13 de junio de 2009.- "Aquí lamentablemente hay una cacería de brujas. Las autoridades, en vez de ser directores de la política institucional de esta casa de estudios, se han erigido en policías y cancerberos del pensamiento, en una profunda y anacrónica dictadura profesoral, y queremos darle una vuelta a eso a través de un proceso de constituyente y universitaria".

Las palabras corresponden a Vicente Moronta, estudiante de Historia en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y miembro del movimiento M-28, entrevistado por YVKE Mundial en torno al caso de las amenazas de expulsión contra dos jóvenes revolucionarios, José Antonio Casanova (presidente del Centro de Estudiantes de Derecho) y Kevin Ávila (presidente del Centro de Estudiantes de Trabajo Social), por los hechos ocurridos el pasado martes durante una huelga de hambre contra las manipulaciones en el presupuesto.

Expulsiones y aperturas de expediente como armas políticas

Moronta explicó que esta tendencia de autoritarismo profesoral no es nueva, y que se han aperturado expedientes también contra él mismo, contra otros miembros del M-28, contra cinco estudiantes de sociología el año pasado, e incluso la gestión de Cecilia García Márquez ya tiene un estudiante expulsado.

"Vale decir que el primer expulsado de la gestión nefasta de Cecilia García Arocha es Carlos Mogollón, quien estudia Veterinaria en el núcleo Maracay de la UCV, quien simplemente por publicar una carta dirigida al decano de esa facultad pidiendo explicaciones por el sacrificio a mansalva de perros en esa facultad, fue expulsado por dos meses, lo que constituye una expulsión de un año, porque esa carrera es anual".

Mogollón fue entrevistado por YVKE Mundial el pasado mes de mayo, donde relató su situación luego de que protestara la decisión de la rectora Cecilia García Márquez y el decano Rafael Infante, de ordenar una operación de "rifle sanitario" contra más de 100 perros de la facultad, días antes de que los estudiantes de la misma se aprestaran a realizar un operativo de esterilización y vacunación.

Además, a cinco jóvenes de la escuela de Sociología se les aperturó expedientes el pasado mes de febrero: Ivanova Luzón, Odra Gonzáles, Daisy Chacón, Patricio Hernández y Lenín Ascanio, quienes ganaron las elecciones del Centro de Estudiantes de Sociología en noviembre de 2008, pero la plancha saliente, Vínculo, aliados de la decana de la Facultad de FACES Sary Levi, se negó a reconocer la victoria y entregar el local del centro de estudiantes, por lo que los jóvenes debieron tomar el mismo con un cerrajero. Esto les valió la apertura de expediente en febrero de 2009, hecho reseñado por VTV y YVKE Mundial.

Los 5 jóvenes también formaron parte de quienes organizaron un referendo en Sociología, que aprobó que el voto de un estudiante valiera lo mismo que el voto de un profesor, y que los obreros también pudieran votar (el llamado "1 por 1 por 1"). Muchos sospechan que la medida de apertura de expediente en realidad fue una retaliación de las autoridades contra Luzón, Gonzáles, Chacón Hernández y Ascanio por su participación en el referendo, cuyos resultados fueron desconocidos por las autoridades a pesar de haber ganado con casi 70 por ciento.

Las expulsiones son una vieja arma política de desarticulación: Vale acotar que a mediados de 2001, unos 17 miembros del primer movimiento M-28 fueron expulsados de la UCV, por lapsos que iban desde 6 meses hasta 5 años. También se sancionó a profesores contratados que apoyaron la toma no renovándoles el contrato, y se intentó despedir a uno de los líderes obreros. En cambio, no hubo retaliaciones contra estudiantes y trabajadores que han sido fotografiados usando armas de fuego dentro de la universidad, como ocurrió en disturbios durante el paro de 2002.

Este miércoles, el Consejo Universitario de la UCV evaluará de nuevo el tema de la posible expulsión de Ávila y Casanova, tema que fue votado el pasado 10 de junio pero no se decidió por formalidades en las denuncias, según denunció el propio Casanova.

Daniel Monteverde, vicepresidente del Centro de Estudiantes de la Upel-Maturín y miembro del movimiento 27 de Febrero, del estado Monagas, mostró su solidaridad con los jóvenes amenazados de expulsión: "Llamamos a los estudiantes a ser críticos, sentir el dolor de la universidad (...) Desde aquí el apoyo total e irrestricto a esos camaradas, que si la oligarquía y la derecha enquistada en la universidad decide la expulsión, nosotros daremos el resto para dignificar la lucha de estos camaradas y que se respete el derecho a la educación, contemplado en el artículo 109, 102 y 103 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela".

Piden la transformación

Las declaraciones de Moronta y Monteverde se emitieron tras la realización de una asamblea de movimientos principalmente estudiantiles con el fin de lograr una transformación en la educación superior. Estudiantes de la UCV, de la Universidad del Zulia (LUZ), de Los Andes (ULA), de Carabobo (UC), de Oriente (UDO), Universidad Simón Bolívar (USB), la Unefa, la UBV, la UPEL, las misiones Ribas, Sucre y algunos liceístas, miembros del personal obrero, profesores y personas de comunidades aledañas acudieron a la cita en la plaza cubierta del Rectorado de la UCV, la cual fue saboteada por las autoridades cortándoles la luz.

Esto no impidió que los estudiantes trabajaran y concretaran ideas. Moronta explica: "Creemos que el paradigma de la educación superior actual es un paradigma tecnocrático, con un concepto orientado a la maximización de las ganancias, con la educación concebida como una mercancía". Explicó que las universidades son autónomas del Estado y del pueblo, pero no son tan "autónomas" cuando van a tratar con la empresa privada nacional o transnacional. "Generan privilegios para pequeñas minorías".

Explicó Moronta que hay que revisar la composición de la comunidad universitaria e incluir no sólo a profesores y estudiantes, sino también a obreros, empleados administrativos, egresados y la comunidad en general. Plantean reformular la relación profesor-estudiante. Monteverde recordó que en muchas universidades la desproporción entre el voto estudiantil y el profesoral es abismal. En la UCV, el voto de un profesor equivale aproximadamente al de 20 a 40 estudiantes, pero en la UPEL la desproporción llega a 700 votos estudiantiles por el de un profesor, según indicó.

"Pero lo más importante es revisar a fondo el conocimiento que en esta universidad se construye. ¿Es un conocimiento para liberar, o para crear dictaduras de mercado? ¿Para crear las condiciones que superen los abismos entre mayorías empobrecidas y minorías enriquecidas? ¿O es una universidad para profundizar esos abismos?"

Indicaron que se formó un comité promotor por la Transformación Universitaria, constituido por dos estudiantes o delegados de cada universidad, que se reunirá el próximo sábado 20 de junio en la UCV para elaborar la agenda de acción para la transformación.

Monteverde indicó: "Le hacemos un llamado al Comandante Hugo Chávez y a los diputados de la Asamblea Nacional a que se aboquen a esta realidad, y que comprendan que hay un movimiento estudiantil de izquierda en la universidad tradicional, que estamos dispuestos a dar la lucha por transformarla". Quieren luchar por la eliminación de las pruebas internas como forma de ingreso a las universidades, que son culpadas de darle más acceso a las personas de estratos medios antes que a los más necesitados (la prueba interna en la UCV ronda los Bs.F. 70). "Queremos darle acceso directo al pueblo y al hijo del trabajador a las universidades tradicionales".

Moronta explicó que la rectora García Márquez no ha convocado al debate en la universidad, como lo prometió el pasado 20 de mayo tras retirarse del Ministerio del P.P. para la Educación Superior, donde se le invitó a ella y a Ricardo Sánchez a debatir con el ministro Luis Acuña, con Moronta y otros estudiantes.