22 de mayo 2009. - Carlos Mogollón, estudiante de segundo año de la Facultad de Ciencias
Veterinarias de la Universidad Central de Venezuela (UCV), núcleo
Maracay, denunció que fue suspendido por dos meses de sus estudios
luego de escribir una carta abierta al decano Rafael Infante, de
Ciencias Veterinarias, reclamándole de forma respetuosa por el
sacrificio de un gran número de animales en dicha facultad, y
exhortándolo a debatir con los estudiantes al respecto.
La suspensión implica la pérdida del año por inasistencias. La
carrera es anual. "El decano se calificó como víctima y a la vez se
hace juez, lo que viola la Ley de Procedimientos Administrativos",
explicó.
Como se recordará, el pasado mes de marzo la organización Ecofauna
y un grupo de estudiantes de la escuela de Veterinaria denunciaron con
indignación que las autoridades de la misma, por órdenes de la rectora
Cecilia García, hicieron una operación de "rifle sanitario" sacrificando a una gran cantidad de perros
que frecuentaban los espacios universitarios en Maracay, aún cuando
inicialmente se había convenido que los estudiantes harían un operativo
de vacunación y esterilización.
"Por un consejo de Facultad, se envió una carta a la rectora
Cecilia García para 'eliminar el remanente de perros' por parte de la
universidad. Yo no entiendo qué entienden ellos por eliminar o
erradicar, pero ello se entendió como que iban a matar a los perros de
la facultad de manera injustificada, sin hacer un estudio sanitario o
comprobar si eran un peligro para el campus".
Diversos grupos estudiantiles y la población de Maracay se
organizaron para evitar esto y hacer una jornada de vacunación y
adopción. Hicieron una vigilia en carnavales para evitar el operativo
de rifle sanitario, y el decano se comprometió verbalmente a que no
haría la medida, sino que apoyaría a los estudiantes. El 27 de febrero,
un representante de Corposalud habla en privado con el decano,
suspenden el operativo por una semana alegando que los jóvenes no
estaban vacunados, y luego notan que la población baja de manera
abrupta, de más de 140 perros a unos 20. Fue entonces cuando
encontraron los restos de unos 30 animales, aunque los perros
desaparecidos son más de 100.
Mogollón explica que los estudiantes le pidieron a Mogollón que
diera la cara y explique el porqué de eso, y él se limita a
descalificar y decir que son un grupo que quiere dañar el nombre de la
Facultad. Con base en declaraciones hechas por él en medios de
comunicación, Mogollón escribió una carta abierta donde en ningún
momento lo califica ni lo insulta, sino que le pide que salga de sus
cuatro paredes, que dé la cara a los estudiantes y explique la
situación de los animales y de los laboratorios de Veterinaria, que
estaban en el piso. Además, le pidió abrir un debate al respecto.
La respuesta del decano Infante fue abrir un expediente
administrativo que terminó en la sanción por dos meses en contra de
Mogollón. No se le dió posibilidad de defenderse; la investigación se
limitó a averiguar si la carta había sido escrita por Mogollón, y una
vez se confirmó esto, se le sancionó.
"En ningún momento califiqué al decano o usé algún adjetivo que lo
califique de tal. Simplemente se le interpela, por así decirlo. Se le
piden explicaciones de por qué tantas irregularidades en la Facultad",
explicó.
Delito de opinión
Para Mogollón, esta es una retaliación al pensamiento crítico
dentro de la Universidad Central de Venezuela, y lo comparó con las
amenazas de abrir expedientes a 17 estudiantes de la UCV por los hechos
violentos del miércoles. Denunció que esto marca el hito para que
comience una cacería de brujas dentro de la universidad. "Cualquier
persona que se atreva a criticar la gestión de las autoridades va a ser
pasado de una manera: si no es por el terrorismo académico de un
profesor que te dice en un pasillo que te va a aplazar, va a ser por
cuestiones tan absurdas como abrir un expediente traido por los pelos
para tratar de amedrentar".
Explicó que los representantes estudiantiles de Ciencias
Veterinarias, pertenecientes al movimiento 100% Estudiantes, actuaron
como aliados al decano y sólo se les ve a la hora de convocar a
marchas, pero cuando se reclama por los laboratorios o por el problema
de los animales, simplemente se cuadran con la autoridad.
La señora Vicenta Colángelo, egresada de la escuela de Sociología
de la UCV y quien actualmente trabaja en la UCV-Maracay, fue quien hizo
la denuncia sobre el caso de Mogollón este viernes en la mañana, en una
rueda de prensa de un movimiento estudiantil.