19 de abril 2009. - La V Cumbre de las Américas culminó el domingo con una maltrecha declaración que, en un hecho sin precedentes, fue firmada sólo por uno de los asistentes, el primer ministro de Trinidad y Tobago Patrick Manning, por encargo de los otros 33 asistentes.
Manning dijo que algunos presidentes “no ratificaron” la llamada Declaración de Compromisos, por lo que fue aprobada “sin unanimidad” en un retiro de los asistentes en la jornada final de la cumbre de tres días. Pero, explicó que los presidentes aprobaron “por consenso” que él sea el único que la firme a nombre de todos sus otros colegas.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, dijo que el encargo a Manning no pudo haber sido “por unanimidad, porque unanimidad implica estar de acuerdo en todo”, y ese no fue el caso en Puerto España.
Los temas permanentes del debate de estas cumbres, como democracia, desarrollo y gobernabilidad, se vieron reforzados por otros de interés más reciente como energía sostenible. Pero, esta edición careció de una discusión de la crisis económica y la situación de Cuba, que estuvieron coyunturalmente en el interés de la mayoría de participantes.
La declaración ha quedado “cerrada”, según Insulza. Pero, explicó que será “complementada” en el caso de la crisis económica con acuerdos de los ministros de finanzas que se reunirán en Santiago de Chile el 3 de julio.
El presidente estadounidense Barack Obama dijo que “no estoy de acuerdo con todo lo que los presidentes dijeron en esta cumbre”. “Pero, lo que mostramos aquí es que podemos hacer progresos cuando tenemos voluntad de liberarnos de algunos de los viejos debates e ideologías que han dominado y distorsionado el debate en este hemisferio por mucho tiempo”, dijo en una rueda de prensa.
El presidente brasileño Luiz Inicio Lula da Silva declaró que “mucha gente esperaba que esta reunión fuera a terminar en una batalla campal” por los casos de Cuba y la crisis económica. Pero, hablando a reporteros hizo notar que más bien “asistimos a una reunión en la que posiblemente la América Latina y los Estados Unidos y entre nosotros los latinoamericanos y Caribe, creamos una nueva forma de mirarnos, de vencer nuestras diferencias y de debatirlas con mucha madurez”.
Manning firmó solitariamente la declaración en una sala del Centro Diplomático. No se sabía de inmediato quienes “no la ratificaron”. Pero, los gobernantes de Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Honduras, Dominica, Ecuador y Paraguay, habían adelantado al venir a la cumbre que no lo harían. El presidente hondureño Manuel Zelaya se abstuvo de decir explícitamente en su propia rueda de prensa si estaba de acuerdo o no con la declaración o si lo hubiera firmado o no.
El presidente mexicano Felipe Calderón dijo en la conferencia de prensa final sobre la cumbre, en la que participaron también Manning, el presidente de Panamá Martín Torrijos y el primer ministro canadiense Stephen Harper, que “el éxito de la cumbre… se definió por la ratificación de la importancia del diálogo a nivel de los jefes de estado del continente”.
Torrijos dijo que el hecho de que Manning “haya tenido el mandato de todos de firmar el documento demuestra la voluntad de reconocer que a pesar de tener algunos puntos divergentes, el espíritu de esta cumbre ha sido constructivo, de acercamiento, de respeto”. La mayoría de los 34 presidentes no estuvo tampoco en la ceremonia de clausura, en la cual Manning admitió en un discurso sombrío que era difícil llegar a acuerdos entre toda esa cantidad de gobernantes.
La cumbre mostró hasta sus últimos momentos visos de caos que la caracterizaron: horarios incumplidos, actividades caóticas y presidentes boicoteadores del documento final.
Algunos de los presidentes, entre ellos Obama, se abstuvieron de posar incluso para la segunda foto oficial. Obama llegó al estrado, estrechó la mano de Manning, saludó con el brazo en alto a los reporteros y se retiró, pese a que algunos gobernantes estaban ya alineándose para la foto.Otros presidentes simplemente no se aparecieron por el lugar o se marcharon minutos antes, entre ellos Evo Morales, de Bolivia.
La declaración de la cumbre fue mantenida en reserva durante los tres días de la conferencia. Grupos de la sociedad civil expresaron su incomodidad por la falta de acceso ya que desconocían su contenido a fin de formular propuestas.
Al concluir la cumbre, la declaración seguía siendo un documento fuera del alcance del público. Se anunció su difusión para unas 5 horas después de la clausura.
Manning explicó que la declaración fue elaborada y debatida por tecnócratas en los últimos dos años y sus propuestas medulares fueron hechas por los gobiernos según las necesidades del momento. Algunos de esos gobiernos, admitió, ya no están más en funciones, como el del presidente George W. Bush, de Estados Unidos.