28 de abril 2009. - Alan García, presidente de Perú, dijo este martes que no quiere afectar las relaciones de su país con Venezuela, pero aprobó la solicitud de asilo al líder opositor Manuel Rosales, a quien considera "un amenazado"por las autoridades venezolanas.
Sin embargo, expresó en rueda de prensa que "tenemos una posición de amistad con el Gobierno venezolano, que es un Gobierno suramericano, nacido de las urnas, del que nadie puede negar su carácter popular, y por consiguiente, no queremos que ninguna circunstancia ni peripecia pueda alterar nuestra buena relación con Venezuela, y así seguiremos buscando ese objetivo ", agregó el mandatario peruano.
Al considerar que la obligación de todo país democrático es prestarle protección a ciudadanos que estén bajo amenaza, enfatizó García que esta protección no puede significar un conflicto, porque Venezuela y Perú han llevado relaciones de respeto.
Declaraciones contradictorias
Como "una gran contradicción en primer lugar porque manifiesta que el gobierno de Perú tiene relaciones muy buenas con el gobierno amigo de Venezuela, sin embargo dijo que hay que proteger a Manuel Rosales del gobierno amigo", consideró el internacionalista, Edgardo Ramírez.
Señaló Ramírez en el programa Dando y Dando que transmite VTV, luego de escuchar la posición del mandatario peruano con respecto al asilo político otorgado a Rosales, que en el fondo de esta decisión se evidencia que en Suramérica existe un movimiento de derecha que está organizado.
Poniendo de ejemplo a Rosales, dijo que éste forma parte de un cuadro político y exige su protección, porque no puede defenderse ante la justicia venezolana, además indicó que el ex alcalde de Maracaibo no ha negado los delitos que se le imputan.
Del mismo modo, Ramírez aseguró que al ser aprobada la solicitud de protección por parte del gobierno peruano, se evidencia la afinidad que tiene García con el partido político Acción Democrática.
