La noche del lunes, la cadena de noticias estadounidense CNN (en un corte de la rueda prensa que lleva a cabo el presidente de la República Hugo Chávez, con los medios internacionales) el recién electo gobernador (Miranda) de oposición, Capriles Radonski, conocido por su participación directa en el golpe de estado de abril de 2002. Especialmente tuvo una participación directa, como alcalde del municipio Baruta, al no evitar o frenar el asedio a la embajada de Cuba.
Acaba de declararse públicamente en CNN, como gobernador del cambio,
“yo no puedo definirme, como un gobernador de los partidos de
oposición, yo me defino, como un gobernador del cambio… Precisamente
esta mañana, he conversado con el ministro de comunicaciones y le he
expresado nuestro deseo de trabajar en conjunto, yo soy un gobernador
electo en uno de los principales estados, densamente poblados, que se
encuentra en estado de abandono, y el presidente Chávez es el jefe del
gobierno nacional (…) él ha querido una confrontación directa conmigo.
Pero mi confrontación era allá, en mi estado, con su candidato (el
actual gobernador Diosdado Cabello del PSUV).
Capriles, al igual que otros golpistas, se benefició con la amnistía presidencial decretada el 31 de diciembre de 2007.
Recuerda el embajador cubano el asedio a su representación diplomática
En una visita al diario PANORAMA del estado Zulia, el embajador cubano Sánchez Otero, narra cómo sobrevivió el hostigamiento junto con 25 compañeros, en momentos que el “demócrata” alcalde Capriles Radonski, solicita ingresar al interior de dicha representación diplomática, en momentos que una turba de la oposición enfermiza intentaba buscar en su interior, a supuestos chavistas asilados en dicha embajada. http://venezuelaesnoticia.wordpress.com/category/golpe-de-estado/
“Una vez que llegan ellos, a los 10, 15 minutos, se presenta el alcalde Capriles Radonski y dice que él quería participar también en el diálogo. Con mucho gusto, somos gente civilizada. Lo dejamos pasar, de la misma manera, subiendo por la escalera. Pero jamás llamamos al alcalde. Eso está también filmado”. Y comenzó la tentación de los funcionarios, buscando que cedieran en dejar entrar a la turba a la sede diplomática. “Primero hubo una especie de ablandamiento de la gente que había entrado.
Ellos, una y otra vez, nos insistían que querían revisar, comprobarlo, para poder decirle a la gente que estaba allá afuera, que no había ningún asilado.Por supuesto, nosotros nos negamos rotundamente, y les explicamos, por razones propias, por qué no podíamos hacer eso. Era incumplir el derecho internacional, rendirnos ante la barbarie.
¡No! Después el alcalde, cuando ingresa, reitera la misma idea, una y otra vez. ¡No! Capriles Radonski salió. En vez de cumplir con el papel de conciliador, de autoridad, de jefe, sólo dijo que no le habían dejado revisar la sede. La turba se encendió más. Silencio mediático…”