Colombia sumergida en un caos electoral por irregularidades en elecciones legislativas

Credito: Correo del Orinoco

Caracas, 17 Mar. ABN.- Compra de votos, denuncias de fraude electoral, demora en la totalidad de los resultados y hasta acusaciones de consumo de licor durante la jornada por parte del Registrador Nacional, Carlos Ariel Sánchez, conforman el clima de caos electoral que rodea el proceso electoral realizado en Colombia para renovar funcionarios del Congreso neogranadino.

Pese a que la jornada electoral fue signada por una abstención de 60%, los ciudadanos que sí acudieron a ejercer su derecho al sufragio fueron presionados por grupos de narcotraficantes armados para favorecer candidatos de la ultraderecha colombiana.

“Hicieron presencia armada y reunieron a toda la población para determinar por quien deberían votar los electores, e incluso mencionaron nombres de candidatos”, denunció el representante de la ONG, Misión Observación Electoral de Colombia, Jorge Rojas, según información publicada por en el portal digital de Radio Nacional de Venezuela.

Asimismo, según informa el sitio web del periódico colombiano El Espectador, El jefe de la delegación de la OEA, Enrique Correa, ratificó cómo en presencia de un observador a muchos electores le pagaron por su voto “y hasta becas se llegaron a dar en algunos municipios”, agregó.

Incluso, la OEA constató que en localidades del departamento de Cundinamarca pagaban un sandwich o entregaban 20 mil pesos, a cambio de votar por candidatos de la derecha colombiana.

De acuerdo al informe de la OEA sobre la jornada comicial, la compra de votos se registró en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Magdalena, Nariño y Norte de Santander.

Proceso lento y falta de capacitación electoral

Por su parte, la delegada de la misión internacional de la OEA, Alejandra Barrios, dijo que en la jornada faltó entrenamiento para los jueces de la votación durante el conteo de las papeletas, pues no tenían suficientemente claro el tarjetón, así como le ocurrió a los colombianos quienes no manejaban el concepto del Parlamento Andino y el Voto Caribe.

También lamentó la falta de capacitación de los jurados y pidió simplificar los mecanismos de votación que no favorecen el voto en las personas de bajo nivel educativo.

Por otro lado, la lentitud del organismo electoral por divulgar la totalidad de los resultados ha generado suspicacia y malestar en los sectores políticos de Colombia.

Aunque el Partido de la U, del presidente Álvaro Uribe, obtuvo la mayoría de los resultados para dominar el Senado, el porcentaje de votos restantes resulta vital para que el oficialismo configure finalmente la correlación de fuerzas en los 102 escaños de la Cámara Alta del Congreso neogranadino.

La tardanza fue interpretada por el gobierno de Colombia como un motivo que pone en “duda” la legitimidad de los comicios, según reza un comunicado del Ministerio de Interior y Justicia colombiano, reseñado por Telesur.

Las autoridades de la Casa de Nariño pidió igualmente a la Procuraduría General de ese país que asuma la vigilancia al proceso de conteo y escrutinio.

“Es indispensable que se solucionen los problemas técnicos que vivió durante la jornada, dado que en la forma en la que se desarrolló el conteo de votos en el día domingo no brindan garantías para la definición de una política nacional de mayor importancia”, esboza el comunicado.

Entre tanto, La Registraduría Nacional de Colombia (administrador del proceso electoral) atribuyó la lentitud del conteo de resultados a la empresa de telecomunicaciones, encargada de transmitir la información, la cual, según replicó el organismo electoral, no contó con una red suficientemente amplia para soportar el flujo de votos.

Esta polémica fue atizada por la respuestas del presidente de la empresa de telecomunicaciones contratada, Horacio Vélez, quien dijo que el retraso en el envío de la información fue a causa de las dos horas que demora la recepción de los datos, provenientes de las mesas de votación.

El colofón de Uribe

El proceso electoral, no exento de irregularidades y sombras de dudas, aumentó sus decibles de escándalo este martes cuando el mismo presidente de Colombia, Álvaro Uribe, pidió a la Procuraduría de la nación investigar las denuncias sobre el presunto consumo de licor del Registrador Nacional, Carlos Ariel Sánchez, quien presuntamente habría violado la ley que prohíbe consumir bebidas alcohólicas en época de elecciones.

“Señor Procurador, le ruego respetuosamente investigar la denuncia que han hecho varios ciudadanos, según la cual el Registrador Nacional del Estado Civil, Carlos Ariel Sánchez, y algunas personas a su alrededor, habrían violado las normas que obligan a no consumir licor el día de elecciones”, dice el comunicado de la Casa de Nariño.

Luego del comunicado emitido por la sede del gobierno colombiano, Ariel Sánchez negó haber estado bajo los efectos del alcohol durante las elecciones legislativas.

“Más de 24 horas de pie no son posibles bajo los efectos del licor”, se defendió Sánchez en declaraciones al sitio web de la radio colombiana La W.

El presunto consumo de licor por parte de Ariel Sánchez y de sus allegados durante los comicios se suma a las denuncias efectuadas por candidatos parlamentarios progresistas, quienes creen que existe un clima de 'deslegitimidad' en el conteo de los votos.

Esta sensación fue avalada hasta por el propio ministro de Interior, Fabio Valencia Cossio, quien dijo que las fallas y el retraso de las elecciones legislativas no brindan las garantías necesarias para las próximas elecciones presidenciales, previstas a efectuarse el 30 de mayo de este año.


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La fuente original de este documento es:
Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) (http://www.abn.info.ve)



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