidos en aquellos aciagos días”.
“No se puede seguir jugando con los intereses vitales de la población y mucho menos con la perspectiva de la revolución. Es inadmisible que en nombre de una supuesta “recuperación de imagen y quedar bien con los enemigos de la revolución”, luego de la derrota electoral sufrida por el gobierno el pasado 2 de diciembre, el Presidente se tome la atribución unilateral de “perdonar e intentar pasar la página” para que los asesinos sigan actuando, conspirando y atentando impunemente contra el proceso revolucionario”.
“Los socialistas revolucionarios rechazamos categóricamente la decisión del Presidente y así como en el pasado llamamos a enfrentar una reforma constitucional que no avanzaba hacia el socialismo y pretendía preservar el capitalismo y la propiedad privada, de la misma forma convocamos hoy al pueblo a movilizarse para derrotar en las calles esta decisión unilateral del gobierno de perdonar a asesinos y enemigos del proceso revolucionario, agentes directos del imperialismo mundial”.
“Debemos seguir el ejemplo de otros pueblos del mundo, como es el caso de Argentina, cuya población después de 30 años se sigue movilizando para exigir castigo a los genocidas de la dictadura instaurada en el año 1976, así como contra las leyes de “punto final” y los indultos con que los gobiernos peronistas y radicales han querido proteger a los asesinos. Se trata de salvaguardar la salud de la revolución y la mejor manera para lograrlo es movilizándonos y exigiendo al presidente Chávez que se retracte en su posición”.
“Quienes impulsamos la construcción de una opción política independiente, un auténtico partido revolucionario de los trabajadores y el pueblo, invitamos a la población a movilizarnos para impedir que se consume este golpe al proceso revolucionario. En ese sentido proponemos a los compañeros que se van a movilizar este próximo 23 de enero, así como a la Asociación de Víctimas del Golpe (ASOVIC), y a todas las organizaciones populares y sindicales, a que gritemos fuerte ese día diciendo !!No a la AMNISTÍA, no al Perdón, nO al Olvido de los crímenes cometidos por los fascistas en abril y diciembre de 2002, Si a la PROFUNDIZACIÓN DEL PROCESO REVOLUCIONARIO!!”
“Al mismo tiempo que denunciamos esta decisión del gobierno, debemos oponernos con todas nuestras fuerzas a la intención gubernamental de conciliar los intereses del pueblo y los trabajadores con los de la oligarquía y la contrarrevolución. La liberación de precios anunciada, la amnistía y los puentes a Fedecámaras y a la CTV para negociar el salario, son parte de una misma política de colaboración de clases, que se resume en la propuesta del Presidente de buscar alianzas con una supuesta “burguesía nacional”. Por eso debemos decir NO a cualquier intento de acuerdo con la burguesía. A esta política de conciliación y colaboración de clase auspiciada por el gobierno, debemos oponer desde abajo, desde las comunidades, desde los sindicatos clasistas, desde el campesinado, un programa revolucionario que permita avanzar hacia el verdadero socialismo, en el que los trabajadores y el pueblo seamos los propietarios de los medios de producción y a través de nuestras organizaciones democráticas seamos los que gobernemos”, precisó el impulsor del Partido de los Trabajadores, tarea en la cual viene siendo acompañado por otros importantes dirigentes políticos y sindicales como Orlando Chirino, José Bodas, Richard Gallardo, Emilio Bastidas y Armando Guerra, entre otros.